Reforma del Código Urbanístico: otra oportunidad perdida para debatir el futuro de Buenos Aires

Por: Adriana Rofman / Juan M. Graña

@grupopaternal

A fines de septiembre, con poco aviso y aún menos debate, el PRO logró aprobar en primera lectura el proyecto de modificación del Código Urbanístico (CUR) que rige el perfil de constructividad en la ciudad: ¿qué se puede construir, dónde, hasta qué altura? Luego, hace unas semanas se llevó a cabo la Audiencia Pública no vinculante en las que se anotaron más de 1.700 personas para dar su opinión. Superada esa instancia el proyecto deberá volver a la Legislatura recinto para su aprobación, modificación o rechazo donde ya corren rumores de un acuerdo entre Jorge Macri y Karina Milei.

En esa audiencia presentamos nuestra perspectiva fuertemente crítica sobre este proyecto, tanto sobre su contenido como acerca de los procedimientos de aprobación. Este Código Urbanístico propuesto por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por el Jefe de Gobierno Jorge Macri, representa un retroceso en términos de planificación urbana inclusiva, democrática y sostenible.

En primer lugar, este CUR no sigue pautas básicas de planificación, que consisten en evaluar lo actuado para planificar cómo mejorar. El Código vigente se aprobó en el 2018 a partir de la mayoría propia del PRO. Ahora se propone una modificación pero no se presenta evaluación alguna: ¿qué impacto ha tenido, qué problemas ha generado y qué efectos positivos ha tenido? Sin evaluación de su impacto, estamos reformando a ciegas.

En segundo lugar, se trata de una propuesta que no toma en cuenta criterios básicos de gestión democrática ya que no cumple con un requisito mínimo, establecido normativamente en el propio GCBA: la actualización previa del Plan Urbano Ambiental (PUA), lo que figura explícitamente como primer artículo del proyecto en debate. No sólo es un reclamo nuestro, el propio Gobierno de la Ciudad reconoce la necesidad de su actualización, ya que lanzó el proceso de revisión en 2020 y aún está abierto. Además, el PUA actualmente en vigencia fue elaborado en 2008, cuando las consideraciones en torno a las condiciones ambientales y el cambio climático eran muy diferentes a las actuales ¿Cuál es el apuro en reformar el CUR si no se evaluó el vigente ni se actualizó el PUA que es un requisito?

Por otro lado, ¿dónde y cómo interviene la ciudadanía en todas estas decisiones? Sólo hemos podido intervenir en esta Audiencia Pública no vinculante que se restringe a recibir opiniones de ciudadanas y ciudadanos sobre un código ya elaborado, o en el Foro participativo que llevó adelante talleres virtuales en 2020 para la actualización del PUA. Estos debates deberían implicar a las instancias participativas existentes en el GCBA, como las Juntas Comunales, que serían los ámbitos ideales para llevar adelante la discusión sobre el modelo de ciudad que queremos las y los porteños. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene una fuerte deuda en términos de participación ciudadana: ha barrido con el Presupuesto Participativo, desdibuja la atribuciones de las Comunas y de las Juntas Comunales.

Foto: Prensa

En consecuencia, esta falta de planificación y de participación le permite al GCBA seguir gestionando el desarrollo urbano en base a “excepciones”, igual a como lo hacía el caduco Concejo Deliberante, como también lo aplicaban M. Macri y Rodriguez Larreta en gestiones anteriores del PRO, y como también hacía Jorge Macri durante su intendencia en Vicente López.

Esto significa que esta nueva propuesta de normativa sobre las reglas de construcción en la ciudad de Buenos Aires no cuenta con un marco de referencia que establezca el modelo de ciudad al que debería apuntar la gestión urbana. Nosotros queremos un plan urbano, que defina parámetros y procedimientos que mejoren la sostenibilidad ambiental y tracen el camino hacia una ciudad más vivible y menos desigual. ¿Cómo se relaciona la vivienda y la construcción con la movilidad, con la oferta de servicios públicos, con la reducción de la desigualdad socioespacial? ¿Qué regulaciones y medidas debería considerar un nuevo código para que Buenos Aires pueda desarrollar estrategias de mitigación o adaptación al cambio climático? ¿ Cómo interviene, en estas cuestiones, la condición metropolitana de CABA, centro de una mucho más extensa y heterogénea ciudad real? ?

El CUR brinda algunas pìstas, poco alentadoras, al respecto. Parecería que el objetivo central de este código es aumentar la capacidad constructiva, densificar la ciudad, con la expectativa de albergar al doble de la población actual. ¿Cómo llegamos a ese objetivo, cuando la población de la ciudad está estancada hace décadas y el GBA sólo crece lentamente? Cabría suponer que lo más beneficioso para un desarrollo territorial más equilibrado sería lograr retener a la población del país en las ciudades intermedias, en vez de seguir concentrándola en esta gran ciudad metropolitana.

