El partido se jugó en el estadio José Amalfitani sin público, respetando las disposiciones sanitarias por la pandemia. El equipo dirigido por Christian Meoni mostró una excelencia profesional superior en todo el campeonato. La ausencia de público no le quitó la mística al triunfazo de Boca.
La jornada histórica no tuvo su correlato celebratorio en las tribunas del estadio José Amalfitani porque claro, pandemia de COVID mediante, el partido se jugó al atardecer del calor porteño con el estadio de Vélez casi vacío, despoblado de hinchas, su aliento y su color. Los parlantes intentaron aplacar esta ausencia: amplificaron durante todo el encuentro los cantos grabados, a uno y otro lado de las plateas adornadas con cintas azules y amarillas -la local- y rojiblancas -la visitante-. Desde la platea norte siguió el partido un puñado de personas, entre periodistas, jugadoras de Vélez, y las futbolistas que no fueron convocadas para el encuentro. Desde los palcos, la secretaría técnica de Boca y la dirigencia de River presenció el encuentro.
Durante los noventa minutos, Boca hizo sentir la solidez y experiencia de sus individualidades y la identidad de juego colectivo que viene forjando partido a partido, desde el torneo anterior. Y aunque las estadísticas no sirven de nada a la hora de entrar a la cancha, los números de la historia también estaban -a priori- de su lado: de los 24 superclásicos jugados en la década, hasta hoy, River sólo había ganado dos mientras que el xeneize lo había hecho 14 veces, según datos relevados y difundidos por El Femenino. Boca se quedó, además, con los dos superclásicos de la era del semiprofesionalismo, ya que el primero que fue disputado el 24 de septiembre de 2019, también fue para el club de la ribera que jugó de local entonces y ganó por 5 a 0 frente a casi cinco mil hinchas en las tribunas. Lejos quedó aquel otro partido decisivo: el del 28 de julio de 2010, cuando se disputó el encuentro desempate por el torneo que definía un campeonato donde River y Boca llegaron a la última fecha con el mismo puntaje. En ese partido, River se impuso por 2 a 0 y se coronó campeón de fútbol femenino. Ayer la historia es otra.
Los números con los que cierra el campeonato el equipo dirigido por Christian Meoni dejan en evidencia la gran superioridad de Boca frente a muchos de los equipos locales. Ganaron los cuatro partidos del grupo por amplia diferencia, convirtieron 16 goles y no recibieron ninguno. En los cuartos de final vencieron a Platense por 8 a 0 y en las semifinales tuvieron su partido más parejo frente San Lorenzo en el que ganaron 2 a 0 sobre el final. De esta forma, Las Gladiadoras salieron campeonas invictas de este torneo rediseñado a 52 días, adaptado a los tiempos de pandemia, y sumaron su estrella número 24.
Así como el desarrollo del partido y los números dejan certezas del nivel de juego de Boca tanto a nivel colectivo como individual, también ponen en foco algunos puntos a los que hay que mirar para ajustar de cara al desarrollo del fútbol femenino en el país: Cuando se anunció la (semi)profesionalización del fútbol femenino argentino en marzo de 2019, Boca fue el único club que firmó contrato a todas sus jugadoras. La inversión y el sustento económico, el proyecto a largo plazo, la federalización (sólo uno de los equipos que disputó el torneo no es del AMBA) y las condiciones de desarrollo de la disciplina aparecen como piezas claves para ajustar en el fútbol local.
El partido
El equipo xeneize dirigido por Meoni salió a la cancha manteniendo la formación que presentó en los últimos encuentros: Laurina Oliveros; Julieta Cruz, Florencia Quiñones, Noelia Espíndola y Eliana Stábile; Lorena Benítez, Clarisa Huber, Fabiana Vallejos; Carolina Troncoso, Andrea Ojeda y Yamila Rodríguez. Por su parte, Daniel Reyes hizo modificaciones en River: Brenda Molinas por Florencia Chiribelo; Laura Felipe, Andrea López, Daniela Merelles, Bettiana Sonetti; Melina Moreno, Vanessa Penuna, Agustina Vargas por Justina Morcillo; Carolina Birizamberri, Lourdes Lezcano y Martina Del Trecco por Lucía Martelli.
