El presidente, junto a Massa, Cafiero y la delegación diplomática, encara en Indonesia encuentros con Xi Jinping y Giorgieva con una agenda económica que puede resultar determinante para 2023. La ampliación del gasoducto de Vaca Muerta y el "Plan Biden", en carpeta.
El encuentro tendrá tres reuniones plenarias que comenzarán el martes y se extenderán hasta el día siguiente. Durante ese transcurso, que reanuda los encuentros presenciales de este grupo luego de la pandemia, el jefe del Estado concretará una serie de bilaterales. Hasta ahora está confirmada una reunión con el presidente de China, Xi Jinping, otra con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva y una tercera con el príncipe de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman, que fue pactada por el canciller Santiago Cafiero en la visita que concretó a ese país hace una semana, cuando viajó a Riad antes de trasladarse a Francia, donde comenzó el primer tramo de la gira presidencial.
También se esperan cuatro citas más, que todavía no han sido confirmadas oficialmente: con el primer ministro de India, Narendra Modi, con el canciller alemán Olaf Scholz, con el presidente de Indonesia Joko Widodo -anfitrión del G20- y con su par japonés, Shinzo Abe.
El inicio de la agenda de Fernández en el sudeste asiático será este lunes, con una cena que compartirá con el presidente francés, Emmanuel Macron. Será el séptimo encuentro que comparten ambos en cinco días, aunque en esta oportunidad no estarán solos, porque en la comida ofrecida por el mandatario galo también estarán los mandatarios de Egipto, Sudáfrica, India y Senegal. El foco será la convocatoria antibélica que impulsa Macron desde el Foro de París, que concluyó este sábado.
El chárter de Aerolíneas Argentinas que traslada a la comitiva presidencial abandonó París por la tarde del domingo, en un atardecer brumoso. Antes de salir, sumó al ministro de Economía, Sergio Massa, al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos y al embajador en Washington Jorge Argüello, que además es el sherpa argentino para el G20.
En la cita con Jinping, prevista para este martes a las 17.30, Fernández estará acompañado por Cafiero, Massa y el embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja. Durará media hora. El miércoles se encontrará con Georgieva, donde también estará el jefe del Palacio de Hacienda con un extenso temario que combinará los planteos argentinos específicos luego de la renegociación de la deuda soberana pactada a principios de este año. Sin embargo, sucederá en el marco de una discusión entre los socios del G20 que buscan redefinir la arquitectura financiera global luego de la pandemia y mientras la guerra de Ucrania parece extenderse sin encontrar freno diplomático alguno para lograr un cese de las hostilidades. El presidente ruso Vladimir Putin no viajará a Bali. En su lugar lo hará el canciller Sergei Lavrov, que estará en los plenarios donde también participará el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
Antes del encuentro con Jinping, Cafiero se reunirá con su par mexicano Marcelo Ebrard, en la previa del viaje que realizará Fernández al DF el próximo 24 de este mes para concretar una reunión bilateral donde también está invitado Luiz Inácio Lula Da Silva en calidad de presidente electo de Brasil.
La hoja de ruta de la bilateral con el príncipe de Arabia Saudita fue pactada por Cafiero en Dubai y según confiaron a Tiempo, Fernández está dispuesto a respaldar el interés de esa potencia petrolera para realizar la feria de internacional de comercio del 2030 en Riad, aunque el foco argentino está puesto en concretar inversiones del fondo soberano árabe para el segundo tramo el gasoducto Néstor Kirchner, que conectará al yacimiento de Vaca Muerta con la provincia de Buenos Aires a partir del año próximo y en su siguiente etapa prevé llegar a Brasil. Existe una carpeta de trabajo conjunto para el financiamiento de sistemas de riego y otra para explorar una serie de inversiones saudíes en materia tecnológica.
