La aglomeración de jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo que se generó este viernes en diferentes bancos, tras su reapertura, le permitió a los socios de Juntos por el Cambio reordenar sus internas y catalizarlas en una una nueva fuga hacia adelante para reanimar su confrontación con el presidente Alberto Fernández.
Desde el comienzo de esta semana las dierencias dentro de la alianza opositora comenzaron a evidenciarse con más fuerza, entre la titular del PRO, Patricia Bullrich, y los jefes de los bloques de la UCR y la Coalición Cívica, que apoyan la coordinación ante la pandemia que protagoniza el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
La exministra de Seguridad, con el apoyo del expresidente Mauricio Macri, considera que hay que despegarse del apoyo al Gobierno Nacional, mientras que el alcalde porteño y una parte del Interbloque de Cambiemos en la Cámara Baja considera que es un momento para cerrar filas y darle un mensaje de unidad a la población. Tan grandes son las diferencias, que este martes la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, respaldó al alcalde porteño y aseguró que no es el momento para «oportunistas», en un mensaje dirigido a cuestionar a Bullrich por su insistencia de romper los acercamientos con el Gobierno y por utilizar las redes de la alianza opositora para colaborar con los cacerolazos que comenzaron este lunes.
Las peleas internas derivaron en duras críticas de la Coalición Cívica y de la UCR contra Bullrich y contra el jefe del bloque de Diputados del PRO, Cristian Ritondo, por anunciar medidas y filtrar decisiones a la prensa que no fueron acordadas entre los socios de la alianza.
La gestación de una nueva fuga hacia adelanteEn medio de esa polémica, este jueves por la noche la mesa chica de la coalición comenzó a delinar la redacción de una carta dirigida al Presidente para solicitarle una audiencia con el objetivo de acercarle distintas iniciativas. El texto fue difundido este viernes por la mañana, en medio de las primeras críticas contra el Ejecutivo por las larguísimas colas de jubilados y beneficiarios de la AUH que se agolparon en los bancos. Una acumulación de personas mayores absolutamente contraindicada con los recaudos de la cuarentena dispuesta por el Gobierno para cortar la cadena de contagios del nuevo coronavirus.
Con ese escándalo como mar de fondo, los presidentes de los tres bloques de Juntos enviaron la misiva a la Casa Rosada e incluyeron la rúbrica de Bullrich como señal de unidad. Le pidieron una audiencia virtual para – según argumentan- se pueda conversar de manera directa sobre los modos colaboración en la actual circunstancia y poner a su consideración, su «mirada respecto del particular contexto presente, tanto en términos sanitarios como las dificultades económicas de la Nación por las consecuencias de la pandemia».
El texto también lleva la firma de los tres jefes de bloque de JUntos por el Cambio en Diputados: el radical Mario Negri, el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, el lilito Maximiliano Ferraro y el jefe del interbloque de Cambiemos en el Senado Luis Naidenoff.
El pedido de audiencia le sirvió por ahora a la alianza opositora para cerrar filas luego de una semana donde las grandes discusiones internas de Cambiemos no estuvieron concentradas en unificar esfuerzos con el oficialismo para afrontar la pandemia. Sino en el crecimiento de imagen positiva de Alberto Fernández y las medidas económicas que venía aplicando en el marco del aislamiento social obligatorio.
En rigor, el tema es una preocupación para los dirigentes opositores que no tienen responsabilidad de gestión, a diferencia de Larreta que promueve una mayor articulación entre todas las administraciones para «aplanar» la curva de contagios. Para diferenciarse, Bullrich buscó tomar distancia del contexto de colaboración que estaban mostrando legisladores, gobernadores e intendentes de la alianza opositora. El primer gesto fue lanzado este lunes, luego del mensaje que dio el Presidente el domingo pasado, cuando cuestionó a los empresarios que habían comenzado a despedir empleados, como el CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca.