A pesar de la heterogeneidad en la participación en la jornada del 12, la central cerró filas en favor del derecho a manifestarse y reclamó la excarcelación de los presos.
La conducción de la CGT no pudo fijar una posición homogénea con relación a como actuar el miércoles 12 cuando el Senado trataría la ley de Bases que finalmente aprobó. Los sectores más moderados representados en las figuras de Héctor Daer, Carlos Acuña y Andrés Rodríguez consideraron que no correspondía ni parar ni movilizar dudante ese día mientras que el bloque liderado por Pablo Moyano optó por movilizar aunque a diferencia de sindicatos como el SUTNA o Aceiteros optaron por no parar.
Por eso, formalmente, la organización dio «libertad de acción» a los sindicatos que la integran.
El mismo Andrés Rodríguez, luego de la represión y las 33 detenciones, consideró un acierto no haber participado de la jornada “con sectores ajenos a la CGT”.
Sin embargo, una vez que la justicia denegó la excarcelación a los 16 manifestantes que todavía se encuentra detenidos, la cúpula de la Central pudo consensuar una declaración en la que exigen la liberación de los presos y manifiesta su “estado de alerta ante la escalada represiva”.
Allí expresan su “preocupación por los hechos acontecidos durante y después de la concentración del miércoles pasado en el Congreso Nacional y reivindica el derecho a la protesta”.
Para los dirigentes se trata de un derecho “reconocido y protegido por nuestra Constitución Nacional y Tratados Internacionales de Derechos Humanos”.
Para el Consejo Directivo se trata de un derecho “esencial para el funcionamiento de la democracia por se la madre de todos los derechos humanos”. A la vez, señalan, “promovemos su ejercicio en forma pacífica y ordenada”.
Por eso, detallan, “repudiamos la pretensión de equiparar el ejercicio de este derecho a un Golpe de Estado” que, explican, representan una “falacia” que “pretende ocultar justamente un ejercicio autoritario del poder político al utilizarlo para reprimir y criminalizar a legítimos manifestantes”.
El texto difundido apunta a la justicia a quien insta a “no dejarse manipular” y exige “que investigue los hechos de violencia que fueron armados por personal profesional infiltrado, incluso con material bélico, que solo dispone el Ministerio de Seguridad y el de Defensa”.
De este modo la Central obrera pone la mira en Luis Petri y Patricia Bullrich como presuntos responsables de generar los hechos de violencia y vandalismo con el propósito de justificar y dar lugar a la violenta represión que pudo disipar la masiva manifestación.
Los discursos de odio que estigmatizan no son sólo discursos, generan actos violentos.
“Milei, sos una estafa” fue la consigna que se repitió en las calles durante la…
Si hay algo que exacerba es la organización de las mujeres y diversidades de la…
Desde el feminismo popular, la red que nació tras las denuncias de grooming y desapariciones…
El Fondo estaría dispuesto a aceptar esa pretensión a cambio de un compromiso de sumar…
El aliado radical de Milei que impidió la comisión investigadora del Criptogate quedó en el…
Después de que la Corte cerrara su participación en la mayor causa ambiental de la…
La histórica causa se inició con la destrucción ambiental del puerto de Dock Sud y…
La motosierra del gobierno recortó financiación y funciones del SENASA a cargo de los controles…
La cifra de fallecidos ya llegó a 13 y equipos de rescate todavía buscan personas…
Días pasados, al anunciar su regreso a un puesto de primer orden, Jorge Macri subrayó…
El senador Martín Doñate recordó la posición de la bancada contra la toma de deuda…