“El juego del calamar”: la parábola anticapitalista que se transformó en el mejor negocio de Netflix

Por: Diego Gez

Sin una gran campaña publicitaria y precedida de una expectativa moderada, la serie ideada y realizada en Corea del Sur se transformó en la producción más vista en la historia de la plataforma. Las clave del éxito.

Vivimos en una época donde la oferta de historias audiovisuales se multiplica día a día. En ese contexto es que una serie de Corea del Sur como El juego del calamar (Squid Game, su nombre original) está revolucionando a Netflix, la plataforma con más abonados en todo el mundo.

El juego del calamar  comenzó a disparar críticas a favor, grandes títulos en portales, diarios y redes sociales. A la semana de haber llegado a la plataforma se convirtió en trending topic en Twitter, lo que terminó generando más y más espectadores. El juego del calamar narra cómo 456 personas con serios problemas económicos participan de una serie de juegos para ganar una cantidad obscena de dinero en efectivo. Se trata de juegos de niños, pero con la particularidad de que el ganador permanece jugando mientras que el perdedor sencillamente pierde su vida.

El juego de calamar es una producción creada por Hwang Dong-hyuk que inmediatamente se topó con una adhesión global por parte del público. En los nueve capítulos de la serie se logra trasladar al espectador la miseria que experimentan los participantes y cómo ansían salir de ella si logran ganar el premio final. Las razones del éxito desmesurado de la trama son varias, sobre todo porque el guión es llamativo y original, pero también no es menos brutal. Seguramente, la escasez económica que apremia a los participantes sea compartida por millones de personas alrededor del mundo, logrando establecer una empatía social con el contenido de la trama como pocas otras historias consiguieron en el pasado.

Repleta de críticas hacia el capitalismo como un sistema que no potencia las igualdades económicas entre los individuos, puede decirse que El juego del calamar se inscribe en la línea de un thriller de suspenso social. Hwang Dong-hyuk se inspiró en algunos cómics japoneses ultra populares como Battle RoyaleAs the gods will y Alice in borderland para establecer perfiles bien definidos para cada uno de los roles. La particularidad de estos cómics es que todos tenían como eje central a personajes que debían pelearse en un juego de supervivencia y el que ganaba se llevaba todo, mientras que el perdedor sencillamente no salía con vida de esa coyuntura.

Con esos elementos listos y dispuestos para hacerlos suyos, Hwang Dong-hyuk realizó la historia (la escribió entre los años 2008 y 2009) tiempos esos donde (nada es casualidad) su situación económica se encontraba sensiblemente afectada por malas decisiones financieras. Sin duda, ese pasado le jugó a favor al director y guionista surcoreano, ya que El juego del calamar es un éxito tan grande en términos de consideraciones globales y generales que hasta Netflix se expresó oficialmente sobre el producto, quebrando su habitual hermetismo en términos de declaraciones públicas.

Así fue que pocos días atrás Ted Sarandos -uno de los directores ejecutivos mundiales de la N roja- brindó una conferencia de prensa donde ofreció datos sobre las series y películas más vistas de la señal. Lógicamente, El juego del calamar no estuvo para nada ausente de ese contexto, ya que el directivo sostuvo que es muy probable que la serie de Corea del Sur termine derrumbando a todos los productos más vistos de la plataforma para transformarse en el título más visto de Netflix en toda su historia de vida.

Dentro de toda esa más que gigantesca atención que recibe El juego del calamar a nivel mundial, los millones de fanáticos que cosechó la historia ya comenzaron a pedir una segunda entrega de la trama.  Más allá de los números que siempre hablan de un mega suceso, la serie todavía no fue renovada por Netflix, sin embargo nada indica que exista una demora o problema alguno para avanzar en una nueva tanda de capítulos, sobre todo   porque uno de sus máximos directivos fue muy auspicioso a la hora de referirse a la  historia producida en Corea del Sur. Más allá de eso y haciendo un rápido cálculo, la primera temporada de la serie tardó unos dos años en producirse, de manera que no debería esperarse una segunda y nueva temporada -con mucha suerte- hasta finales de 2022.

En declaraciones a Variety -la revista especializada en el mundo del cine y las producciones audiovisuales de Hollywood-, Hwang Dong-hyuk sostuvo que no tiene planes inmediatos para la continuación de El juego del calamar. “Es bastante agotador de sólo pensarlo, pero si lo hiciera no lo haría solo. Me plantearía utilizar un plantel de guionistas y querría ver la posibilidad de contar con varios directores experimentados. Recuerdo que tardé seis meses en escribir y reescribir los dos primeros episodios porque consulté muchas cosas con amigos y recogí pistas para mejorar algunas escenas. En ocasiones la reescritura de situaciones llegan a  partir de un comentario a un amigo cercano y eso hace que puedan dispararse nuevas ideas. Supongo que algo del pasado volverá a suceder si decido continuar con esta historia”.

El juego del calamar  (Squid Game)

Una serie creada por Hwang Dong-hyuk. Capítulos: 9. Disponible en Netflix.

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