Si bien el pacto político entre Mauricio Macri y Javier Milei es una alianza de gobierno que condiciona al presidente electo de La Libertad Avanza, hecho que se evidencia con algunos cargos que ocuparán integrantes del gobierno de Cambiemos; Milei reservó dos cargos clave de su gabinete con hombres de su máxima confianza. Uno es el empresario e ingeniero industrial Nicolás Posse, que mantiene una larga amistad con el presidente electo y que será su Jefe de Gabinete a partir del próximo 10 de diciembre; y el otro es Guillermo Ferraro, uno de los primeros funcionarios de su gabinete anunciado por Milei en septiembre pasado, y que tendrá el trabajo de eliminar toda la obra pública del Estado Nacional. Perfil de dos personas leales al líder de La Libertad Avanza, encargados de cumplir con el fuerte ajuste para los próximos cuatro años.

Nicolás Posse
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Tener el control de todos las carteras ministeriales no es una tarea fácil y, quienes conocen de gobernabilidad, aseguran que es un trabajo que debe ejercer alguien que esté preparado para hacer respetar las decisiones del máximo mandatario y una persona que de extrema confianza, más aún cuando el gobernante no tiene experiencia de gobierno. Si bien las negociaciones entre Mauricio Macri y Milei continúan hasta último momento para terminar de definir el gabinete nacional, Nicolás Posse es el hombre de mayor confianza de Javier Milei para ocupar el cargo de Jefe de Gabinete.

Más allá de la confianza que lo une, la falta de experiencia de Nicolás Posse en ámbitos del Estado, es uno de los puntos que, aseguró una fuente del entorno del macrismo a este medio, “hace ver que no califica para ocupar ese cargo”. Posse es ingeniero industrial, egresado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), tiene estudios en la Universidad de Cambridge, y desarrolló toda su carrera profesional en el ámbito privado.

Mondino, Milei de espaldas y Posse en las imágenes, con asesores técnicos del equipo de Milei.

Quien ocupará la jefatura de Gabinete ingresó en 2007 a la Corporación América, la empresa de Eduardo Eunerkián, donde conoció a Javier Milei. Posse fue responsable de los Duty Free en aeropuertos; y estuvo a cargo de la dirección de proyectos en el «Corredor Bioceánico Aconcagua» entre 2009 y 2017, una ambiciosa iniciativa que tenía el objetivo de unir los océanos Atlántico y Pacífico a través de un corredor ferroviario de alta tecnología que fracasó y no llegó a realizarse por falta de financiación privada. Este proyecto estuvo en manos de ambos: Javier Milei y Nicolas Posse, y el actual presidente electo era quien asesoraba financieramente a la empresa. Como parte del proyecto, ambos viajaron con frecuencia a Chile para conseguir inversiones y forjaron una amistad.

Una vez caducado el proyecto, ambos concoieron de cerca el sistema chileno de financiamiento de la obra pública. Tras esa mala experiencia, Posse siguió haciendo carrera en la empresa y en 2016 asumió la gerencia del Aeropuerto de El Palomar. Desde hace unos meses, Posse se dedicó de lleno al armado de la campaña y tuvo el rol de conseguir financiamiento privado para la Libertad Avanza.

El segundo hombre de confianza de Milei es Guillermo Ferraro, confianza que se basa en la admiración que tiene el presidente electo, que lo designó como futuro ministro de Infraestructura, y que tendrá la función de dejar toda la obra pública del Estado en manos de empresas privadas.

Guillermo Ferraro

Ferraro es un consultor de los años 90’ y se desempeñó tanto en el ámbito estatal como en privado y en el armado de proyectos de ingeniería y de distintas iniciativas empresariales. Durante el gobierno de Eduardo Duhalde ocupó la Subsecretaría de Industria y en la presidencia de Néstor Kirchner se desempeñó como vicepresidente de Nación Servicios. También fue funcionario en el gobierno porteño de Mauricio Macri y, desde el 2010 hasta abril de este año, estuvo a cargo de la Dirección de Infraestructura y Gobierno de KMPG Argentina.

Característica del futuro Ministerio de Infraestructura

Bajo el gobierno de Milei, esta cartera concentrará todos los estamentos del Estado, áreas, organismos y presupuestos de Obras Públicas, Recursos Hídricos, Transporte, Vialidad y Energía. Según pudo conocer este medio, la cartera estará integrada por una Secretaría de Concesiones e Iniciativas Privadas, encargada de definir los proyectos y las obras públicas, bajo el esquema de participación público-privada (PPP) en remplazo de los contratos tradicionales de obras públicas.

Las empresas presentarán sus ofertas sin ningún condicionamiento por parte del Estado y éste les garantizará que ganen las obras el repago en el tiempo del capital invertido y el cobro tanto de los cánones o peajes por el uso de las nuevas infraestructuras (autopistas, rutas, cárceles, hospitales y escuelas). También de las tarifas correspondientes a los servicios de transporte, luz, gas y agua que se vayan sumando a los existentes. Respecto a la construcción de viviendas, aseguraron a este medio que en principio, el Estado estaría a cargo de proveer los servicios básicos y las empresas constructoras e inmobiliarias se encargarían de construir, vender o alquilar las viviendas.