Cielo Razzo: “Este disco habla de volver a ser comunidad y no ser tan individualistas”

Como si se tratara de una persona humana, al cumplir los 30 Cielo Razzo hizo un disco que invita, a quien quiera, a escuchar cómo es la historia de lanzarse a lo suyo y crecer: una experiencia llena de colores y matices que no alecciona y lejos de pretender enseñar, abraza, contiene, abriga como el amigo que siempre está incluso cuando no se lo ve, porque vive dentro de uno. El día fuera del tiempo escapa al mote de disco o sonido maduro; es la sonoridad sólida de quien sin dejar de correr, empieza a hacerlo a otro ritmo, uno que acompaña el paso del tiempo y, en ese alejarse del vértigo empieza a disfrutar de otra manera del camino: nada en él indica que se desconoce lo andado, muy por el contrario, fue -como acaso sintetiza el tema de apertura, “Polen”– todo aquello que pasó lo que permitió esta mirada más acompasada de hoy. 

“Un elemento clave y por el que es un disco totalmente distinto, y que me gusta aclararlo, es que gran parte de las canciones son de Diego (Almirón)”, devela el secreto del cambio, por así decirlo, Pablo Pino, voz cantante y representativa de la banda. “Normalmente los que conocen la discografía de Cielo saben que las canciones son un 50-50 (entre Pino y Almirón), y en este caso se podría decir que son 80-20. Entonces tiene mucho de lo que es la manera de Diego, la forma de ver que él cuando escribe. Y a mí me parece genial y estoy totalmente atrás de su filosofía, comparto todo lo que está diciendo: somos muy compañeros: sé de dónde viene y de dónde arranca su forma de pensar y por qué está pensando como lo que está pensando”, completa sin disimular la emoción de su voz porque haya sido así. “Lo que sí, melódicamente y en cuestiones de estructura -explica sin perder entusiasmo- estamos con una cara muy importante que es la de Diego mostrando gran parte de las canciones. Después las trabajamos y componemos entre todos. Pero la idea, el esbozo, la primera pincelada es de él. Y yo termino de comprender el disco recién ahora que está salido. Y estoy muy contento de que las canciones hayan salido de él y no de mí. De mí salió una sola y trabajé las letras de algunas otras. La obra está direccionada por él.” 

Algo que, como los jugadores que cambian de puesto, disfrutan de una manera que no creían que podrían hacerlo. “Me parece increíble que pueda moverme para ese lado y disfrutar de eso. Y de una manera que me sorprende también.” Hay jefaturas que está bueno delegarlas, se le comenta, y responde con un: “Totalmente. Además son aprendizajes: hay que entender que cuando uno empieza a tocar tiene veintipico de años y es un egocéntrico espiritualista precioso. Y con el tiempo, darme cuenta de que aprendí otros modos y disfruto de situaciones musicales que no tienen mucho que ver conmigo -soy el cantante y me encanta cantar-, poder cantar las canciones de él es una enorme satisfacción. Las canto desde el primer disco, pero ahora tienen otro disfrute a mi manera de ver las cosas.”

La salida del disco tuvo sus vicisitudes. Estaba pensado para ser lanzado a la altura del show del Luna Park del año pasado, cuando la banda festejó sus 30 años, pero por esas cosas de “la urgencia y la adversidad, en fin, la vida misma” se fue postergando, “aunque las canciones ya venían dando vuelta” hacía un tiempo. “Lo estábamos preparando para un año atrás más o menos, y ahí viene la secuencia del cambio de productor y esperar este tiempo. Y después las trabajamos como pudimos. Estas canciones no tuvieron la misma forma que las otras en eso de cómo se compusieron, cómo se ensayaron y cómo se grabaron. Este fue un paquete distinto: trabajamos mucho en el estudio sala estudio sala, no fue el formato más clásico de componer, ensayar y grabar; en este caso fue componer un poco en el estudio también.”

Los ocho temas que dan forma a El día fuera del tiempo ya fueron exhibidos y festejados en las presentaciones de la banda en este 2024 (Sala de las Artes, Rosario; Club Paraguay, Córdoba; Tribus, Santa Fe,, Complejo Art Media, Capital Federal; Centro Cultural Güemes, Rosario (en dos oportunidades); Teatro Greison, Monte Grande; y en XLR Club, San Miguel), pero aún no tiene fecha de presentación oficial en Buenos Aires, algo a establecer en los próximos días, cuando se arme la gira que los lleve por el país.

Antes de cumplir los 30, Pino había dicho que Cielo Razzo era su “escuela artística y humana”, un hogar del que esperaba no mudarse nunca. “Tenemos nuestra diferencias como cualquier familia, y para mi Cielo es una familia. Creo que voy a seguir siendo Cielo hasta el último día también. No sé cómo va a ser, si estaremos todos juntos, si la banda frenará o no. Pero mi experiencia en Cielo es que siempre va a haber un show, un disco o una canción que pensar.” Eso no implica que Pino haya sido Cielo a tiempo completo: estuvo en  Los Bardos más de ocho años (“en un momento sentía que había canciones que no eran para Cielo”), y ahora acaso necesita salir un poco solo, por eso armó “un proyecto propio: Pino KR, que ahora está un poco frenado”. Sin embargo, “ahora pienso que todo lo que hago ya no siento que haya para Cielo o para no Cielo”.

El final queda para lo que a fuerza de crisis y crueldades de diversa calaña se hizo lugar común: el momento social. “Creo que este disco habla un poco de volver a vernos, a ser nosotros -la comunidad que nos rodea- más saludables como personas, no ser tan individualistas, volver un poco a la humanidad que para mí se está perdiendo con la velocidad de las redes, con la velocidad del insulto, con los golpes bajos, las mentiras. El día fuera del tiempo habla un poco de eso: tener un día para reflexionar, de si estamos seguros de que éste es el camino que queremos. Termina siendo una especie de servicio, quizás, la música. Me gusta verlo de esa manera.”

El arte como un sanador fuera de toda ciencia que ayuda a preservar y varias veces a fortalecer el órgano más inasible de lo humano: su espíritu. “A veces no lo notamos. Puede que haya quien diga expreso lo que quiero expresar, y me parece súper, pero también me interesa cantar algo que sume. Y las canciones que me dio Diego y su manera de ver el mundo me sirve para lo que siento que tengo que hacer.”      

Cielo Razzo – El día fuera del tiempo

Voz: Pablo Pino. Guitarra y Coros: Diego Almirón. Guitarra: Fernando Aime. Bajo: Cristian Narváez. Batería y Coros: Javier Robledo. Músicos invitados: Ale Vázquez: Glockenspiel en tema 6; Marcelo Vizzarri: teclados en todos los temas. Producción: Cielo Razzo.