El próximo 19 de diciembre se conocerá el veredicto final contra los siete policías imputados en la Masacre de Wilde. La fiscal de juicio pidió prisión perpetua para todos.
La fiscal del juicio, Viviana Simón, en su alegato pidió perpetua para todos los imputados en la causa. Ahora los jueces deberán evaluar los testimonios de los testigos, las pruebas y dictarán un fallo.
Tiempo entrevistó a Raquel Gazzanego, viuda de Edgardo Cicutín, víctima de la balacera policial: “Ninguno de los testigos que declararon en la primera etapa del juicio escucharon sirenas, no vieron policías uniformados, tampoco móviles oficiales, solo autos particulares y personas vestidas de civil que disparaban”, recordó. Según contó, todos los policías que declararon como testigos “reconocieron que en ningún caso la ex Brigada de Lanús salía en prevención del delito, solo actuaba en investigaciones que eran solicitadas por algún juzgado, o si alguna comisaría pedía apoyo expresamente”, agregó.
“Esperamos casi 29 años para tener este debate oral, después de haber remado tanto tiempo para llegar a esta instancia, la defensora de los imputados consideró que el juicio es una venganza”, se quejó Raquel. Continuó explicando que “entiendo que ella tiene que defender a los acusados, pero la verdad es vergonzoso lo que dijo”.
“Uno de los defensores de los imputados reconoció que en el caso de Edgardo -su fallecido compañero de la vida- se habían equivocado, pero no lo hizo con las otras tres personas que también resultaron víctimas”, señaló la viuda. Sin embargo, los cuatro “estaban desarmados y uno de los testigos declaró que vio cuando los policías le pusieron un arma en la mano a Norberto Corbo -otra víctima de la masacre- cuando sucedieron los hechos”.
“Venimos luchando hace casi 29 años porque no creemos en los errores de los policías, no creemos en los excesos, creemos que son asesinos que salieron directamente a matar”, denunció Raquel. Siguió relatando que la fiscal de juicio lo consideró “un pelotón de fusilamiento”.
“Es vergonzoso escuchar a uno de los defensores de los imputados decir que su defendido está atravesando un momento económico difícil y que no podía pagar la boleta de la luz”, contó la mujer. También recordó: ”Desde que asesinaron a Edgardo, trabajé para pagar mis estudios, tuve que sufrir miles de necesidades, no podía pagar el alquiler e igual luché, triunfé en la vida y crié a mis hijos sola”.
“Mi hija y mi hijo no tuvieron a su padre, no lo vivieron ni lo disfrutaron. Edgardo tampoco pudo vivir con sus hijos ni con sus nietos”, expresó Raquel a este diario. “Solo pretendo que la justicia deje de ser ciega, sorda y muda”, reclamó. También explicó que lo único que pretende es que el Tribunal 3 de Lomas de Zamora, “que es quien tiene que evaluar todo el desarrollo del juicio, las pruebas y los testimonios de los testigos, entienda que los policías cometieron una masacre”, señaló.
“Cuando tuve la posibilidad de hablar en el juicio les dije a los jueces que solo quiero justa justicia y que no sean cómplices de la impunidad”, reconstruyó Raquel. Finalizó ahondando en no pretende que solamente sea así con este caso; “sino que sirva para marcar un precedente para el futuro, espero que el veredicto final que conoceremos el lunes 19 de diciembre deje en claro que los policías formaban parte de una banda delictiva”.
La Masacre de Wilde es un caso icono de la violencia institucional ocurrido el diez de enero de 1994. Ese día resultaron víctimas Norberto Antonio Corbo; Gustavo Pedro Mendoza; Héctor Bielsa; Edgardo José Cicutín y Claudio Antonio Díaz que sobrevivió a la balacera policías de milagro.
En el juicio fueron juzgados Eduardo Ismael Gómez, Roberto Oscar Mantel, Osvaldo Américo Lorenzón, Marcelo Daniel Valenga, Julio César Gatto, Pablo Francisco Dudek y Marcos Rodríguez. Todos ellos están acusados de ser los autores penalmente responsables de los cuatro homicidios.
El próximo 19 de diciembre se conocerá el veredicto final contra los siete policías imputados en la Masacre de Wilde. Durante la audiencia de réplicas y dúplicas las querellas y las defensas tuvieron un fuerte cruce. Este lunes el TOC N°3 concedió las últimas palabras a los acusados antes de realizar la última lectura.
Los familiares de las víctimas quieren que los jueces dicten “justa justicia”. La fiscal de juicio Viviana Simón -al igual que el abogado querellante Gustavo Romano Duffau- en su alegato pidió perpetua para los siete policías imputados en el terrible hecho de gatillo fácil.
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