Ante una multitud reunida en la Plaza de Mayo, el flamante presidente Alberto Fernández convocó esta noche a iniciar una nueva etapa política con valores opuestos a los que marcaron el paradigma ideológico del gobierno de Cambiemos. “Empieza un tiempo distinto: a la meritocracia vamos a imponerle la solidaridad”, subrayó el mandatario en los festejos populares por el inicio del gobierno del Frente de Todos.
Fernández recordó su encuentro con Néstor Kirchner como un momento fundacional de su vida política, reconstruyó como una “aventura” su trabajo junto al fallecido ex mandatario y agradeció también haber conocido a CFK. “Le agradezco a la vida que ese día también me crucé con Cristina”, puntualizó.
“Alguna vez nos distanciamos y nos reencontramos porque no había diferencias centrales entre nosotros. Nos habían distanciado formas y modos. Eso favoreció que este espacio se divida y ganaran los de siempre que ponen obstáculos para que la Argentina no crezca”, subrayó.
Sin mencionar explícitamente a la gestión de Cambiemos, Fernández denunció que el modelo neoliberal “endeudó y privilegió a amigos para dejar dejar a las familias con hambre”. Y agregó: “Ahora lo importante es que estamos unidos y decididos a poner la Argentina de pie. Recordemos el pasado reciente; aprendimos que con nuestra división ellos se hacen fuerte. Nunca más vamos a dividirlo”.
“Es un sistema político que sólo favorece a unos pocos y castiga a las mayorías populares. Un sistema que trae deuda y nos atrapa en los más cruel del sistema financiero internacional. Les pido que lo recordemos para que no vuelva a suceder”, puntualizó.
Para plantear los ejes de la nueva etapa, subrayó que “empieza un tiempo distinto; a la meritocracia vamos a imponerle la solidaridad”.
“Los que hoy la están pasando mal, los que cayeron en la pobreza, no teman. Serán los únicos privilegiados en la Argentina que hoy se inicia. Hacia ellos se dirigirán nuestros esfuerzos. Que haya un argentino con hambre es algo que debe avergonzarnos”, subrayó.
Además, reivindicó el proyecto de reforma de sistema judicial que esta mañana anunció ante la Asamblea Legislativa. “En la Argentina que viene se terminaron los operadores judiciales. Nunca más un sistema judicial que no nos avergüence, que deje de servir a los poderosos para perseguir a los opositores”.
“La política es contradicción de intereses. Estamos representando a los que padecen a los que sufren, a los que se quedaron sin escuela, a los que deambulan buscando un techo para pasar la noche. Hoy vamos a dar vuelta una página de la historia”, puntualizó.
“Hoy es un día de alegría empezamos a construir un tiempo distinto. Con todos, con aquellos que no nos han votado. Vamos a cuidar el bolsillo y los derechos de todos los argentinos. Hemos vuelto, mañana a trabajar”, concluyó.
Antes, fue Cristina quien tomó la palabra ante cientos de miles de personas que la ovacionaron: “Aquel maravilloso 9 de diciembre de 2015, cuando nos despedimos en esta plaza les dije que aquellos años que habíamos compartido desde 2003 a 2015 no habían sido magia. Habíamos vivido una Argentina de solidaridad donde nos importaba lo que le pasaba al de al lado aunque nosotros estuviésemos bien”, arrancó CFK.
“Sé que estos cuatro años han sido muy duros. Fuimos objeto de una tremenda persecución: intentaron que desapareciéramos como seres humanos pero pese a todo eso estamos aquí. Estamos por la voluntad de millones que creen que es posible vivir en un país mejor y diferente”, expresó una Cristina emocionada.
“Los dirigentes deben entender de una buena vez que es necesario que no todo empieza y termina en uno. Al contrario: uno es más grande cuando es parte de un todo. No soy hipócrita, no lo voy a ser nunca. Puedo equivocarme, puedo cometer errores, pero digo lo que pienso y hago lo que siento. Para llevar el país adelante hay que tener coraje y el coraje no se prueba cuando uno está en el poder sino en la adversidad y desde el llano. El amor siempre nos ha movido a nosotros en esta Plaza: amor al pueblo, a la Patria, a los que sufren, a los jóvenes que nunca dejaron de acompañar”, siguió Cristina antes de hablarle directamente a Alberto.
“Presidente, quiero decirle que usted ha iniciado su gobierno con muy buenos augurios. Ha decidido retirar las rejas de esta Plaza a la que habían enrejado como un símbolo de división entre el pueblo y el gobierno. No se preocupe, Presidente, por las tapas de un diario. Preocúpese por llegar al corazón del pueblo”, concluyó la nueva vicepresidenta.