La Cámara Federal confirmó el procesamiento y dejó al borde del juicio oral y público al ex subsecretario de Deportes Orlando Moccagatta por el presunto delito de “negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, reiterado en tres oportunidades”, por la contratación de la construcción de piletas olímpicas en tres provincias a través de una empresa de la que él era el supuesto titular en las sombras.
Moccagatta fue el principal colaborador y mano derecha del ex secretario de Deportes Carlos Mac Alllister, precandidato a gobernador de La Pampa por el PRO recientemente derrotado en internas por el candidato de la UCR, el diputado nacional Daniel Kroneberger. Como número dos del ex futbolista de Argentinos Juniors y Boca Juniors, Moccagatta entregó millonarios subsidios a tres provincias para que contrataran la construcción de piletas olímpicas con una empresa que él creó en 2013 y a la que renunció poco antes de asumir como funcionario.
La empresa no tuvo ninguna actividad durante dos años pero a poco de asumir Moccagatta como funcionario le comenzaron a llegar contratos. Dicho de otro modo, después de que cruzó el mostrador, le envió fondos a las provincias para que contrataran la construcción de las piscinas, que debían tener características técnicas que sólo podía garantizar la empresa que ¿era? De Moccagatta.
Los camaristas Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia confirmaron, además, un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 55 millones de pesos.
Moccagatta fue designado subsecretario de Deportes y Alto Rendimiento Deportivo mediante el decreto 173/2016, firmado el 14 de enero de 2016 por Mauricio Macri y el entonces ministro de Educación Esteban Bullrich. Permaneció en el cargo hasta noviembre de 2017, cuando el programa de televisión Periodismo Para Todos (PPT), en Canal 13, reveló la situación.
Según la acusación, Moccagatta “habría inducido a distintas provincias, municipios y/o reparticiones públicas a contratar, para la construcción de piscinas olímpicas, y por medio de subsidios otorgados por esa Secretaría, a la marca italiana Myrtha Pools (a través de su distribuidora en el país Project Management Pools S.A.). Ello, con la particularidad de que Moccagatta habría sido el titular de esa firma hasta finales del año 2015, momento en que asumió el cargo de funcionario”.
Moccagatta está acusado por tres hechos. El primero “se vincula con el subsidio solicitado por el Ministerio de Deportes de Misiones, el 24 de agosto de 2016, para la construcción de dos piscinas por un monto total de 17.975.698,81 pesos”. Desde el presupuesto, que “presentaba similares características a las efectuadas por la firma Myrtha Pools” hasta las fechas de la contratación son irregulares. Moccagatta –según el fallo- firmó la aprobación de la construcción de la pileta el 23 de agosto, un día antes de que el gobierno misionero pidiera el subsidio.
El segundo hecho fue el pedido efectuado el 9 de noviembre de 2016 por la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán, también de 18 millones de pesos, “para la construcción de una pileta olímpica”. El subsidio fue rápidamente aprobado, pero Moccagatta “solicitó de oficio al Secretario de Deportes que se aclarara que la pileta olímpica a construir debía tener determinadas características, las que sólo estaba en condiciones de cumplir Myrtha Pools”. La licitación finalmente se cayó.
El tercer caso es el más controversial. En octubre de 2016 Chubut Deportes Sociedad de Economía Mixta pidió un subsidio por 19 millones de pesos “para financiar el 43 por ciento del total presupuestado para la instalación de una pileta olímpica en la localidad de Comodoro Rivadavia”. Las características técnicas del natatorio encajaban como en un rompecabezas con las que fabricaba Myrtha Pools pero además, “en la Sección ‘Garantía’, puede leerse ‘Otros requisitos de la garantía están contenidos en el Certificado de Garantía proporcionado por (…) la propia firma”.
Chubut Deportes consideró que Myrtha Pools “era la única que podía cumplir con las especificaciones técnicas requeridas, decidió contratarla de manera directa”. En el contrato, la empresa proveedora del trabajo tiene la misma dirección que “el domicilio personal declarado por el Subsecretario Moccagatta ante la Dirección de Recursos Humanos del Ministerio de Educación y Deportes al momento de su ingreso como funcionario”.
“La vinculación de Moccagatta con la empresa tras su alejamiento no sólo se circunscribe al mismo domicilio que el declarado por la sociedad sino que, además, hasta abril de 2017 –es decir, un año y medio después de haber asumido en la Subsecretaría y coetáneamente con estas contrataciones-, continuaba activo operativamente en la cuenta bancaria de la compañía junto a su ex socio”, según un informe proporcionado por el Banco Comafi.
La resolución judicial, a la que tuvo acceso Tiempo, explica además que la empresa Project Management Pools S.A., mediante la que se triangulaban las operaciones “fue creada el 27 de septiembre de 2013 por Moccagatta. Su desvinculación se produjo el 30 de noviembre de 2015, diez días antes de asumir, el 10 de diciembre de ese año, el cargo de Subsecretario de Deportes y Alto Rendimiento Deportivo de la Secretaría de Deportes de la Nación”. Pero siguió siendo titular de la cuenta bancaria con que operaba la empresa.
Los camaristas subrayaron que “el Presidente de una empresa que comercializa productos pasibles de ser contratados por el Estado, y que renuncia para asumir como funcionario –precisamente de la Secretaría contratante-, no puede continuar vigente operativamente en la cuenta bancaria de la firma, por más de un año y medio a la fecha en que asumió en la Subsecretaría”.
El fallo resalta, además, que “resulta llamativo que, desde su creación y hasta la fecha de su alejamiento (años 2013-2015), la firma Project Management Pools S.A. no registrara ninguna operación comercial. Sin embargo, a partir de la designación de Moccagatta como Subsecretario de Deportes y Alto Rendimiento Deportivo, fue contratada por diversas entidades para llevar a cabo la instalación de piletas cuyo costo era abonado precisamente con fondos otorgados por la Secretaría de Deportes de la Nación”.
“Ha quedado de manifiesto el interés de Moccagatta en las sugerencias previas a los pedidos de subsidios (a través las respectivas providencias emitidas como Subsecretario de Deportes de la Nación), e incluso con posterioridad a su concesión, indicando de oficio las especificaciones técnicas que debía tener la pileta a ser instalada”.