El partido comenzó que comenzó trabado los primeros minutos, con una salida táctica y contenida de ambos equipos se abrió rápido, cuando Boca buscó el medio del campo de juego y atacó por su derecha, con Clarisa Huber como volante de creación, que abrió el marcador a los trece minutos. Dos minutos después, Yamila Rodríguez, la 11 de Boca y jugadora de la selección, metió potrero en el Amalfitani, quebró la cintura y definió al arco con un derechazo. A esa altura Boca ya ganaba 2 a 0, tenía la posesión de la pelota, dominaba el encuentro y buscaba más. Mientras Reyes le daba indicaciones a una de sus jugadoras clave, la uruguaya Carolina Birizamberri, llegó el golazo de Lorena Benítez desde afuera del área. Todo era ataque de Boca. Las delanteras Andrea Ojeda y Fabiana Vallejos jugaban sin pelota, intercambiaban sus lugares y se llevaban marcas hasta mitad de cancha, generando espacios para que sus compañeras llegaran cómodas. En el otro área, Florencia Quiñones marcaba de cerca a Birizamberri y contenía su juego. El equipo de Reyes perdió la posesión de la pelota y las modificaciones hechas por el director técnico no surtieron el efecto buscado: el doble cinco planteado no logró frenar a Benítez. Cada vez que Boca buscaba avanzar por el centro, encontraba a la 16 lista para asistir rápido y abrir el juego con Troncoso y Huber. Y antes de que terminara el primer tiempo, llegó el gol de Vallejos, tras una asistencia de Troncoso, y el gol de Ojeda después de un centro de Huber. River recién llegó a los 45 minutos con un cabezazo de Birizamberri al palo izquierdo del arco de Boca que Laurina Oliveros contuvo sin problemas.
Para el segundo tiempo ya anochecía en el Amalfitani, Boca ganaba 5 a 0 y el partido tomó otro ritmo. Las Gladiadoras salieron tranquilas, a esperar, sabiendo que era difícil que la historia cambiara el rumbo. Reyes hizo modificaciones pero sin alterar el planteo de juego. Y Yamila Rodríguez pisó la pelota, apiló rivales, metió un pase cortado para Huber que la habilitó a Ojeda y Boca gritaba gol nuevamente a los trece minutos. Tres minutos más tarde, Vallejos volvía a marcar para ampliar la diferencia y sellar el resultado final. Recién entonces sí llegaron los múltiples cambios en Boca mientras las Millonarias, a pesar del resultado, seguían metiendo actitud en cada pelota buscando el descuento en los pies de Birizamberri, hasta que la árbitra María Laura Fortunato pitó el final del encuentro. Las jugadoras de Boca se abrazaron y cantaron en la medialuna del área del arco defendido por Oliveros.
Históricas
Después de los noventa minutos de juego, tuvo lugar la premiación donde se distinguió la labor de la terna arbitral con reconocimiento internacional: María Laura Fortunato, Mariana de Almeida y Gisella Trucco. Por su parte, Andrea Ojeda – que lleva más de 400 goles con la casaca azulgrana desde 1999- sumó dos tantos en el encuentro y superó a Birizamberri, y recibió su distinción como goleadora del certamen con diez tantos.
En la ceremonia, la mediocampista de 22 años y jugadora de la selección nacional, Lorena Benítez fue reconocida como la mejor jugadora del torneo. Y después de la entrega de la medalla de plata a River, que ya con el pase de Boca al partido final y con su lugar asegurado por haber quedado primero en el Torneo 2020 tras la suspensión por la pandemia, ya estaba clasificado a la Copa Libertadores Femenina 2021, que se realizará en marzo -y por primera vez- en la Argentina.
Después, entonces sí llegó el momento tan esperado por las jugadoras de Boca: su capitana Florencia Quiñones levantó la copa entre fuegos artificiales y papelitos de colores que estallaron en el centro del campo de juego. En el parlante la voz de Rodrigo cantaba Maradó Maradó y las futbolistas, con bombos, paraguas y banderas dejaron el trofeo en el medio de la cancha para seguir la tradición del festejo: tirarse de palomita al césped, y que el golpe contra la tierra confirmara que no fue un sueño. Ese que vienen persiguiendo desde el torneo 2013, la última vez que salieron campeonas. Y a pesar de que poca gente las seguía desde las tribunas, sabían que del otro lado de la televisión y la radio y las redes sociales las estaban mirando.
Esta vez sí. Y cada vez un poco más. Sabían las jugadoras de Boca que no era un festejo más porque la fecha quedará marcada en los calendarios futboleros y deportivos del país. Después de muchos años de lucha de las futbolistas y futboleras y de los movimientos feministas en la Argentina por primera vez se juega una final para definir un torneo de fútbol feminino semiprofesional. Y sí, por primera vez hay primeras campeonas semiprofesionales en Argentina.
Boca en números
43 Campeonatos fueron los disputados
24 Ocasiones salieron campeonas
6 Títulos consiguió Boca en forma invicta
32 Partidos sin perder
33 Goles a favor convirtió Boca durante este campeonato
0 Goles en contra
25 Superclásicos jugados
15 Superclásicos ganados
53 Goles a favor en esos partidos (River 15)
La última vez que ganaron el campeonato fue en 2013.
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