Hace dos años, el 20 de marzo de 2020, se instalaba una nueva terminología, la ASPO, cuyo primer impacto masivo y popular era nada menos que la suspensión de la histórica marcha. Eran tiempos de cuidarse, de guardarse como nunca antes habían hecho Madres y Abuelas. Era un nuevo desafío que transformó el dolor de no manifestarse en creatividad: cómo se mantenían activas las búsquedas de los nietos y las nietas que faltan encontrar mientras la población se aislaba en sus casas para que ya nada fuera igual. Las acciones virtuales aparecieron para achicar las distancias con los pañuelazos y el Plantamos Memoria, consigna que quedará en la historia como una de las imágenes de los dos años sin marchas.
Esta etapa acaso también sirvió para profundizar los debates y los modos para continuar el legado que construyeron los distintos organismo de Derechos Humanos desde el final de la dictadura. «Pasar la posta», se titula el suplemento especial de Tiempo que, como este 24, llegará a la Plaza de Mayo. Como ocurrió entre 2016 y 2019, la cooperativa vuelve a la marcha con dos puestos, uno en Avenida de Mayo y 9 de Julio y otro en Florida y Diagonal Norte. «Ese cara a cara que nació en 2016, en pleno vaciamiento del Grupo 23, te recarga de energías, nos encuentra con nuestro público y nos identifica como medio. Si estás bajoneado o bajoneada, el 24 te recupera. Es el día más importante de esta experiencia colectiva. Es el que confirma que estamos en el lugar correcto», arengó un compañero en la asamblea en la que se decidió que Tiempo también despliegue su bandera en el esperado regreso.
«Seremos felices de volver a estar juntos», escribe Ángela Urondo Raboy, hija de Paco Urondo y Alicia Raboy, en la contratapa del suplemento que reúne los principales desafíos para transmitir memoria a las generaciones que están cada vez más alejadas en el tiempo -aunque no en las problemáticas- de 1976.
La pandemia pospuso las marchas de los veinticuatro. También vació las calles de reclamos y protestas del campo popular. Las expresiones de derecha aprovecharon para instalar discursos negacionistas y banalizaciones. Contaron con un respaldo clave: la complicidad de los medios corporativos permitió que esas manifestaciones fueran mostradas como masivas.
En ese recorrido y unos días después de otro multitudinario 8M, este 24 de marzo aparece en el calendario como una fecha bisagra. Un momento que, incluso cuando todavía se desconocía si iba a ser presencial, generó una cuenta regresiva. Un conteo a la esperanza del campo popular. La vuelta incluye una nueva simbología: se usarán barbijos para seguir cuidándose y para decir, una vez más, #Nunca Más, #Son30Mil y #DóndeEstán «
El presidente quiere mantener el ancla cambiaria hasta las elecciones de octubre. Pero el dólar…
El presidente le hablará a la Asamblea Legislativa en medio del criptogate. Sin embargo, contabiliza…
La reunión estaba pensada para analizar la situación en el marco del criptogate y el…
Hubo reportes ante el FBI y el Departamento de Justicia. Un estudio de Nueva York…
El escándalo del viernes 14 de febrero fue un reflejo del país y la sociedad…
El encuentro de los presidentes duró 10 minutos. Fue después del discurso del mandatario argentino…
El fiscal Taiano impulsó la investigación por abuso de autoridad, estafa, tráfico de influencias y…
Gustavo Córdoba y Julieta Waisgold coinciden en la penetración transversal del escándalo en la opinión…
En una jugada imprevista, lanzó el Movimiento Derecho al Futuro, con el que busca erigirse…
Es una de las actrices y directoras más reconocidas del teatro off. Pero la psicóloga…
La gran pianista y docente cordobesa de 92 años publicó dos discos casi en forma…
Nació a partir de los lockout de las patronales agrarias por la 125, ganó gran…