Por fuera de los encuentros bilaterales, Fernández también formará parte de una cita prevista para este martes que será protagonizada por el presidente de los Estados Unidos Joe Biden. Será para empezar a definir la letra chica del anuncio que hizo el G7 en la última cumbre realizada en Munich, Alemania, sobre un plan de inversiones e infraestructura de 650.000 millones de dólares que es considerado como un nuevo «Plan Marshall» que buscará reactivar la economía global luego de la pandemia, un objetivo que aparece difuso por el impacto de la guerra en Ucrania y el bajísimo pronóstico de crecimiento que el FMI prevé para el 2023. El encuentro despierta muchas expectativas porque no hubo precisiones sobre su implementación luego de la cumbre que el G7 realizó en Alemania. El paquete, que incluye un aporte de 200.000 millones de dólares por parte de Estados Unidos, será debatido en la reunión de Bali. Participarán los mandatarios de Indonesia, India, Alemania, Reino Unido, Japón, Sudáfrica, Corea, Canadá, la Comisión Europea y Argentina.
Hay otro encuentro de alto calibre dentro del G20. Será la bilateral que mantendrán Biden y Jinping, en otro round de la pulseada global que marcará las próximas décadas y que este año subió la temperatura en torno a Taiwán, tras la visita que realizó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Ese gesto desató la movilización de tropas chinas y una inédita tensión en la zona. Para Estados Unidos esta década será decisiva para definir la proyección global del gigante asiático. Washington lo considera una amenaza económica y militar, especialmente a partir del acelerado crecimiento de la flota naval china. Beijing relativiza esa perspectiva, aunque mantiene la misma caracterización sobre Estados Unidos.
No es la primera vez que una cumbre del G20 reúne a los protagonistas de esa Guerra Fría. En la edición de 2018, realizada en Buenos Aires, Jinping se reunió con el entonces mandatario norteamericano Donald Trump para frenar la guerra comercial entre ambos países. Se destrabó en una inesperada reunión bilateral que se concretó en el Hotel Alvear de Buenos Aires.
El esquema de trabajo de la cumbre de presidentes del G20 contará con tres sesiones plenarias orientadas a abordar la seguridad alimentaria y energética; el escenario sanitario global y la «transformación digital». De acuerdo a una propuesta de la presidencia temporaria de Indonesia, está previsto que todos los presidentes hablen en el primer plenario, pero que puedan elegir hacerlo en las dos instancias siguientes dedicadas a la salud y el eje tecnológico-digital. En ese tercer plenario la atención estará concentrada en Estados Unidos, porque Biden podría ofrecer detalles del cable de fibra óptica que planea construir. En el G7 habló de 200.000 millones de dólares, dentro del paquete de infraestructura de 650.000 millones.
De acuerdo a las evaluaciones del Palacio San Martín, Fernández tiene ampliar chances de hablar en los tres plenarios, porque Argentina tiene un rol estratégico «como un proveedor confiable de alimentos», por su capacidad de producirlos por encima de las necesidades globales. En un momento donde la FAO prevé una crisis humanitaria de hambre en África, Fernández destacará que Argentina puede jugar un rol clave, pero «para poder seguir aumentando la producción es necesario avanzar con obras de infraestructura que permitan ampliar la superficie cultivable sin afectar el medio ambiente, evitar la imposición global de regulaciones ambientales como barreras al comercio e instar a la cooperación para ampliar la producción de alimentos en otros países».
Respecto al eje energético el mandatario recordará que Argentina cuenta con petróleo y gas para afrontar el escenario de escasez impuesto por la guerra en Eurasia, pero también advertirá que para incrementar esa capacidad «serán clave la localización de inversiones, tanto en infraestructura para lograr la autosuficiencia energética de la Argentina como para convertirse en un exportador y, de esa forma, colaborar con la seguridad energética en la región y el mundo».
En los tres paneles Fernández intervendrá también como presidente temporario de la CELAC. Cuando se concrete la sección de salud, el Presidente recordará que en el continente latinoamericano vive el 8% de la población mundial, pero se registraron el 27% de las muertes por covid.
Antes de finalizar la cumbre la presidencia temporaria quedará a cargo de la India, cuyo mandatario es Modi, uno de los que tendrá bilaterales con Fernández. Para el 2024 será conducido por Brasil, que desde el próximo 1 de enero será presidido por Lula. Al año siguiente está previsto que la conducción del G20 quede a cargo de Sudáfrica, liderada actualmente por Cyril Ramaphosa. A partir de esos acuerdos, la organización de las próximas cumbres correrá por cuenta de tres de los cinco socios que forman parte del BRICS, los mismos que ya dieron su respaldo para que Argentina se integre a ese bloque político y comercial.
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