Las autoridades de la Escuela N° 515 para Ciegos y Disminuidos Visuales, ubicada en Gonnet, continúa tomada por los padres de los alumnos luego de una larga serie de reclamos por la usurpación de su espacio por parte del Polideportivo Gonnet que desencadenó en el desplazamiento de la directora, Sonia Malvendres de su cargo como directora.
Según denuncian los padres y madres de los alumnos, la Dirección de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires no actuó en defensa de la escuela ni de la directora.
Victoria Freire, mamá de Almendra, una de las alumnas, explicó a Tiempo que el Ministerio de Educación defiende el interés privado y no de la escuela pública y por ello piden por la restitución de la directora desplazada. No la defendemos por ella misma, sino por sus acciones. Arriesgó su cargo por la defensa a la educación pública y de nuestros hijos.
La disputa entre la escuela con la Sociedad de Fomento Polideportivo Gonet surgió por el incumplimiento de las refacciones que debía realizar el club por el uso del espacio de la escuela y la realización de algunas obras inconsultas, entre ellas, una cancha de fútbol alambrada para competir en la Liga Amateur Platense. Cortan la libertad de movimiento de los chicos, que usaban ese espacio para hacer atletismo, aprender a andar en bicicleta, a usar el bastón, porque ellos obviamente no pueden ver el alambrado y representa un peligro. Cuenta además que si bien levantaron la obra dejaron el predio destruido, con todos los materiales desperdigados y lleno de pozos.
Freire afirma que el establecimiento es una escuela modelo con una dedicación hacia los chicos impresionante. Asisten chicos ciegos, disminuidos visuales y con multidiscapacidades. La escuela está abandonada y hoy depende de la cooperadora. Si el Ministerio de Educación se hubiera hecho cargo de la escuela, esto no estaría pasando.
Por su parte, la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires dijo a los medios haber presentado una denuncia por usurpación de edificio público ante la Justicia. Sin embargo, los padres que se enteraron demanda por los diarios no encontraron denuncia alguna en la comisaría cercana y tampoco fueron notificados de ella. Por lo tanto, sospechan que el anuncio tiene que ver con una apretada mediática por parte del ministerio.
Victoria Freire está indignada ante la situación. A través del teléfono, dice a Tiempo, si pusieran el mismo esfuerzo en solucionar los problemas de la escuela que en difamarnos y tratarnos de delincuentes, los problemas ya estarían solucionados. El viernes nos presentamos en la Defensoría del Pueblo y ellos van a buscar la forma de mediar en el conflicto, porque desde el Estado no nos hacen ni el menor caso. Hasta ahora el ministerio sólo mandó inspectores que levantan actas, pero así estamos desde marzo.
La mamá de Almendra mira con alarma la información que se publica en algunos medios. Dicen que somos un grupo pequeño de papás, pero eso no es cierto, somos los padres de 120 alumnos sobre 170.
Entre los cruces de acusaciones y denuncia, el subsecretario de Cultura y Educación, Sergio Siciliano, dijo haber sido amenazado y extorsionado por los padres y que no pudo por ese motivo acceder al establecimiento educativo. Eso es mentira afirma Freire si nunca se presentó en la escuela, ¿cómo íbamos a amenazarlo? De nuestra parte, queremos que el ministro nos reciba, somos papás no delincuentes, agrega. A Sonia Malvendres (la directora removida de su cargo) sí la amenazaron de muerte y le pintaron el auto con aerosol.
Freire detalla que la escuela es pública, pero funciona como una escuela privada, porque sólo se sostiene gracias a la cooperativa. Yo tengo dos hijos, uno sin discapacidad y otra con discapacidad. La máquina braille con la que mi hija aprende a escribir cuesta 20 mil pesos y de eso también se hace cargo la cooperadora. El Estado no nos da subsidios a pesar de que es una escuela provincial y el Estado tiene una obligación que cumplir.
Hace dos semanas los padres esperan reunirse con el ministro Alejandro Finocchiaro, con quien pidieron una audiencia que hasta el momento les ha sido negada. Hoy la escuela sigue tomada pero si el ministro quiere recibirnos para ver qué está pasando, inmediatamente levantamos la toma. Queremos que el ministro nos convoque a conversar. No sabemos por qué, pero parece que no le interesa lo que pasa en la escuela.