La realidad estableció algunos hitos. Entre otros, que la cuarentena dura evitó 16 mil muertos en la Argentina, y dio tiempo para ampliar el sistema sanitario desguazado por el macrismo. Que hubo, al inicio, una enorme adhesión a priorizar la salud sobre la economía, pero que el concepto debe convivir cada vez más íntimamente con el derrumbe de la economía, el consumo por el piso y la necesidad, más o menos acuciante, de tanta gente de salir a ganarse el mango. Que apenas hubo una apertura, se desmadró el cuidado en las calles, y que cuando se apeló a la obediencia cívica, la respuesta fue de un individualismo que alarma.
También que un sector de la oposición y el poder real, personificado por los medios, aventó una campaña pavorosa de descrédito de la cuarentena. Por acción u omisión, en especial en CABA, hubo un cierto guiño, permisividad que no era lo que se alentaba en los discursos desde Olivos. El propio Larreta, el viernes, cuando lo hizo en su feudo, habló de “compromiso con la libertad”, retomando, sin llegar al desquicio de Lilita (llamó a la desobediencia y dijo: «El Santísimo está secuestrado»), una bandera que agitó la derecha para alimentar su hábito de sesgar la historia.
El giro político ante la pandemia nos muestra una novedad: la admisión más o menos explícita del gobierno de que debemos convivir con el virus. Se dejó traslucir un rato antes del anuncio de 4518 nuevos contagios en un día. ¿Recordamos cuando se nos erizaba la piel con decenas de casos diarios? No es este el sitio para un debate científico y sobre si el futuro es menos restrictivo de lo que debe serlo. Nos quedamos con dos frases: la del infectólogo Tomás Orduna (la persistencia del aumento de casos “es una piña en los dientes”) y la del polémico empresario de la salud Claudio Belocopitt (“No lloremos después”).
Pero, como dijo Kicillof, “no se puede vivir en el engaño”. Pasara lo que pasara con los casos, la decisión estaba tomada. El gobierno, al tiempo que deja claro que no es una apertura total, convoca decididamente a la responsabilidad civil, al cuidado personal, a la conciencia de cada uno. El aparente contrasentido tal vez pase porque no es lo mismo flexibilizar ahora, que si, como se sospecha, llegase al momento de quiebre y el Estado perdiera el control de la situación. Veremos si la prensa hegemónica mantiene su costumbre de crítica permanente y acusa al gobierno de flexibilizador…
Esperemos que el enorme sacrificio realizado no se eche por la borda. El mundo perforó la barrera de los 240 mil casos por día. Las idas y venidas por rebrotes en el mundo configuran una lista enorme. Todos estamos hartos, nos pesan estos meses de encierro y todos añoramos el abrazo con amigos. Pero para nosotros la libertad es otra cosa.Fanático de Peñarol, nació en el campo, fue almacenero y es profesore de historia. Creció…
El actual mandatario, Luis Lacalle Pou, reconoció el triunfo del Frente Amplio e invitó a…
Datos preliminares de la habitualmente confiable Usina de Percepción Ciudadana.
El viejo Racing se encuentra con el Racing de la última década. Los que sufrimos…
Hay varios temas claves que se debatirán esta semana, entre ellos la posibilidad de rechazar…
El equipo de Costas venció 3-1 a Cruzeiro en Paraguay y ganó la Copa Sudamericana,…
Un diputado de Massa presentó un proyecto para suspender las PASO. Las dudas que se…
La reconocida actriz protagoniza La madre, la creación del francés Florian Zeller que cuenta con…
De niño salía a la cancha con el equipo de 1966. En 1988 lideró a…
El flamante disco Nueva York, 1974 revive una histórica presentación en el teatro Town Hall…
La banda de culto de los '90 lanzó "Rack", su primer álbum de estudio en…
es una de las periodistas deportivas más admiradas de la Argentina. Hoy en su mesa…