Una nueva semana de cuarentena comienza, y la idea de la educación a distancia acelera sus tiempos en los distintos niveles del sistema, desde primaria hasta universidades. En diálogo con Tiempo, la especialista en medios digitales y educación, Patricia Ferrante, coordinadora de Unipe Digital (Universidad Pedagógica Nacional), enfatiza que «las mejores herramientas para continuar con las tareas de enseñar y aprender en estos tiempos de aislamiento son, ante todo, la capacidad para comunicar, coordinar y acordar qué y cómo se va a trabajar estos días».
–¿Como cuáles?
–Aparecen allí diversos recursos tecnológicos que pueden acompañar esas decisiones pedagógicas que se toman en las escuelas y que cada docente implementa: algunos mandan mails todos los días con actividades, audios y videos. Otros proponen encuentros usando herramientas de video conferencia para conectarse en simultáneo, verse desde sus casas y poner en común las tareas. Hay escuelas que tienen campus virtuales y los estudiantes siguen por esa vía la tarea cotidiana. Este es el caso mayoritario en los niveles universitarios y terciarios: casi todas las universidades del sistema argentino, al igual que el sistema formador docente, tienen o usan campus virtuales y lo vienen usando hace unos cuantos años, pero ante esta situación extraordinaria, los campus virtuales emergen como un espacio para sostener e intercambiar, hacer seguimiento y desplegar otros modos de enseñar y aprender. En muchos casos, compartir videos y audios contribuye a estar cerca y compartir.
–¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para que se puedan desarrollar eficientemente estas herramientas?
–Lo primero es que necesitamos mayor conectividad, por el uso de internet para todo tipo de operaciones, estar conectados y bien conectados, es decir, resulta fundamental la inversión en infraestructura y capacidad de sostener la transmisión de datos. Otro elemento que se destaca refiere a la tarea docente, que resulta irreemplazable: presencial o virtual, no hay ni habrá robot que pueda reemplazar la tarea de acompañamiento, guía, orientación, sentido crítico que realizan maestros y profesores. Por eso el desafío fundamental en este momento pasa por formular objetivos y acompañar a los estudiantes mediante el uso de diferentes herramientas.
–¿Qué aspectos o ventajas permite explotar la educación virtual?
–Hay un lugar común que inmediatamente compara la educación presencial con la virtual. Resulta imperativo pensarlas a cada una desde su propia lógica. La virtualidad no implica que no se producen encuentros: hay encuentros y están mediado por tecnologías diversas. Hay un aspecto interesante que es la multimodalidad: en espacios de enseñanza virtual conviven textos, videos, audios, modos diversos para la participación, alternativas para la producción colaborativa. Nada de esto sucede per se. Es decir, la tecnología no resuelve ni soluciona, sí lo hacen los buenos planes de trabajo que se implementan poniendo en juego el quehacer de alumnos, docentes y medios digitales. Un aspecto a reforzar superando las marcas individualistas de la práctica profesional de los docentes es el trabajo colaborativo y en equipo. Resulta fundamental intercambiar experiencias entre los equipos que trabajan en el mismo ámbito. El trabajo docente fue definido como «profesionalismo colectivo» y en este contexto esa categoría debe operativizarse. Otra cuestión a tener en cuenta en las estrategias de trabajo con los grupos es la necesaria solidaridad entre los chicos para compartir material y recursos así como para ayudarse mutuamente. Evitar las relaciones radiales con los docentes. Armar equipos de trabajo, grupos y tareas colaborativas.
–¿Cuáles son los recursos pedagógicos más convenientes en la educación virtual?
–En los últimos años hubo una explosión de recursos para la enseñanza y el aprendizaje virtual, incluso muchos pensados para usar también en el aula escolar, desde computadoras o celulares que son presencia cotidiana en escuelas, institutos de formación y universidades. Hoy esta presencia se nos vuelve necesaria para seguir conectados en una circunstancia extraordinaria. Que todos podamos acceder a recursos es un requisito fundamental, por eso es sumamente importante la iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación, que propone recursos y esquemas de trabajo que los docentes puedan implementar con los estudiantes. Son hojas de ruta posibles que sin dudas se enriquecen en la práctica. Los ministerios provinciales también trabajan en ese sentido y es importante que el sistema se muestre alineado en estos objetivos. Más allá de este aspecto más centralizado, existen muy buenos trabajos de producción colaborativa en Wikipedia (hay una herramienta que se llama wikis, que se usa con frecuencia en espacios de formación virtual) y el uso del audio y del video, hoy muy simple de producir con el celular, es una herramienta sumamente valiosa para verse, conversar y poner en común. Hay muchos docentes que se animan con las redes sociales y están usando instagram stories, tik tok, Facebook… Las herramientas tecnológicas están ahí disponibles, por eso el desafío es pensar buenas formas de trabajo con ellas.