Democracias en crisis: de Estados Unidos a Venezuela, Perú, Chile y Ecuador

Por: César Verduga Vélez

Las recientes elecciones en Estados Unidos y los eventos comiciales en varios países latinoamericanos ponen en primera línea la reflexión sobre los derechos políticos y la credibilidad de los actos electorales. La democracia sin credibilidad y confianza ciudadana se deteriora  peligrosamente como sistema político. Y eso se puede evitar con reformas a prácticas por antiguas y consagradas por la costumbre que parezcan.

Ya no es aceptable en un mundo donde predomina la comunicación electrónica instantánea que un estado miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y líder de occidente tenga tantas singularidades en las formas de elegir y escrutar los votos en sus más de 50 estados.  Un proceso realizado el 3 de Noviembre aún no tiene un presidente y vicepresidente electos, proclamados por el órgano establecido en la Constitución. Ya ha pasado más de un mes de los comicios. Todo el mundo sabe que hay una fórmula ganadora proyectada por los medios de comunicación de Estados Unidos, pero la ausencia de una proclamación plenamente legal permite que un contendiente, el presidente en ejercicio, siga agitando el fantasma del fraude y presentando quejas sin fundamento en instancias judiciales.

Ya hay voces, aún no abundantes en EE:UU que están pidiendo reformas a normas y prácticas que permiten semejante situación.

Igual ocurre con el carácter indirecto de las elecciones, con la existencia de un Consejo de electores que son quienes, en última instancia, determinan quien es el presidente que deberá asumir el 20 de enero. Eso se entiende como previsión de los fundadores para una democracia naciente en una nación poco educada e informada y en un mundo sin las conexiones comunicacionales que prevalecen en el siglo 21.

El 6 de diciembre tuvieron lugar elecciones parlamentarias en Venezuela. Se celebraron en paz y con la veeduría de algunos expresidentes, entre los cuales destaca el español Rodríguez Zapatero. Sin embargo, solo participó el 31 % del electorado. Eso, en una crisis tan dramática como la venezolana, país latinoamericano transformado en parte de la lucha geopolítica mundial, no es una noticia para celebrar por parte del presidente Nicolás  Maduro. El sector extremista de la oposición y sus mentores internacionales apostaron a la más baja participación posible. Ahora proclaman en los medios que los auspician en el mundo  que eso ocurrió. Y que es una prueba del rechazo popular al gobierno que desconocen como ilegítimo. No importa que hayan sido elecciones en medio de la pandemia, donde quedarse en casa es consigna de todos los estados.

Tampoco hay triunfo alguno de Juan Guaidó, cuestionado en una oposición fragmentada y que carga con la mochila de sanciones económicas que afectan al pueblo empobrecido. Esto más sus intentos de golpe de Estado, maginicidios, incursiones terroristas y pedido de intervenciones militar de Estados Unidos.

Solo la negociación política pacífica de actores reales y con el apoyo internacional adecuado puede abrir la puerta a un acuerdo nacional venezolano, que permita a un pueblo hermano acceder al poco bienestar que la pandemia presagia para Latinoamerica en los próximos años.

En Chile la  lucha social de millones en la calle permitió que un gobierno de derecha y una clase política anquilosada abrieran el camino para la sustitución democrática de la Constitución que Pinochet dejó. Fue su más funesta herencia, encorsetando a una sociedad que con Salvador Allende intentó construir un socialismo democrático. La carta magna de Pinochet consagró las peores prácticas neoliberales. Santificó las mayores desigualdades en todos los ámbitos mientras la economía crecía. Esa es la esencia del llamado “modelo chileno” de capitalismo que las corporaciones de la comunicación no paraban de alabar. La dirigencia política chilena olvidó, anestesiada por el ruido comunicacional, que la desigualdad de oportunidades es más explosiva que la extrema pobreza.

Perú vive una crisis política e institucional cuyo fundamento estructural es también el neoliberalismo consagrado jurídicamente por Fujimori. Por ello los más combativos jóvenes del bicentenario exigen que las instancias constitucionales clarifiquen la figura de la vacancia moral indefinida, que ha convertido al poder ejecutivo en rehén de un parlamento poblado de diputados de dudosa reputación. Esos jóvenes manifestantes que hicieron posible que el prlamento eligiera al Zagasti como presidente Interino, quien se había opuesto a la vacancia moral de Vizcarra,  reclaman también una nueva Constitución como parte del proceso político peruano que tiene elecciones generales en abril del 2021.

