De vez en cuando, funcionarios de primera línea del Pro se despachan con declaraciones estigmatizantes y persecutorias sobre la educación pública en general y, en especial, contra los docentes, sus sindicatos y toda la comunidad educativa. Algunas de las más recordadas fueron, por ejemplo, la poco feliz comparación del expresidente Mauricio Macri, en 2017, sobre “la terrible inequidad entre aquel que puede ir a una escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública”. O también las críticas de la exgobernadora María Eugenia Vidal, en 2018, al número creciente de universidades públicas fundadas en el Conurbano bonaerense “cuando todos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad”.

En esa línea discursiva, esta vez se viralizaron declaraciones de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, quien en un zoom con el legislador Fernando Iglesias lamentó, el 8 de noviembre pasado, que los padres no denunciaran con más frecuencia los presuntos actos de “adoctrinamiento” que observen de parte de los docentes de las escuelas públicas porteñas, en las clases virtuales que imparten a sus hijos, además de señalar a los maestros como “personas cada vez más grandes de edad que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras”.

De inmediato, estas declaraciones cosecharon diversos repudios de organizaciones sindicales, dirigentes y legisladores. “Si uno mira por nivel socioeconómico, que no debiera ser un determinante, o en términos de capital cultural, al momento de aportar para el aula, la verdad es que son de los sectores más bajos socioeconómicos los que eligen estudiar la carrera docente”, lanzó la ministra porteña, además de apuntar contra quienes “eligen militar en lugar de hacer docencia”. “La raíz de lo sobreideologizado y de la militancia política en las aulas está en la formación docente”, acusó Acuña. En este contexto, la funcionaria marcó las escasas ocasiones en las cuales los padres denuncian una “bajada de línea política” en las clases. “Si nosotros no tenemos denuncias concretas de las familias, es muy difícil que podamos intervenir… nos cuesta que hagan las denuncias formales para que nosotros podamos tomar intervención en el aula”, lamentó.


Las respuestas no se hicieron esperar. Por medio de un comunicado, CTERA expresó su repudio a estas declaraciones de Acuña, “quien vuelve a demostrar su desprecio hacia la Educación Pública y la Comunidad Educativa”.

“Acuña responsabilizó a la docencia de la Ciudad por los problemas del sistema educativo e instó a las familias a denunciar a las y los docentes”. Así, para CTERA, “estas declaraciones dejan al desnudo el pensamiento profundo del Gobierno de la Ciudad que, emulando el Gobierno Nacional del macrismo -que gobernó del 2015 al 2019-, tiene en la mira a las y los trabajadores de la educación y a sus organizaciones que resisten y luchan contra la desidia de una gestión que año a año desinvierte en educación”.

La CTA de Los Trabajadores de la Ciudad también repudió los dichos de la ministra y marcó: “No es el único maltrato de la gestión de Larreta y sus funcionarios. Maltratan a los 6.500 estudiantes a quienes les negaron conectividad y las notebooks a los pibes, a quienes sientan en patios bajo una sombrilla ‘a pasar el rato’ y a los enfermeros a quienes les desconocen su carrera profesional y como si fuera poco, hacen apalear por la Policía de la Ciudad”.

“Larreta y Acuña viven en campaña, ocultando el fracaso de las burbujas educativas y la falta de apoyo para iniciar las clases el 17 de febrero, poniendo el marketing y las mentiras mediáticas por encima de educación y la salud”, enfatizaron.

El diputado nacional, secretario general de la CTA de Los Trabajadores y docente Hugo Yasky subrayó: “Soledad Acuña rompió un récord incluso para el macrismo. No hay antecedentes, en toda la historia argentina, de una autoridad educativa que insulte de esta manera a la carrera docente y a la educación pública. El repudio a estos agravios debe ser total”.

Por su parte, el legislador porteño Juan Manuel Valdés planteó: “Si a Soledad Acuña no le gusta que los docentes sean pobres, podría aumentar su sueldo. Tendiendo el presupuesto más alto de la Argentina, la Ciudad es una de las diez que peor remunera a sus educadores”.

El secretario general de la CTA de los Trabajadores de la Ciudad y secretario general Adjunto de UTE, Eduardo López, vía redes sociales, a su vez, definió: “Soledad Acuña vuelve a agredir a la comunidad educativa. Acuña maltrata y odia a los docentes porque no los puede doblegar. La característica distintiva de Larreta y Acuña es el maltrato”.