Foto: HERNAN MOMBELLI

Pero aún suponiendo que la meta de densificación tiene algún sentido, qué dice el CUR acerca de cómo vivirá esa población adicional -y todos los que ya estamos aquí- ¿cuál es la planificación de obras de infraestructura y servicios para toda esta gente? ¿Qué inversiones en escuelas y centros de salud se hará para ello? ¿Dónde se desarrollarán los espacios verdes adicionales que ya necesitamos y con esa población aún más? ¿Ese debate y esas inversiones no son previas a habilitar mayor construcción? ¿ Cómo impactarían estos desarrollos en una ciudad en la que ingresan, cotidianamente, alrededor de 2 millones de personas desde el Gran Buenos Aires?

De hecho, ese debate está excluido, puesto que este nuevo CUR sigue fomentando un modelo de desarrollo centrado en el norte de la ciudad, promoviendo el cambio de metros cuadrados del sur al norte, mientras la zona sur sigue marginada de las grandes inversiones urbanísticas que necesita. Esta política de «desarrollo desigual» profundiza las brechas sociales y territoriales en la ciudad.

La cuestión ambiental, aspecto que aparece hoy como uno de los principales desafíos para el desarrollo de las ciudades, también brilla por su ausencia. Esta reforma ignora por completo las necesidades de adaptación climática y sostenibilidad, cruciales para una ciudad que enfrenta cada vez más desafíos ambientales. ¿Qué consideraciones sobre la mitigación de los efectos de la “isla de calor” se tuvieron en cuenta? ¿La habilitación de grandes torres sobre la costanera sur y en el sector norte cercano al río como proyecta el CUR no va en dirección opuesta? ¿Qué efectos tendrá esta mayor constructividad en las inundaciones?

Este código no establece ninguna política en torno a preservar terrenos para habilitar nuevos espacios verdes, puesto que no define metas respecto de la cantidad de metros cuadrados de terreno verde que necesita cada Comuna. Mientras tanto, el gobierno porteño avanza, casi como única política de Estado, en la venta de los espacios vacantes que quedan en la Ciudad, política reforzada ahora por el gobierno nacional de Milei.

En síntesis, este nuevo Código Urbanístico no es ningún avance. No expresa ninguna preocupación por la sostenibilidad, la reducción de la desigualdad, ni la democracia participativa, principios que el propio proyecto de Código dice sostener como puntos de partida. Parece un sinsentido, o una maniobra poco seria para facilitar el negocio inmobiliario, sancionar esta normativa sin consensuar previamente la visión de ciudad a la que su desarrollo urbano debería propender.

Desde el Grupo Paternal insistimos en la necesidad de construir una agenda urbana apropiada para el siglo XXI, que se construya colectivamente como alternativa de futuro que haga frente a los desafíos socioambientales actuales.

Compartir

En el gobierno acusan a Macri de habilitar la destitución de Edgardo Kueider

Sostienen que están dispuestos a lanzar una lista de legisladores que "deberían ser destituidos", entre…

4 horas hace

…Y Justice para todos: el dúo francés vuelve a la Argentina

La banda conformada por Gaspard Augé y Xavier de Rosnay que combina música electrónica y…

6 horas hace

Cromañón: la Legislatura porteña aprobó la asistencia vitalicia para sobrevivientes y familiares

El proyecto tuvo 56 adhesiones y el único rechazo Yamil Santoro, de Republicanos Unidos, quien…

6 horas hace

Cooperativas bonaerenses accederán a créditos y bonificaciones en el BAPRO por un acuerdo con el IPAC

El Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC) firmó dos acuerdos con el BAPRO que…

7 horas hace

Quién es Stefanía Cora, la reemplazante del removido Kueider en el Senado

Ligada al kirchernerismo, Cora fue segunda en la lista de Entre Ríos en la boleta…

7 horas hace

Por amplia mayoría, el Senado expulsó a Edgardo Kueider

Por 60 votos a favor, 6 en contra y una abstención, el senador preso en…

8 horas hace

Amnistía Internacional alerta sobre el deterioro de los derechos humanos tras el primer año de Milei

En el marco del primer aniversario de la gestión del gobierno libertario el organismo presenta…

8 horas hace

Susy Shock cierra un año intenso presentando “Revuelo Sur” en La Plata

Después de girar con enorme éxito por Europa, la cantante y compositora, referente de la…

10 horas hace

Antes de la decisión del Senado, Arroyo Salgado pidió el desafuero y la extradición de Kueider

Gendarmería allanó 13 propiedades del senador preso con domiciliaria en Paraguay luego e ser detenido…

10 horas hace

Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, «trinchera de resistencia del cine argentino»

Ayer, miércoles 11 de diciembre, con la proyección de “Elda y los monstruos” de Nicolás…

11 horas hace

Bernardo Baraj: «La expresión artística es inclaudicable y nada ni nadie puede terminar con ella»

El saxofonista celebra sus 80 años con un nuevo disco como cantante, que presentará en…

11 horas hace

Argentina vivió la primavera más calurosa desde que se tiene registro

De acuerdo a las cifras del SMN, la primavera 2024 tuvo casi 1,5 °C de…

11 horas hace