En Colombia ha seguido funcionando el asesinato de líderes sociales por el estado, práctica que tiene ya varias décadas de vigencia.

En Ecuador se vive el fin de una era iniciada hace 15 años por Alianza País. Ya son varias las voces mediáticas, intelectuales y políticas, que plantean la sustitución de la Constitución de Montecristi. A ellas suele plegarse Arauz, candidato apoyado por el expresidente Rafael Correa. Esto ocurre en medio de una somnolienta campaña electoral que a solo dos meses de las elecciones tiene como principal actor la apatía de la sociedad. Hay encuestas que señalan que solo un tercio de los electores barrunta alguna preferencia, entre los 17 candidatos posibles.

Un empresario guayaquileño, Noboa, y Arauz, candidato del correismo, no son aún confirmados legalmente. Es un desconocimiento de la letra y el espíritu del Pacto de los Derechos Políticos consagrado en la ONU y firmado por el Ecuador hace más de medio siglo.

En Centroamérica hay elecciones próximamente en Honduras. Centros de análisis respetables como el CEDOH piden modificaciones  a las normas electorales como condición básica para aspirar a la salida pacífica del gobierno autoritario impuesto después del derrocamiento cívico-militar del gobierno que presidió Mel Zelaya.

En Guatemala es creciente el descontento popular con el gobierno del Gianmatei, expresado en la Plaza Central, quien ha recurrido a la OEA para mediar y apaciguar los ánimos de una masiva protesta social. Carente de apoyos internacionales importantes, el gobierno solo ha encontrado el apoyo público del disminuido Guaidó desde Venezuela y del desprestigiado Luis Almagro desde la OEA. Con la imagen de Donald Trump en la mente, se puede citar el viejo refrán: “Dios los cría y el diablo los junta”.

Compartir

Entradas recientes

El programa cambiario de Milei necesita una inyección de dólares

El presidente quiere mantener el ancla cambiaria hasta las elecciones de octubre. Pero el dólar…

57 mins hace

Ayudado por senadores «con peluca» Milei llega protegido a la apertura de sesiones

El presidente le hablará a la Asamblea Legislativa en medio del criptogate. Sin embargo, contabiliza…

1 hora hace

Cristina reúne al PJ en medio del cimbronazo que produjo la movida kicillofista

La reunión estaba pensada para analizar la situación en el marco del criptogate y el…

1 hora hace

Especialistas advierten que EE.UU. podría avanzar rápido en la investigación

Hubo reportes ante el FBI y el Departamento de Justicia. Un estudio de Nueva York…

2 horas hace

El ajuste y el saqueo necesitan una sociedad desinformada

El escándalo del viernes 14 de febrero fue un reflejo del país y la sociedad…

2 horas hace

Una foto con Trump, el «logro» del viaje de Milei a Estados Unidos

El encuentro de los presidentes duró 10 minutos. Fue después del discurso del mandatario argentino…

2 horas hace

Criptogate: Milei quedó imputado en Argentina y en la mira de EE UU

El fiscal Taiano impulsó la investigación por abuso de autoridad, estafa, tráfico de influencias y…

3 horas hace

Para los analistas, el tema cripto es una «crisis de sombra larga»

Gustavo Córdoba y Julieta Waisgold coinciden en la penetración transversal del escándalo en la opinión…

3 horas hace

Kicillof sorprendió con el lanzamiento de su espacio político y la lista de apoyos

En una jugada imprevista, lanzó el Movimiento Derecho al Futuro, con el que busca erigirse…

3 horas hace

Lorena Vega: “Envidiosa pone en primer plano mandatos sociales que no fueron superados”

Es una de las actrices y directoras más reconocidas del teatro off. Pero la psicóloga…

4 horas hace

Hilda Herrera y su cautivante gramática de horizontes, caminos y silencios

La gran pianista y docente cordobesa de 92 años publicó dos discos casi en forma…

4 horas hace

Ping pong con Un Rubio Peronista: “Es muy difícil hacer humor sobre Milei porque es un chiste en sí mismo»

Nació a partir de los lockout de las patronales agrarias por la 125, ganó gran…

4 horas hace