La exprecandidata a gobernadora santafesina dialogó con Tiempo y justificó la ausencia de la foto de unidad.
– ¿Puede que ésta sea la oportunidad del peronismo de volver al poder en la provincia?
– El peronismo, con sus partidos aliados, ha tenido una diferencia importante por sobre el Partido Socialista que está en el gobierno, y la suma de los dos espacios resultaría, si todo se mantiene igual, ganadora en la próxima elección de 16 de junio. El Frente Progresista, de Antonio Bonfatti, representa un volumen de votos que es equivalente al espacio Sumar, de Perotti. Están muy parejos, pero me resulta todavía de difícil lectura política, porque no es lo que encontramos en los santafesinos cuando hablamos. Será un voto que tenga que ver con un núcleo duro o con una expresión de no apoyo al peronismo, que antes iba a Cambiemos y ahora está golpeado. En toda la provincia recibís insatisfacción por la inseguridad, el narcotráfico, la cuestión productiva de la provincia. Lo que la ciudadanía expresa no se corresponde con los votos estrictamente. La marca Cambiemos tuvo el 20% de los votos con José Corral, el intendente de Santa Fe, y en la categoría intendente bajó muchísimo en Rosario. Hay un dato no menor: si bien votó un 68% que es lo que se suele votar en las primarias, hay un alto porcentaje de votos en blanco y anulados que, si se suma al 30% que no votó, llega a un 40%.
– ¿Cómo van a trabajar la unidad?
– Hubo mucha ansiedad por la foto, son como clichés que se ponen de moda. No hubo foto, no por ostracismo ni mucho menos, como dicen los diarios, sino porque la carga de Santa Fe empezó a agilizarse a partir de las 2:00 de la mañana. Fue entonces cuando sacamos un tuit felicitando al espacio y agradeciendo a todos. Trabajaremos sin ser invasivos, porque esto tiene que ver con la convocatoria que recibamos, con la vocación de acompañamiento. Hay muchos compañeros nuestros que han ganado la interna como senador y forman parte de la lista de diputados, han ganado comunas, voy a acompañar la decisión, porque además es la regla básica de cualquier competidor.
– ¿A qué candidato migrará su voto?
– Los votos no pertenecen a nadie. El tipo de voto que nos acompañó a nosotros, no es estructurado, orgánico, un voto del PJ, es más independiente, que va atrás de la persona, que valora la coherencia, la ideología, y que no es orgánico. No puedo garantizar más que lo hecho, y decir que entendemos que cuando uno va a una PASO sabe que puede ganar o perder y se pone a disposición del espacio que ganó. Siempre lo tuvimos claro, la provincia de Santa Fe es importante en lo que refiere a la próxima elección nacional, en términos de la construcción del proyecto nacional que tenga que ver con los valores de los que menos tienen y que tenga como eje el pueblo argentino. Sería muy soberbio decir que los votos los vamos a trasladar. Vamos a hacer todo lo posible para trabajar un espacio que nos represente a todos. Sin que signifique eso que tengamos que pedirle nada a los votantes. Dependerá mucho más de Omar que de nosotros, tendrá que hablarle a un votante que no lo eligió en una primera vuelta. Se escapa a la responsabilidad nuestra.
– ¿Qué proyección nacional puede tener un triunfo peronista en la provincia?
– No cabe duda de que todo el país miraba el domingo a Santa Fe para ver cómo salía posicionado el peronismo. Si una provincia como la nuestra va a ser gobernada por el peronismo tiene una fuerte lectura nacional, de la misma manera que Córdoba o Buenos Aires. Nuestro esfuerzo y aporte es que teníamos que tener una propuesta para la provincia de Santa Fe que pudiera contener las distintas miradas de quienes votaban al espacio de Perotti y al nuestro. Ahora está la construcción de un acuerdo programático que pueda saldar esas diferencias, que incluyan temas como la inseguridad la lucha contra el narcotráfico y recuperar la matriz productiva de la provincia que estaba en la plataforma de ambos. Nos interesa mucho la educación y la niñez y lo vamos a hablar para ver cómo va a ser priorizado, lo mismo la tecnología en función de la producción.
– ¿Cómo analiza la situación económica nacional?
– Es una situación gravosa, hay muchísima gente que está sufriendo, ante gente que no reacciona ante ese dolor. No hay cosa que rebele más que no ser escuchado y comprendido. No veo reacción de parte del Gobierno más que redoblar la apuesta sobre las mismas prácticas. Una se pregunta si podrá llevar adelante prácticas virtuosas en las que no cree si no ha podido llevar adelante prácticas en las que cree.
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