Milei quiere leales en el Congreso: llega el debut electoral del comando tuitero

Con un doctorado en gambetear conflictos internos, La Libertad Avanza se consolida como sello político y navega, con tiempo a favor, en la tumultuosa conformación de su armado nacional de cara a las legislativas del próximo año. Todavía en fase inicial, los laderos de Javier Milei trabajan para darle músculo a un partido neonato con ambiciones de líder. El triángulo de hierro pone una única condición: lealtad.

Para garantizar la fidelidad, en el oficialismo tantean la posibilidad de que referentes del comando tuitero del gobierno dejen el mundo digital y materialicen su pseudo poder en algún lugar de las listas libertarias del próximo año. Así lo adelantó en una entrevista Daniel Parissini, conocido popularmente como El Gordo Dan. “Habrá que ver con el tiempo, no lo descarto”, dijo el excamillero al periodista Jonathan Viale.

Pese al amedrentamiento digital que despliegan las patrullas digitales que operan desde el primer piso de la Casa Rosada, en el gobierno desestiman la posibilidad de que esta violencia se extrapole a la calle. “El clima no está tenso como en el 2008, lo que pasa en las redes queda ahí”, expone una fuente con diálogo directo con el presidente. Con esta idea, el avance de los “trolls” en la política real está cada vez más cerca.

A contramano de lo que profesó su hermano, para Karina Milei, dueña del armado libertario, la puesta en marcha de la Boleta Única puede jugar contra el oficialismo. El fin del arrastre que garantizaba la lista sábana y la amenaza de algunas provincias de desdoblar las elecciones plantea la necesidad a la hermana presidencial de consolidar la llegada de nuevos outsiders a las listas. Los tuiteros calzan perfecto para este rol.

En la misma línea, en el oficialismo se entusiasman con el lanzamiento de La Carlos Menem. La agrupación juvenil será presentada el próximo 28 de octubre en un acto en el Hotel Presidente. Con la fundación de esta nueva asociación, que promete tener alcance nacional, el oficialismo planea robustecer a nuevos cuadros jóvenes que afiancen el legado de La Libertad Avanza en la política nacional.

El nombre de la organización, además de un homenaje al expresidente con quien el actual mandatario tiene una fascinación particular, es un guiño directo a La Cámpora. En las primeras líneas del gobierno no esconden su deseo de convertirse en el “nuevo peronismo” y fantasean con la posibilidad de consolidar un nuevo movimiento que aglomere a los sectores populares que antes se cobijaban en el justicialismo.

La aspiración de los gestores de la campaña libertaria es sumar cincuenta nuevas bancas para iniciar el nuevo año legislativo del 2026 con, al menos, noventa legisladores propios en diputados y doce senadores. Con las elecciones todavía a años luz, la mesa chica del oficialismo puso en marcha un ‘operativo unión’ con el PRO que le permita destrabar el funcionamiento de un Congreso poco afín.

Tras varias semanas de contacto cero, Santiago Caputo volvió a ponerse al frente de las negociaciones con Mauricio Macri. Después de agitar una momentánea bandera de paz, el asesor y el ex presidente se reunieron hace dos semanas en las oficinas que el primero tiene fuera de la Casa Rosada. Allí, sin ningún aperitivo de por medio, acordaron avanzar en la consolidación del tándem legislativo que trabaja unido de hecho desde el inicio de la gestión libertaria.

Con esta promesa, el calabrés designó a Cristian Ritondo como nuevo interlocutor entre el gobierno y el bloque PRO. El presidente de la bancada amarilla tiene diálogo continuo con el alma mater de la gestión libertaria. Juntos trabajan a contrarreloj para consolidar el tercio que necesita el oficialismo para blindar los futuros vetos que el presidente desee imponer. Dentro de este grupo, que funcionará como virtual interbloque, también estarán incluidos los diputados del MID y los radicales con peluca.

Después de varios meses, Santiago Caputo aprendió a devolver favores. Así lo demostró esta última semana cuando le dio el visto bueno a la llegada de María Tettamanti a la Secretaría de Energía. La economista fue hasta el viernes pasado gerenta general de NRG Energía e hizo carrera en la distribuidora Camuzzi, compañía de Alejandro Mac Farlane, uno de los empresarios más cercanos a Macri.

El nombre de Tettamanti lo acercó el propio titular de la energética al secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, quien también fue designado hace algunas semanas por recomendación del expresidente. Días atrás, el flamante secretario recibió en su despacho a Emilio Apud, exsecretario de Energía de Macri y representante de la Fundación Pensar, para ajustar algunas tuercas de la cartera que hasta ese momento todavía conducía Eduardo Rodríguez Chirillo. El mismo camino tuvo la llegada del vicecanciller, Eduardo Bustamente, quien reemplazó esta semana a Leandro Sahores. Todo en familia.

Con estos gestos, y la concesión de algunas designaciones en sedes provinciales del ANSES y PAMI, en el oficialismo confían en que podrán controlar la ambición del expresidente por desembarcar en la gestión. La esperanza es larga, igual que la lista de lugares que Macri quiere para sus amigos.