El referente del ala dura del sindicalismo cambiemita hizo publicas sus aspiraciones. «Me hirve la cabeza», aseguró en conferencia de prensa.
Luego de una semana agitada, en la que protagonizó una disputa a través de las redes sociales con el presidente del interbloque justicilaista liberal Cirilo Tamayo, el senador Palmiro Caballasca anunció esta mañana su decisión de postularse al cargo de Líder Supremo de la República. De este modo, el referente de la derecha troskista dio virtual comienzo a la carrera por suceder a Etelvina D’alessio de Viola, actual titular del Reichtag local. «Soy el candidato natural para el cargo, soy», expresó con eleocuencia Caballasca, quien hasta ayer mantenía en reserva su decisión, a la espera de confirmar el apoyo de los sectores más esquinados de la industria y la producción agroganadera.
«Quiero llevar tranquilidad a la población y a todos los que me conocen: este es un paso que he meditado larga, largamente, muy muy larga, largamente. Tanto pero tanto, que se me larga la mente», dijo Caballasca tras revelar su candidatura durante una rueda de prensa improvisada a la salida del Café La Humedad, donde suele desayunar chocolate con churros rellenos todas las mañanas. Al ser consultado si durante la campaña mantendría su cargo de senador, el ahora candidato confirmó que piensa «seguir cenando todas las noches». «Como siempre», cerró con una sonrisa el referente del gremialismo avant gord antes de dar por concluido el encuentro.
Palmiro Caballasca fue elegido senador por la provincia de Entelequia hace tres años. El líder se había sumado al espacio de Juntos por el Cambio como agente libre, luego de una impecable gestión al frente de la Secretaría del Jamón con Melón. Había desembarcado en la cartera algunos meses antes, como asesor de quien fuera ministro de Impaciencia Santo Biasatti. No sería, entonces, la primera vez que Caballasca se lanza a una aventura política de este tenor en un plácido domingo.