El FdT se quedará con la presidencia de los lugares clave para la gobernabilidad y serán conducidos alternando un hombre y una mujer. La interna en Juntos por el Cambio.
Los diputados que juran el 4 de diciembre serán los que reciban al presidente electo Alberto Fernández y los que protagonicen las sesiones del período extraordinario que se llevará a cabo desde fines de diciembre hasta fines de enero.
En ese contexto, y dentro del Frente de Todos, el exintendente de Tigre, Sergio Massa, tendrá un rol central ya que más allá de ser el titular de la Cámara Baja también tendrá la lapicera que puede habilitar recursos para aceitar la relación parlamentaria. Su muñeca política será clave para consolidar los 129 diputados que garanticen el quórum y la aprobación de las normas.
El hombre del Frente Renovador compartirá poder con Máximo Kirchner que, si bien no estrenará banca, sí se convertirá en presidente del bloque oficialista y tendrá la responsabilidad, junto con Massa, de ampliar la base parlamentaria del FdT.
Los nuevos hombres fuertes del peronismo en Diputados se reunieron a solas en la oficina de Massa, en la Avenida Del Libertador, el último jueves, y repasaron la agenda parlamentaria que vendrá. Más allá de eso, que incluye entre otros los proyectos de creación del Consejo Económico y Social y del Consejo de Seguridad, Máximo Kirchner planteó la decisión de que las Comisión que presida el Frente de Todos se dividan en partes iguales entre hombres y mujeres.
Las primeras comisiones que se definirán serán las que tengan que dictaminar en los proyectos que conformen el temario de extraordinarias.
Como ocurre con todos los oficialismos, el Frente de Todos se quedará con el manejo de las comisiones que son consideradas claves para la gestión. En ese marco reclamará Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda, Legislación General, Legislación Penal, Relaciones Exteriores y Culto, y Justicia.
Desde ya Kirchner y Massa no serán los únicos apellidos que formen parte del nuevo balance de poder. Las exgobernadoras Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Lucía Corpacci tendrán peso dentro del bloque. Otra de las voces que llegará al Congreso para balancear el poder es Eduardo Valdez, que ingresará a la Cámara gracias a la renuncia de Fernando “Pino” Solanas que será representante ante la UNESCO y que forma parte del entorno de Alberto Fernández.
El post macrismo también se pondrá en marcha, legislativamente hablando, con la jura de los nuevos legisladores. El tándem que parecen conformar extramuros el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el senador Martín Lousteau y el dirigente bonaerense Emilio Monzó tendrá su correlato parlamentario. En la Cámara Baja Sebastián García de Luca, hombre de Emilio Monzó, y Emiliano Yacobity, representante de la UCR de capital con Enrique “Coti” Nosiglia y Martín Lousteau a la cabeza, serán sus principales referentes.
Por ahora el acuerdo que contiene a todos los sectores de Juntos por el Cambio tiene como límite el desarrollo de las sesiones extraordinarias y el reparto de las Comisiones. Luego de eso el destino de la alianza que gobernó al Argentina durante los últimos cuatro años es incierto.
El ala dura del PRO, que por ahora le sigue respondiendo a Macri, tendrá como principal referente a Cristián Ritondo. Por su parte, el radicalismo seguirá comandado por el experimentado dirigente cordobés Mario Nergi, un hombre respetado dentro del Cámara, que deberá mantener el liderazgo dentro se su bloque acechado por el mendocino Alfredo Cornejo.
La historia parlamentaria muestra que es casi imposible evitar la erosión de un bloque luego de abandonar el poder y marca como un error estratégico el intento de conducción de quien cayó derrotado en las elecciones. Se sabe: Cambiemos en general y Macri en particular no abrevan en la historia. El resultado de esa lógica terminó por cerrarles el camino a un segundo mandato, lo que está por verse es cuál es resultado a la hora de volver a ser oposición.
En ese marco y contra reloj Graciela Camaño trabaja para la construcción de una tercera vía parlamentaria. “La Negra”, como la llaman todos en la Cámara, quiere articular un bloque que contenga a lo que queda de Consenso Federal y algunos bloques provinciales. La intención es acumular poder desde el centro de la polarización con votos que se podrían tornar claves en temas controvertidos. «
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