El trovador vuelve con “Identidad milonguera”, un álbum dedicado a los bailarines de tango. El impacto de la pandemia y la necesidad de no quedarse con los brazos cruzados.
“Es una idea que me trajo Bebe, que tenía letras y me pidió que le ponga la música. Él estaba maravillado de lo que pasa en las milongas y hace años me mandó un mail y nos pusimos a trabajar. Yo también conocía a muchos de los que él quería homenajear, todos referentes acá y en el mundo de la danza y fuimos dándole forma a estos temas que terminamos lanzando ahora”, recuerda Prat. “Todo se fue dando de manera natural, nada fue apresurado”. Prat solo iba a ser el que componga la música, pero lo convencieron que tenía que cantar también: “Creo que nunca me imaginé que estos temas iban para mi voz, pero Pablo Valle me pidió que lo hiciera y Bebe, con quién ya tengo una complicidad y una confianza de años de trabajo, me terminó de convencer. Hay algo de murga y candombe en todo lo que hago, pero en este caso son detalles. Estoy orgulloso porque este es un disco que me pone en valor como intérprete. Creo que se nota que mi registro fue evolucionando. Espero que guste, pero desde ya que estamos muy contentos con el resultado”.
Para Prat “el baile de la murga es el eslabón perdido entre el compadrito y el negro. Son danzas que se relacionan. Expresiones de orígenes similares, pero distintas. La Milonga, el vals y la murga están cercanos al tótem que es el tango y que aglutina, musical y culturalmente, todo este tipo de expresiones populares. Por eso creo que disfrutamos tanto haciéndolo, porque es parte de nuestro nervio popular, parte nuestro”.
Si bien hace años que comenzaron a idear y trabajar en estas canciones, el disco fue realizado y terminado en pandemia, algo que le dio otra huella a este grupo de temas “Para esta runfla de músicos, este disco nos salvó de la tristeza, la desilusión y la falta de abrazos. La relación con la obra adquirió un valor superlativo y al mismo tiempo lo usamos de salvavidas. Intentamos hacer un disco para generar anticuerpos contra la amargura”.
Prat confiesa que la virtualidad, contrariamente de lo que esperaba, ayudó a terminar de dar forma a la idea. “La distancia y la imposibilidad de juntarse físicamente era un escollo, pero por suerte pudimos estar conectados. La forma en cómo la tecnología nos modifica, tiene muchos aspectos criticables, pero tiene una ventaja. Terminó siendo una manera de resistencia y una herramienta de supervivencia en este caso.” Para el músico este proyecto fue su manera de sobrellevar la cuarentena y no pensar tanto en los incontables problemas globales que trajo la pandemia. “No hay que quedarse nunca”, asevera.
Prat mantiene esa inquietud de los creadores y afirma: “Tengo mucho para contar y cantar. Siempre pido que la curiosidad y el azar no me abandonen. Son parte de mi camino. Siempre busco la inspiración, el deseo y la ilusión, vivo en ese puente hacia lo desconocido, me gusta este viaje que me tocó. Uno puede inspirarse con ayuda de otras artes, pero también de la realidad misma que da mucho material. Caminando en la calle, como una esponja, uno puede ver todo tipo de historias, que después pueden decantar en canciones. Si uno mira atento, hay letras y música en todos lados”.
La realidad mundial tiende a teñir todo de amargura y desilusión, pero para Ariel Prat el valor de lo creativo tiende a contrarrestar eso. “Evidentemente es una pelea que tenemos que dar dando material para la reflexión social y hablando de lo que nos pasa. Cada uno tiene que aportar desde su lado” opina el creador.
Más allá de la música Prat es docente en la universidad Nacional de Avellaneda, en la materia Cultura popular y carnaval, en la licenciatura de gestión cultural. “Esta bueno poder analizar la importancia de las expresiones populares legítimas. Hay muchas cosas impuestas por la industria y con un aparato de marketing detrás, pero siguen surgiendo representantes que son cercanos a la gente. No importa si te gustan o no, pero si la gente lo toma es por algo, tenga o no tenga talento. Si lo tiene, durará más, sino será temporal. Hoy la llegada es distinta, aparecen expresiones que movilizan diferente y tiene públicos distintos; el Indio o La Renga no tiene nada que ver con L-Gante, pero el fervor por ellos está y hay saber lidiar con ello. No creo que esté bien jactarse de cierto elitismo, juzgando si hay o no virtuosismo en esta u otra expresión. Creo que hay que saber respetar lo que producen en la gente y listo.”
Identidad milonguera. Nuevo disco de Arie Prat, quien estuvo a cargo de la música y de la interpretación de las letras e idea original del poeta Adolfo Marino “Bebe” Pont. Disponible en todas las plataformas digitales.
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