El exprocurador general de la Nación durante el gobierno de Néstor Kirchner y ministro del Interior del gobierno de Héctor J. Cámpora, Esteban Righi, murió este martes a los 80 años de edad. Jurista de solidez, prestigio y renombre, se mantuvo activo hasta el final de su vida. Su obra es fuente de permanente consulta y citada en profusa jurisprudencia, local e internacional.
Chaqueño de nacimiento, Esteban Justo Antonio Righi (o el “Bebe”, como lo llamaban sus amigos y compañeros de la política y la vida) acompañó a Cámpora en 1973, formó parte de ese gobierno de transición antes de que Juan Domingo Perón ganara las elecciones y asumiera su tercer mandato, que quedó trunco por su muerte el 1° de julio de 1974. En ese breve lapso, fijó objetivos que la realidad terminó por derribar a fuerza de balazos y tortura. En un discurso ante la plana mayor de las fuerzas de seguridad, Righi anunció: “En la Argentina nadie será perseguido por razones políticas. Nadie será sometido a castigos o humillaciones adicionales a la pena que la Justicia le imponga. Ningún atropello será consentido. Ninguna vejación a un ser humano quedará sin castigo. El pueblo ya no es el enemigo, sino el gran protagonista”.
La irrupción en escena de la Triple A, la organización paramilitar de ultraderecha liderada por José López Rega, lo forzó al exilio en México durante casi una década. Regresó junto con la democracia.
Durante toda la primera etapa de la restauración democrática ejerció la abogacía en forma particular, pero cuando Néstor Kirchner accedió a la Presidencia volvió a ocupar un cargo público: jefe de los fiscales. El suyo era el nombre que completaba, desde el Ministerio Público Fiscal, una Corte Suprema de lujo, integrada por Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Carmen Argibay, Juan Carlos Maqueda, Elena Highton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti y Raúl Zaffaroni.
Pero en 2012, el estallido de la denominada “Causa Ciccone” terminó con su paso al frente de la Procuración General. El entonces vicepresidente, Amado Boudou, denunció en una conferencia de prensa en la que no aceptó preguntas, durante un fin de semana largo por Semana Santa, que el estudio al cual había pertenecido le había ofrecido sus servicios para mejorar los vínculos con los jueces de Comodoro Py.
Boudou interpretó que la acusación por Ciccone tenía, en parte, que ver con no haber aceptado aquella sugerencia. “Yo era director ejecutivo de la Anses y en me vinieron a ver de un estudio de abogados, el estudio García, Labat, Musso y Righi, a mi despacho para decirme que yo era nuevito, que no entendía cómo funcionaba esto, que yo tenía que tener buenos lazos con Comodoro Py, que era muy importante desarrollar esa relación”, había denunciado el vicepresidente, hoy cumpliendo pena de cinco años y diez meses de prisión justamente por aquella causa.
La denuncia contra Righi fue desestimada por el juez federal Ariel Lijo, con recomendación en ese sentido del fiscal Jorge Di Lello.
Righi renunció en 2012 y no volvió a ocupar cargos públicos. En 2016 recibió el premio Konex en la categoría «Derecho Administrativo, Tributario y Penal». Se recluyó en su estudio y en la actividad docente, que realizó en la Argentina y el exterior durante toda su vida, y permaneció trabajando hasta que esta madrugada se lo llevó la muerte.