El Gobierno espera guiños del PRO para habilitar el mercado de pases de dirigentes amarillos

“El que gana conduce, el que pierde acompaña”. La premisa de Juan Domingo Perón, el general admirado en silencio por más de un dirigente libertario, retumba por los pasillos de la Casa Rosada a la hora de explicar el desprecio del gobierno por tener el mínimo grado de benevolencia con el PRO. Enfocada en hacer crecer la marca a como dé lugar, la cúpula de La Libertad Avanza entiende que el oficialismo no sólo no le debe nada a Mauricio Macri, por el contrario, pretenden que el ex presidente y sus aliados se postren ante Javier Milei. 

Las últimas semanas el dique que contenía a las principales figuras del partido fundado en 2005 se rompió. Deseosos de tener un lugar en la cancha y un tanto mareados por la falta de definiciones del ex presidente, dirigentes del espacio como los intendentes de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y Capitán Sarmiento, Fernanda Astorino, firmaron su pase al oficialismo entregando todo su capital político a cambio de formar parte de las Fuerzas del Cielo y alguna visita guiada por Balcarce 50.

Cada vez más triunfantes, los armadores del presidente afirman que ésta es la única manera de aceptar nuevos tripulantes en un barco que ya zarpó. No sólo pretenden un alineamiento absoluto a la agenda del libertario, también esperan que antes de concretar el salto los interesados envíen señales certeras de haber entendido de qué va el paño.

“No podemos sumar a un intendente que dice estar a favor de nuestro plan económico y al mismo tiempo sube impuestos”, ejemplificó una fuente libertaria a Tiempo sobre la coherencia que pretenden que adopten los recién llegados. Para la misma voz, todos los jefes comunales que deseen firmar su pase a LLA deberán no sólo hacer una reducción drástica en materia impositiva, también tienen que alinear su gestión a la nacional y profundizar en el pago chico el relato libertario.

Como contó este medio días atrás, para las cabezas del armado nacional quienes deseen sumarse a las filas oficialistas deberán hacerlo sin ningún tipo de condicionamiento. En particular, Karina Milei -dueña indiscutida de la lapicera libertaria- pretende que en cada acuerdo quede expresamente claro que los nuevos dirigentes deberán sentarse como uno más en una mesa política ya conformada, donde no tendrán potestad para imponer nada. La hermanísima está convencida de que todo municipio que LLA pueda arrebatarle al oficialismo provincial debe hacerse con nombres propios. Es por eso que no va a permitir que nombres del PRO encabecen listas en los municipios, una postura que tensiona la cuerda con los dirigentes dispuestos a dar el salto.

La Ciudad: un mundo de sensaciones

En el oficialismo creen que el flujo de dirigentes nacionales del PRO hacia el oficialismo se dará de manera natural en los próximos meses, instancia que no creen que pueda llevarse adelante tan fácil en la Ciudad. Jorge Macri no sólo es el más fiel representante de su primo en el pago chico, sino que además está convencido de que debe polarizar con el presidente para intentar mantener -y reconquistar- al histórico votante porteño de centro derecha que en las últimas elecciones se vio obnubilado por el libertario.

Para ello, el alcalde sumó en sus filas a Antoni Gutiérrez Rubí, el experimentado asesor político que diseñó la campaña presidencial de Sergio Massa y trabajó junto a Cristina Fernández de Kirchner desde el 2018. “El catalán”, como se lo conoce en el llano, utiliza con sus clientes la estrategia de “personificar” a los candidatos y hacerlos más cercanos a sus votantes, metodología que ya puso en marcha con el primo del bostero y empezó a ver la luz en las redes sociales oficiales y paralelas del dirigente del PRO.

En Casa Rosada dicen que la contratación del asesor es una provocación del ex intendente de Vicente López al oficialismo. Según argumentan, Rubí fue el ideólogo de la “campaña más sucia de la historia” en la que el simbiótico vínculo entre Milei y su hermana Karina y las dudas sobre la salud mental del ahora presidente para hacer política. “Esto es una mojada de oreja total”, se sinceró una voz con acceso directo al despacho del libertario.

La relación entre el primo del ex presidente y la hermana del actual pasa por su peor momento. La guerra declarada del karinismo en el kilómetro cero del espacio amarillo puso en alerta a Macri, quien desde hace meses recibe contínuas críticas por su gestión porteña, alimentada en partes iguales por libertarios y peronistas deseosos de romper con la hegemonía del PRO en la Capital. 

Pilar Ramírez, presidenta del bloque de LLA en la Legislatura, fue bendecida por la menor de los Milei para polarizar con el alcalde y seguir promocionando la purga de figuras amarillas. Hace dos semanas, por caso, la legisladora se fotografió junto a la secretaria general de la presidencia y Patricia Bullrich, para firmar el pase de Juan Pablo Arenaza, Silvia Imas y María Luisa González Estevarena, tres de los diputados porteños que responden a la ministra.

Este jueves, en tanto, el diputado bullrichista Damián Arabia se reunió en casa de gobierno con Javier Milei. El legislador, quien dio sobradas muestras de apoyo al oficialismo dentro y fuera del Congreso, es muy valorado por el libertario, lo que lo posiciona como una figura con potencial para convertirse en un posible “candidato de unidad” que selle la alianza Bullrich-Karina en la Ciudad. En este sentido, las versiones sobre la posibilidad de que el legislador renuncie a la vicepresidencia del PRO en el Congreso -bloque que Cristian Ritondo aún trabaja para mantener unido- no hacen más que alimentar esta posibilidad.

La posible salida del diputado se enmarca en un plan superador de su mentora política. Como contó Tiempo, la ministra busca instalar a su ex armador de campaña como un posible sucesor de Jorge Macri en 2027. Bullrich cree que plantear una interna en la ciudad será la llave que abrirá el candado para reducir al mínimo la influencia del ex presidente y su primo bonaerense devenido en porteño. Restará saber cuál será el lugar que le dará Karina en el lejano futuro capitalino.