Luego de tres días por los que pasaron casi 200 bandas y alrededor de 70 mil personas, bien entrada la madrugada del martes,Cosquín rock puso punto a final a su 17 edición con La Beriso en el escenario principal y Los Twist finalizando la celebración de los 50 años del rock argentino en el temático. La jornada del lunes había arrancado con una fuerte tormenta pasado el mediodía que obligó a atrasar un poco la largada algo que se compensó con las horas- y a acortar los sets de algunos artistas, para que todos pudieran tener su espacio como fue pactado. Sin dudas, y a juzgar por la concurrencia de 25 mil personas, poco más que los días anteriores, se trataba de la jornada más esperada. Un cierre contundente con la banda más convocante de la actualidad, La Beriso, el siempre efectivo set de Las pelotas y el escenario temático con muchos de los artistas que tejieron la historia del llamado rock nacional. Era difícilcaminar el lunes de una punta a la otra del Aeródromo Santa María de Punilla. Es que el predio de nueve hectáreas rodeado de cerros, con cinco escenarios, tuvo -como las jornadas anteriores-música en continuado desde temprano, en un soberbio muestrario de la versatilidad del rock local pero ésta vez se sumaba una propuesta que era un festival por sí misma: la de los 50 años. Festejo. El negro Medina, Ricardo Soulé, Javier Martínez, Willy Quiroga, Celeste Carballo, Fabiana Cantilo, Pedro Aznar, David Lebón, Los Twist y Fito Páez fueron los artistas encargados de animar la celebración que tuvo mucho de reminiscencias y de clásicos infalibles que emocionaron a los presentes. Los ex Manal y ex Vox Dei fueron quienes corrieron el telón, juntos en la grilla pero no revueltos. Dando por tierra todo tipo de especulación brindaron contundentes set solistas, con repetición de tema incluido como sucedió con Génesis. Problema para nadie, claro. Las chicas hicieron lo suyo. Celeste la rockeó como nunca con su guitarra y su para nada forzada euforia y agite con el público. Me vuelvo cada día más loca, dio inicio al set donde repasó gran parte del repertorio que la ubicó como la JanisJoplin del rock argentino. Qué suerte que viniste, Querido Coronel Pringles, Queja y el cierre con Es la vida que me alcanza, guiaron a una Celeste de especial buen humor y entrega.FabiCantilo, con Claudia Puyó de invitada, repasó sus versiones de grandes temas del rock local. Fito Páez arremetió pasadas las 21 con El chico de la tapa de su disco Tercer mundo y dos poderosas versiones de A las piedras de Belén y Gente sin swing del álbum Ciudad de pobres corazones. El rosarino recorrió gran parte de su carrera con gemas de todas sus épocas (Polaroid de locura ordinaria, Brillante sobre el mic, 11 y 6, Al lado del camino, Circo beat) para un final a capella con sus músicos y el público aunados en Y dale alegría a mi corazón. ¿La perlita? Cowboy de Los Ratones con Juanse y Rolo. La consagración. El cierre del escenario principal estuvo a cargo de una banda recurrente en la grilla de Cosquín Rock, La Beriso. Esta vez, y tras llenar un estadio River, el grupo comandado por Rolo Sartorio se reencontró con su público para ponerle cierre al festival y demostró que la fidelidad de sus seguidores, a fuerza de trabajo, independencia y garra, sigue intacta y que lo que empezó como un fenómeno crece en cada lugar donde se presentan. Antes, Los Guarros celebraban el reencuentro después de 20 años y regalaban, entre otros clásicos del grupo una potente versión de Vamos a la ruta, con un Javier Calamaro visiblemente emocionado por volver a subirse al escenario con su emblemático grupo. Los violadores también hicieron de las suyas con varios de los temas que los ubicaron como referentes absolutos del punk local, apoyados por proyecciones y animaciones en video reflejadas en las pantallas de los costados y del fondo del escenario, de las más atractivas del festival. Las pelotas y Kapanga, dosfijas del encuentro cordobés encendieron la euforia de los presentes con varias de sus composiciones infalibles. El Mono jugó de local una vez más con su carisma y la banda comandada por Daffunchio recorrió su historia entre clásicos de la primera etapa del grupo y algunas novedades de su último disco Brindando por nada para terminar con Juanchi Baleirón de invitado en el clásico de Sumo El ojo blindado.