Es sabido que la política tiene un espacio para los gestos, aquellos que ayudan a limar diferencias o a poner en evidencia distanciamientos definitorios. Y también, para exhibir parte de lo que se teje -o desteje- hacia la superficie de la opinión pública.
En medio del retaceo casi invariable de espacios reales de poder que el Pro dispensa a sus socios radicales en el Gobierno nacional desde su asunción, la administración encabezada por el presidente Mauricio Macri reserva un lugar para los homenajes, para el recuerdo, para reivindicarse, al menos desde el discurso, como uno de los herederos de parte de los valores del partido fundado por Leandro N. Alem. En esta ocasión, el jefe de Estado encabezó un acto homenaje al extinto exmandatario Raúl Alfonsín, a 35 años de las elecciones que restablecieron la democracia luego de la última dictadura cívico-militar.
El actual primer mandatario inauguró la muestra «Alfonsín por Alfonsín» en el Museo de la Casa Rosada, con la presencia de familiares del líder radical, dos expresidentes, los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, gobernadores, autoridades nacionales de la UCR, entre otros.
Allí, MAcri envió una flor a los socios radicales en Cambiemos y sostuvo: «Nuestro mejor homenaje al doctor Alfonsín es demostrar que somos capaces de construir una Argentina unida, como él soñó, con instituciones sólidas y con políticas públicas, que mejoren la calidad de vida de nuestra gente. Que juntos podamos encontrarnos en una visión de largo plazo y de construcción colectiva, en la que más allá de las diferencias y las dificultades del día a día que tenemos, mantengamos el foco puesto en construir un Estado al servicio de los argentinos».
De este modo, el Presidente invitó a sus socios radicales, luego de tironeos y desencuentros, a volver a cerrar filas, por un lado, y por el otro desempolvó parte del discurso de Cambiemos con el eje puesto en «unir a los argentinos» cuando falta menos de un año para las elecciones generales. Entre los familiares presentes, lo escuchaba atentamente Ricardo Alfonsín, uno de los hijos del fallecido exmandatario. El dirigente radical, la semana pasada, compartió una reunión, fotografía incluida, con Sergio Massa, Margarita Stolbizer y el gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz, entre otros, en el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (Cemupro), como expresión del radicalismo que no compartió la alianza con el Pro en su momento ni tampoco las políticas económicas y sociales adoptadas por el Gobierno nacional después.
Presencias y distanciasEntre los presentes en el acto, pudo verse, además de funcionarios de aquel gobierno radical y familiares, a los expresidentes Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, al presidente de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz, así como a los ministros del máximo tribunal Elena Higton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti. También asistieron el jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri, el gobernador de Mendoza y presidente de la UCR Alfredo Cornejo, Jesús Rodríguez, Ricardo Gil Lavedra, Leandro Despouy, Ángel Rozas, el diputado Martín Lousteau, José Luis Machinea, Gustavo Valdez, Facundo Suárez Lastra, José Ignacio López, Aldo Neri, Elva Roulet, Horacio Jaunarena, Enrique Nosiglia, el presidente de Boca Daniel Angelici.
Entre las ausencias, sobresalieron las de la diputada Elisa Carrió y el gobernador de Jujuy Gerardo Morales. Consultado por el portal Infobae, más allá de los agradecimientos por la iniciativa, Ricardo Alfonsín reflexionó: «Mi padre estaría procurando trabajar por el diálogo, la búsqueda de consenso y escuchar al que piensa diferente porque nadie es dueño de la verdad y la razón».
La muestra fue curada por la Secretaría de Cultura y la Secretaría General de la Presidencia, estará durante dos meses en el Museo de la Casa Rosada y contiene objetos personales, la agenda de trabajo durante su presidencia, fotos inéditas, notas personales, y parte de sus memorias, entre otros elementos.