Cass Elliot: la historia de una cantante inolvidable postergada por la gordofobia

Por: Romina Zanellato

Hoy cumpliría 80 años la voz más determinante de The Mamas & the Papas, quien también desarrolló una exitosa carrera solista. Un repaso por su obra, su mirada del mundo de la música y los mitos que envolvieron su prematura muerte.

Una voz. Una voz que cantó una canción para enamorarse. Una canción que puede ser una película de amor en blanco y negro en Nueva York o un paseo en bote sobre el Sena en el atardecer de París o un baile lento, pegadito, entre dos amantes mientras cocinan su cena en un monoambiente de Buenos Aires. La voz de Cass Elliotsuena como un sueño de amor romántico. Es la escena de la película hollywoodense donde todo es posible, donde la chica dulce, inteligente y gorda conquista todos los escenarios del mundo y también el amor del público. Pero murió joven, de imprevisto, y su mito se construyó alrededor de una mentira gordofóbica. Una mentira que persigue su nombre como un fantasma después de su muerte.

Mama Cass, como también se la conocía, nació con el nombre Ellen Naomi Cohen en 1941 en Estados Unidos. Fue gorda desde niña, desde sus 7 años, y triunfó en los escenarios de su país y del mundo. Pocas veces se veía a una mujer sonreír y cantar en televisión con un cuerpo como el suyo. Es que Cass medía 1,65 y pesaba 110 kilos en la década de los sesenta. Era una de las dos voces femeninas de The Mamas and the Papas, esa banda legendaria que quedará para siempre relacionada a los movimientos hippies, anti guerra, hipersexualizados y experimentales de la juventud estadounidense de la época. 

Cass era la mejor voz de The Mamas and the Papas, pero no era la linda rubia cara de ángel por la cual se peleaban los varones de la banda. Le decían “la gran voz”, “la gran mamá”, la “big lady”, que si no es otra forma de decirle gorda. Siempre recordándole que era la Otra, no vaya a ser cosa que se le olvidara. De una dulzura que traspasa el tiempo, siempre actual, clásica, Cass elevó las armonías vocales hasta provocar un sonido propio, identificable en el vertiginoso y largo trayecto de la historia de la música. 

The Mamas and the Papas se formó en 1966 y fue un grupo de folk legendario. La voz de Cass viajó y se escuchó por el mundo entero. Le cantaban al calor de California con su mega hit “California Dreamin’” que todo el mundo escuchó por lo menos cien veces sin siquiera saber su nombre. El grupo marcó el ritmo de finales de los sesenta. Las historias internas, también. Conformado por dos varones y dos mujeres, los triángulos amorosos se multiplicaron hasta romperlo todo. Denny Doherty y John Phillips, los instrumentistas y cantantes de la banda, amigos con los clásicos cortes de pelo beatlescos estaban enamorados de la misma chica, nada más que uno se había casado con ella. Michelle Phillips era “la chica” de la banda, una rubia, flaca, de nariz respingada, deslumbraba al lado de Cass, que sufría la no correspondencia de amor por parte de Doherty. Las dos chicas con el look de los firuletes en los vestidos largos hasta el piso como túnicas, pelo lacio con la cintita alrededor de la cabeza, botas altas blancas como si fueran las Paquitas de Xuxa bajo los efectos del LSD sonaban en todos lados. Los roles estaban claros: Michelle era el objeto de deseo y, en cambio, Cass cantaba. 

Las armonías que hacían juntas eran un delirio de belleza, calidez y época. Escucharla a Cass es como volar sobre un campo en primavera y aterrizar en un picnic de amistad. Siempre llamaba la atención, porque su elegancia sobresalía, porque su cuerpo era un cuerpo no visto en la tele, porque su voz era única.

“Soy independiente”, le dijo al reportero William Otterburn-Hall según cuenta la revista Rolling Stone. “Valoro más que a nada en el mundo mi libertad de vivir y amar como quiera”. Con la banda sacaron cinco discos desde 1965 a 1968 y tuvieron diez grandes hits. Pero esa imagen de “Big Mama”, de la gorda maternal y bonachona, que le impusieron los medios y el público era algo que le molestaba. En la misma entrevista, Cass dijo que ella nunca creó esa imágen, “el público lo hizo por mí. Pero yo siempre fui diferente. Soy gorda desde los siete años, y ser gorda te aparta de los demás. Por suerte fui brillante con eso, tengo un IQ (coeficiente intelectual) de 165, y fui muy independiente, eso se convirtió en mi estilo de vida”.

Antes de irse de la banda al enterarse que su compañero (y amor secreto no correspondido) de The mamas and the papas tenía una relación paralela con la otra, con Michelle, Cass grabó una canción que cantó sola y la convertiría en hit. 

Stars shining bright above you / Night breezes seem to whisper: I love you”. Ese himno de amor que publicó la banda en 1968 ya tenía versiones previas de Doris Day y de Louis Armstrong y Ella Fitzgerald, pero sin embargo, fue su forma de cantarla, tan suave, tan enamoradiza, tan popular como un bocadito de chocolate la convirtió en un éxito. Se adueñó de la canción. Y fue tan grande que se lo reconoce como el inicio de su carrera solista. “Sueña un dulce sueño sobre mí”, canta y sonríe ese susurro que se convirtió en clásico.

A partir de ese año, Cass Elliot se lanzó como solista con su nombre y grabó seis discos. El último, en 1973, se llamó Don’t Call Me Mama Anymore, que se traduce como No me llames mamá nunca más, y que no es otra cosa una posición pública: ya no soy esa que conociste, esa que estaba en esa banda, esa que hacía las armonías, tampoco soy la maternal “big mama”, soy Cass Elliot.

