Tiempo es un producto de la democracia. Un caso apasionante de construcción colectiva. Hoy quisimos que otros hablen por nosotros, para empezar a componer la etapa que viene.
Soledad Quiroga, integrante del staff de fotografía y audiovisual de Tiempo Argentino, venía trabajando junto a otras dos colegas en un proyecto que buscaba retratar a personas que habían votado por primera vez en 1983 y que, a lo largo de sus vidas, atravesadas por el proceso democrático, habían elegido algún tipo de militancia o participación colectiva como un modo de reafirmarla y construirla cada día. Lo llamaron 1983: cuando volvimos a la democracia, y un fragmento de ese trabajo fue incluido en este especial, porque de algún modo fue inspirador de la línea conceptual que finalmente terminaron adoptando estas 16 páginas que hoy llegan a las manos de nuestros lectores y lectoras.
¿Qué quisimos narrar entonces? Hechos sobresalientes del período a través de la palabra de los protagonistas de algunos de esos momentos como enlace de historias más abarcativas. No se trata de personalidades públicas solamente. Aquí encontrarán políticos avezados, jóvenes que inician su carrera militante, trabajadores, empresarios pymes, científicos, luchadoras por los derechos de las personas, deportistas, exfuncionarios, artistas, sindicalistas. Una foto de la Argentina que supimos construir, no exenta de conflictos, crisis y resabios del pasado, pero a la vez decidida a no perder lo conseguido luego de los siete años más oscuros de los que tengamos recuerdo.
Este especial llega, además, en un momento bisagra que no registra antecedentes en estas cuatro décadas. El 10 de diciembre, justo en el aniversario de la democracia y el Día Internacional de los Derechos Humanos, asumirá en la Argentina un presidente de ultraderecha que llegó al poder por el voto popular prometiendo políticas crueles para la ciudadanía, incluida aquella que lo votó, y cuestionando una de las pocas políticas de Estado que nos convirtió en la envidia del mundo entero: Memoria, Verdad y Justicia. Hace rato que algunos pensadores venían advirtiendo que el mundo expresaba cierto agotamiento frente al sistema que la mayoría de las naciones, con sus variables culturales e ideológicas, eligió para ordenarse institucionalmente. Lo llamaron «insatisfacción democrática».
Qué paradoja, qué ironía del destino que este 40° aniversario nos enfrente a un modelo político, económico, social y cultural que promete dar vuelta como una media las construcciones de estas cuatro décadas.
Tiempo es un producto de la democracia. Un caso apasionante de construcción colectiva. Hoy quisimos que otros hablen por nosotros, para empezar a componer la etapa que viene. «
Lo admitieron voceros del organismo en Washington. El Gobierno quiere dinero "cash" para pagar vencimientos…
Una muestra fotográfica refleja las realidades de chicos y chicas institucionalizados. Hay más de nueve…
También anuló la prohibición para ejercer cargos públicos. Había sido condenado por el pago de…
El gobierno giró el proyecto de Ley para eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias…
El fallecimiento del fueguino Héctor Stefani abrió una pelea por la banca que se disputan…
El ndec registró un aumento del costo del 1% y las empresas registraron una variación…
Habrá tres tipos de evaluaciones: para servicios generales, administrativos y profesionales. El personal tendrá que…
Comenzará a las 19 horas en todas las universidades públicas del país, en conmemoración al…
El expresidente será indagado por hechos de violencia de género y presunta "coacción" hacia Yañez,…
Este jueves comienza el certamen oficial, pero desde el viernes tendrá lugar en la misma…
La autora, directora y actriz presenta una obra nueva, en la que cuestiona el uso…
El músico padecía de una grave enfermedad que lo había alejado de los escenarios y…