¿Cuáles son las consecuencias del Alquiler Temporario en casas y deptos?
Si por un lado, el alquiler temporario por plataformas compite de forma desleal con los alojamientos turísticos registrados por otro, causa graves consecuencias en el acceso a la vivienda y el desarrollo urbano.
Achica la oferta de viviendas para alquiler de forma creciente, impulsa una constante suba de precios, consolida los contratos cortos en alquiler permanentes, va dolarizando los precios, hace que se construyan cada vez más departamentos que no son para habitar sino para actividad turística. Se va expulsando la población hacia la periferia, se van consolidando «ciudades de paso» y de especulación, y los hogares inquilinos sufren la crisis habitacional. Al mismo tiempo el fenómeno del alquiler temporario es muy amigo de la vivienda vacía. El Estado está ausente y la oferta tiene monopolio que le sonríe. Las transnacionales como Airbnb. ¿Qué hacer entonces?
¿Seguir con la desregulación?
Desde las posiciones liberales y desde el sector del negocio inmobiliario se promueve no tocar nada. Desregulación. A nivel nacional no se controla la actividad de las plataformas que operan en el sector, tampoco se registran los departamentos en alquiler temporario y no se discute sus consecuencias. Fue el planteo que la Federación de Inquilinos Nacional le hizo hace poco tiempo al Ministro Lammens. A nivel provincial, por ejemplo en la Provincia de Buenos Aires tampoco hay regulaciones, y la Ley de Turismo es previa a todo este fenómeno. Está desactualizada. A niveles municipales, los planes de ordenamiento urbano y territorial tampoco tienen actualizados sus regímenes de uso ni regulaciones al respecto. La ven pasar como algo inevitable de “la época de las plataformas”. En los tres niveles no se sabe ni tampoco mucho se quiere. «La política” en general tiene miedo todavía de meterse con estas cosas.
¿Habilitación masiva?
Hay otro modelo. La registración masiva como forma de blanqueo de la actividad pero sin límites. El modelo Airbnb – Larreta en Ciudad de Buenos Aires. Se permite que todos los que quieran registrarse en el alquiler temporario lo puedan hacer . No se pone límites de zona, de cantidades, ni de tiempos, lo cual consolida el modelo de ciudad a medida de Airbnb y la especulación inmobiliaria. No combate sus efectos negativos para los inquilinos, en la oferta y los precios, y la crisis habitacional en las ciudades se profundiza. Tierra del Fuego estudia una registración similar. Ciudades como Tandil, en el centro de la Provincia de Buenos Aires, van por el mismo camino. El problema es que modelo multiplica el fenómeno y sus consecuencias.
El juego a tres bandas y la dolarización
Tenemos varios problemas de fondo que permiten el desarrollo de esta situación. La absurda dolarización de los inmuebles, que comienza en la última dictadura está en la base. A esto se le suma la solapa donde el Estado le dio la llave de las ciudades y del acceso a la vivienda al mercado. Pero tras este marco se suman otros elementos importantes. Lo que podemos llamar el juego a tres bandas. Los inmuebles van del alquiler permanente, al alquiler temporario y a la vivienda ociosa. Y el Estado no controla ninguna banda. Con este juego, y con la dolarización de fondo y las plataformas escribiendo el guión, la película no puede terminar bien.
Las medidas en lo urgente
Podemos tomar medidas. Registrar, zonificar y limitar cantidad. Primero la obligación de registrar la actividad. Pero con la registración no alcanza. Hay que zonificar. En la zona central o en varias zonas a la vez hay que prohibir esa actividad en casas y departamentos, para controlar indirectamente la oferta y los precios, así como el desarrollo urbano armonioso. Para evitar la expulsión de inquilinos y la turistificación.
También hay que limitar en cantidad. Estableciendo un máximo en la ciudad y limitar cantidad de departamentos habilitados en cada complejo de propiedad horizontal. Tanto en edificios en altura como viviendas multifamiliares. Esto es clave.
Ponemos en marcha esta batería de medidas, y para no dar lugar al efecto colador, ay que multar fuertemente la vivienda vacía. Controlando efectivamente el cumplimiento de la ley de alquileres. Con este conjunto de acciones podríamos empezar a hacernos cargo del problema. La crisis de la vivienda y de la vida urbana en nuestro país lo requiere. Si nos animamos podemos avanzar con una plataforma pública para el turismo interno también.
*El autor del artículo es uno de los referentes de la Federación de Inquilinos Nacional. Además, es concejal del Frente de Todos en la ciudad de Tandil
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Quien va a construir para alquilar si todo el tiempo estamos metiendo el palo en la rueda?,sin construcción no hay alquileres baratos
En Federación Entre ríos pasa exactamente igual. Tuve que mudarme al campo donde igual pago un alquiler alto pero sin contrato. Soy jubilada (cobro la mínima a pesar de haber trabajado casi 30 años) en Federación ya no hay alquileres permanentes para trabajadores que atienden al turista