Organizaciones del mundo del cine revelaron las agresiones en una carta pública y la distorsión de los hechos en los medios.
Organizaciones del cine y sociales hicieron circular una carta pública, que se reproduce a continuación, en la que se pronuncian a favor del derecho a manifestarse contra la posición de un autor y de su obra. Aunque también rechazan la acción intimidatoria empleada porque vulnera la libertad de expresión del autor y afecta el poder de decisión del espectador.
A su vez denuncian que un video de los propios agresores fue utilizado por los medios para contar los hechos de un modo amañado y diferente de cómo sucedieron realmente. Por esto, informan que dicho documental se realizó de manera independiente sin apoyo financiero el Estado argentino ni venezolano.
CARTA PÚBLICA
El 20 de julio se estrenó en el Cine Gaumont el largometraje documental Chávez infinito. Desde la tarde, en la cuenta oficial de Twitter del INCAA -Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales- y de la película, empezaron a llegar cientos de mensajes amenazantes dirigidos a la directora -junto a una foto que la identificaba- y mensajes de igual tenor destinados a las autoridades del INCAA y al público que potencialmente iba a ir a ver el film.
Es importante destacar que instantes previos a la proyección del film, se acercaron a la sala un grupo de ciudadanos venezolanos antichavistas para amedrentar a través de gritos e insultos al público asistente que quedó sorprendido por esta modalidad insólita y violenta. Un video generado por este grupo de intolerantes fue utilizado luego por programas de televisión para insultar a la realizadora, al INCAA y a los espectadores asistentes a dicha proyección.
Cabe destacar que en nuestro país se exhiben en las salas pertenecientes al INCAA, Cine.ar, una variedad de films argentinos, con temáticas, estéticas e historias absolutamente diversas. Lejos estamos de las oscuras épocas donde el Instituto de Cine era un aparato de censura y donde personajes siniestros decidían que imágenes podíamos ver y que imágenes no podíamos ver los argentinos.
Detrás de sobrenombres falsos en las redes leemos voces que buscan que nuestro Instituto vuelva a cumplir funciones de aparato de censura y control ideológico, argumentando el «mal uso del dinero de sus impuestos», y escondiendo que el verdadero fin, es impedirles a los ciudadanos argentinos que piensen diferente a ellos, la legítima igualdad de condiciones que establece nuestra ley de Cine en relación a la posibilidad de acceder a los fondos públicos destinados a la promoción de la actividad cinematográfica.
Felicitamos a la comunidad cinematográfica en su conjunto y al Instituto de Cine que sigue apostando por poner las Salas Cine.ar al servicio de la democracia, la pluralidad de voces y la diversidad de miradas y contenidos porque entendemos que ese es el único camino posible para la construcción de una sociedad sana, donde las ideas se expresen libremente.
Defendemos por sobre todas las cosas la integridad física y psíquica de la directora que en las últimas horas ha sido amenazada por voces anónimas que se esconden desde falsos sobrenombres en las redes, generando de esta forma una verdadera «cacería de brujas» del que piensa distinto a ellos.
Repudiamos también la complicidad de ciertos personajes mediáticos que son asiduos a alimentar el odio entre argentinos, buscando que crezca la intolerancia, la falta de diálogo y que para lograr ese fin, mienten sobre la información que ofrecen a sus audiencias.
En este sentido, es importante que la comunidad sepa que el film «Chávez Infinito» fue realizado sin apoyo del Estado Argentino y sin apoyo del Estado Venezolano. Es una producción independiente. De todas formas estamos convencidos que si hubiese aplicado a través del sistema legal de subsidios que tiene el INCAA a alguna instancia de apoyo, hubiese estado en todo su derecho, porque nuestra Ley así lo establece.
Estamos a favor del derecho a manifestarse contra la posición de un autor y de su obra. Sin embargo, rechazamos los modos de acción intimidatorios empleados, ya que son formas autoritarias de coerción que vulneran tanto la libertad de expresión del autor como el poder de decisión del espectador, solo funcionales a sectores reaccionarios de la sociedad que no profesan los valores de nuestra Constitución Nacional.
Firmas:
Rdi, Documental, Doca Documentalistas Argentinos, Grupo de Cine Insurgente, DIC,
DocuDac, PCI, Resumen Latinoamericano, Movimientos hacia el ALBA, Movimiento Popular Patria Grande, Brigada Internacionalista Eva Perón, Proyecto Popular, Movimiento Popular la Dignidad, Pañuelos en Rebeldía, FPDS Corriente Nacional, Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el cambio social, Frente Popular Darío Santillán.
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