La primera ronda en 1982 en Ledesma, Jujuy, fue encabeza por Rita Garnica, Francisca «La Gringa» Cónsalvo de Coronel y Olga Márquez de Aredez. Esta imagen sintetiza las rondas por Memoria, Verdad y Justicia que se concretaron cuando el Estado Militar devastó la vida antes y después del 24 de marzo 1976 en las plazas de todo el país.
La nieta de «La Gringa», María es responsable institucional del CCD «La Escuelita» de Famaillá, abierta en el Operativo Independencia en 1975. Sus «viejos» como a María le gusta decir, María Cristina Bustos y José Carlos Coronel, fueron combatientes insurgentes en la bella y trágica década de Los 70. Su hermana Lucía se recibió de médica en Cuba.
A 41 años de la alianza cívico militar, el andamiaje jurídico y político Pro impunidad y punto final esta afianzado por un grupo de tareas integrado por defensores oficiales, que tiene una unidad móvil para recorrer en defensa de los imputados, integrantes del Poder Judicial, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y del Consejo de la Magistratura, entre otros.
Un muro de impunidad que desde la militancia nos potencia a no ceder en la Memoria, Verdad y Justicia, para aceptar el desafió de cerrar las heridas del pasado. En ese contexto, la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad a cargo del fiscal general Jorge Auat , en su reciente informe resalta que hay mas imputados en libertad que detenidos. Y, de estos, más de la mitad tiene prisión domiciliaria. 118 causas aguardan juicio oral. Sólo el 25 % de las condenas están firmes.
Hacemos nuestro camino a la juntada del 24 de marzo de 2017 las palabras pronunciadas por el poeta chileno mexicano Roberto Bolaño en la convulsionada America Latina en 1975: «Que la amnesia nunca nos bese la boca, que nunca nos bese. Soñábamos con utopías y nos despertamos gritando».