En la canción de introducción del disco, Cass canta: “Cuando sos muuuuy extraordinaria como yo tenés que hacer cosas extraordinarias”. El disco salió en septiembre de 1973 y ella murió el 29 de julio de 1974. La encontraron en la habitación de su hotel en Londres, la noche después de completar dos semanas de éxito rotundo en el Palladium, como si hubiera agotado dos semanas continuas en el Gran Rex. Después del éxito arrollador que fue The Mamas and the Papas, su éxito como solista no sólo era una sorpresa para ella, también lo era para los demás. ¿Había otra música gorda exitosa? No, y ella estaba feliz con su ruptura definitiva con la banda y de la imagen que los demás resaltaban sobre ella. Se estaba enunciando: soy más que un cuerpo gordo. Pero eso no iba a ser así mucho tiempo más.

Su inteligencia, su simpatía y su elegancia eran un torbellino. Cass ponía en jaque todos los estereotipos cuando cantaba, cuando la veías moverse sobre el escenario o cuando la escuchabas hablar. Era simpática, divertida, hermosa. Y los medios la traicionaron.

En la habitación del hotel, ese  29 de julio de 1974, encontraron medio sándwich de jamón sin comer, y sin esperar la autopsia sacaron sus propias conclusiones. ¿De qué otra cosa puede haber muerto una mujer que medía 1,65 y pesaba 110 kilos? De gorda. Un médico lo sugirió y al instante The New York Times y la revista Rolling Stone lo confirmó: la glotona se atragantó. Rolling Stone dijo en su obituario del 29 de agosto de 1974 que Cass murió a causa de haberse ahogado mientras comía un sándwich en la cama y por inhalar su propio vómito.

Sin embargo, la causa de su muerte fue una insuficiencia cardíaca. Cass estaba haciendo una dieta súper restrictiva que puso en peligro el funcionamiento de su corazón. De hecho, no se encontraron restos del sándwich ni en la boca ni en la tráquea de Cass. Y el sándwich ni siquiera había sido mordido, estaba sin comer.

La cultura de la dieta, hiper agresiva y con supuesto mensaje saludable, había puesto en jaque su vida. Cass tenía problemas cardíacos debido a su obesidad y la dieta tan restrictiva fue más perjudicial para su salud que su propio peso.” La sobreexigencia la mató y el mito la humilló durante años.

En agosto de 1974, un mes después de la muerte de Elliot, un grupo de feministas gordas se juntaron a celebrarla en un encuentro de mujeres en Los Ángeles, Estados Unidos. Llevaban remeras negras de luto y velas. Una de las activistas del colectivo The Underground Fat tomó el micrófono y empezó a hablar: culpó al establishment médico de haberla matado por promover la pérdida de peso a pesar de conocer los peligros que acarrea, y dijo: “están cometiendo un genocidio contra las mujeres gordas”.

Esta manifestación del grupo The Underground Fat, conformado en su mayoría por lesbianas, fue el inicio del activismo gordx. Introdujeron la perspectiva feminista a la problemática de la gordura. El colectivo ya no existe, pero su influencia sigue siendo fuertísima, y logró transformar la injusticia y el odio hacia la gordura de Cass en una acción revolucionaria.

Cass Elliot: 19 de septiembre de 1941 – 29 de julio de 1974.

Compartir

Alberto Fernández declara por la Causa Seguros

La indagatoria al expresidente comenzó a las 10 en los tribunales de Comodoro Py.

2 mins hace

La Corte confirmó que Bolsonaro fue ideólogo del intento de golpe contra Lula

El argentino Cerimedo, aparece como responsable de la "desinformación".

5 mins hace

El gobierno sigue adelante con su «batalla cultural»: elimina el DNI no binario por decreto

Entre las excusas que esgrimen en Casa Rosada, está la "poca cantidad de personas" que…

45 mins hace

El retroceso de las ventas minoristas en septiembre derriba el optimismo del gobierno

El Indec informó que las ventas de supermercados y mayoristas cayeron en septiembre tanto en…

13 horas hace

Cúneo Libarona, sobre las denuncias por violencia de género: “Se creó una concepción hipócrita de que la mujer no miente”

Con argumentos polémicos, el ministro de Justicia defendió en el Senado un proyecto que busca…

14 horas hace

Proponen un fondo anticíclico al estilo FGS para respaldar los pagos de la deuda pública

Un paper postula su necesidad como garantía de la política fiscal del gobierno y para…

14 horas hace

La Corte Suprema ratificó el sobreseimiento de Milagro Sala en la causa Huevazos

El máximo tribunal nacional falló en contra de un recurso presentado por el exgobernador Gerardo…

14 horas hace

Serrat y un emotivo homenaje a Fontanarrosa

El cantante y compositor catalán reveló detalles de la amistad que lo unió durante décadas…

16 horas hace

Sturzenegger ahora impulsa que cualquiera que tenga un avión pueda llevar pasajeros

Buscan agilizar los trámites para que las avionetas privadas puedan trasladar personas. “A quienes tengan…

16 horas hace

Kicillof impulsa una ley para que la sala de 3 años sea obligatoria en la Provincia

El Ejecutivo giró al Senado bonaerense el proyecto de ley que establece que la educación…

17 horas hace

Asbesto en subtes, cierre de escuelas y enfermería: los temas que Grindetti informó vagamente en la Legislatura

Además, el mandatario evitó dar detalles sobre el cierre del Centro de Salud Mental de…

17 horas hace

Georgina Hassan ofrece un recital a beneficio de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos

La cantautora organizó el concierto especialmente para recaudar fondos para esta organización. Será el último…

17 horas hace