Con el talento de los hermanos Coen, Monty Python o Jane Campion, son producciones que marcaron épocas, lenguajes y audiencias. En clave de drama, policial, comedia o relato fantástico, hoy se pueden disfrutar en cualquier lugar y en cualquier momento.
También conocida como Los caballeros de la mesa cuadrada, se trata de una obra maestra de 1975, de los alocados genios ingleses Graham Chapman, John Cleese, Michael Palin, Eric Idle, Terry Jones y Terry Gilliam, estos dos últimos encargados de la dirección de esta historia. Una parodia a la época medieval y a las tradiciones británicas, la película funciona también como una crítica solapada a la vida moderna, cuya base para la sátira es la leyenda del rey Arturo. Con su humor rebuscado, Monty Python muestra el agudo poder de observación de los creadores ante las situaciones ridículas. Una obra de bajo presupuesto, donde la carencia de recursos para utilería y vestuarios y para rodar en locaciones adecuadas fueron aprovechadas para exacerbar la ironía y el humor.
Disponible en Netflix.
El show de Truman (Una vida en directo)
El gran salto al reconocimiento de crítica y público del actor que hoy nos ocupa llegó en 1998, de la mano de un director consagrado en los 70: Peter Weir. Aquí, Jim Carrey hace de Truman Burbank, un hombre feliz de su vida, que cree y siente que su vida es la más feliz que haya podido imaginar. Sin embargo, sin saberlo, es el protagonista de un programa de televisión seguido por millones, en un formato que ya había aparecido y que hoy es tan común como el reality show. Pero un día sucede lo que no debería suceder, y el dilema entre conocer la verdad, la identidad y lo que se cree ser, se exponen con todo dolor. El film resultó todo un cimbronazo y abrió aristas inesperadas sobre lo que se percibe y cómo se construye la propia subjetividad.
Disponible en Amazon Prime, HBO Max y Google Play Movies.
El poder del perro
Este drama de cowboys basado en la novela homónima de Thomas Savage le valió a su realizadora, Jane Campion, el Oscar a la mejor dirección en la redición de los Premios de la Academia de este año. Benedict Cumberbatch fue nominado como mejor actor por su notable papel de un vaquero que, a principios del siglo XX, tiene conflictos con su sexualidad. La película causó revuelo en ciertos sectores de la sociedad del Oeste norteamericano y el propio Cumberbatch habló de las críticas como producto de la “masculinidad tóxica”. En pantalla, los hermanos Burbank son los propietarios de un gran rancho en la zona de Montana. George (Jesse Plemmons) es más bien introvertido, tiene instrucción universitaria y grandes cualidades como jugador de ajedrez. Phil, en cambio, es un hombre rudo dedicado al trabajo de sol a sol y al negocio familiar. George se casará con una joven viuda (Kirsten Dunst) y el hecho desencadenará una serie de reacciones inesperadas por parte de Phil, que intentará todo para destruir a la nueva esposa de su hermano.
Disponible en Netflix.
Sin lugar para los débiles
En este film de 2007 el dúo creativo retoma la senda que los hizo grandes, puede decirse, y vuelven a mirar a sus personajes con cierta piedad, una misericordia que les permite empatizar con ellos y así sacarles el mayor y mejor jugo posible. Ambientada en 1980 en la frontera de Texas con México -es una de las ubicadas en épocas más contemporáneas-, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes, descubre los cuerpos de unos hombres acribillados a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo. Pero lo que Moss siente como una bendición. no lo será: su descubrimiento lo llevará a cruzarse con Anton Chigurh (Javier Bardem), un asesino espeluznante por su brutalidad, pero mucho más por su estirpe y facha: su figura hace imaginar que aplicará sobre su víctima una crueldad mayor a la que efectivamente termina aplicando. Los Coen consagran en Hollywood a Bardem. Y dejan huella.
Disponible en Movistar Play, Apple iTunes, YouTube y Google Play Movies.
Gran Torino
En esta producción de 2008, casi octogenario, Eastwood percibe que los viejos se han hecho una carga tan insoportable como descartable, y que los niños, en su formación, han quedado un poco librados a su suerte. Para sazonar el plato, lo llena de racismo, aunque uno que le compete generacionalmente (y de paso le permite tratarlo sin reparo alguno de corrección política): su personaje Walt Kowalski (de origen polaco) odia a los coreanos desde que participó en la guerra de Corea en 1950. Jubilado como obrero de la industria automotriz, odia a su familia a la que ve sólo con intenciones de sacarle plata, y sólo ama un coche Gran Torino de 1972. Resentido con la vida por la reciente muerte de su mujer, sólo el púber coreano Thao Vang Lor (Bee Vang) cambia la perspectiva de su existencia, y sobre todo de cómo despedirse de la vida.
Disponible en Amazon Prime Video, Movistar Play y Google Play Movies.
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