Tras reunirse con obras sociales y prepagas, el gobernador Axel Kicillof sostuvo hoy que la ocupación de camas de terapia intensiva es «absolutamente límite» debido a la gravedad de la segunda ola y reclamó trabajar de manera «coordinada» con la Ciudad de Buenos Aires para evitar el colapso del sistema de salud.
«Necesitamos trabajar coordinadamente con la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno nacional y el sector privado, para encontrar mejores soluciones para dar respuesta a quienes necesiten asistencia», señaló el mandatario, tras reunirse con representantes de la medicina prepaga y obras sociales en la Casa de la Provincia, en CABA.
Durante el encuentro, Kicillof y sus ministros se interiorizaron sobre el panorama actual de internaciones por coronavirus en los centros de las prepagas y obras sociales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Participaron del encuentro los presidentes de OSDE, Luis Fontana; de Galeno, Julio Fraomeni; de MEDIFE, Jorge Priva; de Swissmedical, Claudio Belocoppit; de OMINT, Juan Carlos Villa Larroudet; y Mario Lugones, del Sanatorio Güemes.
Kicillof trazó un diagnóstico de la situación sanitaria debido a la suba de los casos y confirmó que el sistema «ya está saturado» aunque no «desbordado». Al día de hoy, la ocupación de camas es del 75% en el AMBA y del 50,9% en el interior. Hoy se registraron 12.884 casos nuevos contagios. «Cuando decimos que es muy difícil acceder a una cama de terapia intensiva, estamos diciendo que necesitamos coordinar mejor el sistema. El grado de ocupación es absolutamente límite», aclaró, y direccionó sus reclamos al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Aclaró que «la provincia aceptará a cualquiera que necesite atención médica» y destacó el hecho de que el sistema privado «también está a disposición». Y opinó que tanto el sector público y privado de CABA y la provincia «deben trabajar juntos y con la Nación».
«Buscamos ponernos de acuerdo sobre el estado de situación. Porque si partimos de lugares distintos va a ser muy difícil», expuso y agregó que «el sistema sanitario y demográfico es uno solo».
En esa misma línea, Kicillof reiteró que, si las medidas son distintas de un lado y otro de la General Paz, «no sirven». Consideró que revertir la situación del sistema de salud depende tanto «de las conductas individuales» como de las decisiones de la dirigencia «que debe estar a la altura de esta grave emergencia».
El gobernador volvió a pedir reforzar los cuidados para bajar la curva de contagios. Explicó que es indispensable que la población sepa cuál es la situación sanitaria que se vive. «Sé que es antipático hablar de esto, pero no quiero que se corra el riesgo de que luego alguien diga: ‘a mi no me avisaron’. La situación de emergencia hay que tratarla como tal, tomando medidas que no son fáciles ni simpáticas», reiteró.
Ya en el final, se refirió a la suspensión de las clases presenciales y la judicialización del decreto presidencial por parte de Rodríguez Larreta. «Se ha dicho ´los contagios no son en la escuela, los contagios no son en el transporte, los contagios no son en el turismo, los contagios no son en las empresas, los contagios no son las actividades deportivas´. Entonces, ¿dónde se contagió la gente?», preguntó y acotó que «ante esa situación, lo que han hecho los países, con muy poca diferencia, es reducir la circulación lo más posible cuando están en emergencia».
«No quiero entrar en esa polémica, me parece inconducente. Ahora lo que no podemos dar es la falsa señal de que estamos discutiendo ese tipo de cosas, cuando tenemos un riesgo cierto de que el sistema colapse», subrayó Kicillof.
Por su parte, el titular de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, coincidió con Kicillof en el diagnóstico «crítico». Remarcó la necesidad de «dejar el pensamiento político de lado las próximas 3 o 4 semanas» que, adelantó, «serán muy duras».
Además sostuvo que si no se bajan los contagios, llegará el colapso sanitario. «Si no achatamos la curva, por más que seamos eficientes o ingeniosos, no van a alcanzar nuestras habilidades o posibilidades con este nivel de crecimiento», dijo, y ratificó que el sector de de las prepagas y Obras sociales busca colaborar porque la realidad actual «duele y aterra».