El secretario General del sindicato de Visitadores Médicos, Ricardo Peidro, convocó a los afiliados a participar de un plebiscito el próximo sábado para ratificar la decisión adoptada por el sindicato en la negociación paritaria de rechazar cualquier intento de violación de las leyes que rigen la profesión y de intromisión en la forma de organización del gremio por parte de las patronales.
La industria farmacéutica no firma paritaria con los visitadores médicos desde el 2016, ya que condiciona la discusión de porcentajes de aumento a la cesión de derechos por parte de los APM. Desde el gremio venimos rechazando esta extorsión que nos pone en la posición de cambiar derechos por salarios, afirmó Peidro.
La industria farmacéutica exige como condición para la firma de la paritaria que los visitadores médicos aceptemos cláusulas flexibilizadoras. Estas implican el desconocimiento de los derechos reconocidos por las leyes provinciales de profesionalidad de los agentes de propaganda médica, así como también la disminución de la cantidad de representantes gremiales, denunció Peidro. Y añadió: Van contra el sindicato porque piensan que así tendrán vía libre para flexibilizar condiciones de trabajo.
El plebiscito consta de una pregunta que se responde por SÍ o por NO y apunta a ratificar la decisión adoptada por el sindicato en la negociación paritaria de rechazar cualquier intento de violación de las leyes que rigen la profesión de los APM y de intromisión en la forma de organización del gremio por parte de las patronales. El voto será secreto y cada afiliado gremial podrá acercarse a las 30 seccionales y subseccionales del país a emitir su posición.
Asimismo, habrá veedores internacionales de la CSA (Confederación Sindical de las Américas – representa a 80 millones de trabajadores) y de la CUT (Central Única de Trabajadores de Brasil – 7,4 millones de afiliados) para garantizar la transparencia del acto eleccionario.
Por otra parte, desde el sindicato denuncian que ante la falta de leyes flexibilizadoras como la recientemente aprobada en Brasil, la industria farmacéutica pretende avanzar de hecho en esta tarea a partir de debilitar al sindicato y detallan que por eso persigue a los dirigentes gremiales, ha llevado en transporte propio a compañeros a desafiliarse al sindicato y hasta promueve causas penales y civiles contra sus dirigentes en un claro intento de criminalizar la acción sindical.