En medio de una clase abierta en plena Plaza de Mayo, en reclamo de mejoras presupuestarias para las universidades nacionales, el presidente Javier Milei festejó su cumpleaños en Casa Rosada. Con todo su gabinete y su novia como invitados, el libertario no perdió la oportunidad para celebrar su natalicio en medio de las discusiones con la oposición por el Presupuesto 2025 y las movilizaciones en su contra que empiezan a multiplicarse con voracidad.
El festejo comenzó bien temprano por la mañana. El presidente llegó de la Quinta de Olivos escoltado por su seguridad y fue recibido en casa de gobierno por su hermana y la fanfarria militar Alto Perú del regimiento de Granaderos a Caballos, que interpretaron con instrumentos el feliz cumpleaños. Esta no es la primera vez que un primer mandatario es homenajeado por las figuras castrenses. Mauricio Macri también tuvo su festejo en febrero del 2018.
Entre saludos y agradecimientos, el presidente ingresó al Salón de los Bustos donde lo esperaban más abrazos de sus compañeros de Estado, a quienes se los pudo ver con modestos regalos para agasajar al protagonista. Luego de los saludos, el libertario enfiló al primer piso de la Rosada para encabezar la reunión de mesa chica que mantiene todos los martes con su hermana Karina; el asesor todo terreno, Santiago Caputo; el jefe de gabinete, Guillermo Francos; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y el vocero presidencial Manuel Adorni.
Tras la cumbre blue, los presentes se acoplaron a la reunión de gabinete formal que se extendió cerca de una hora y de la que, por orden expresa del presidente, no puede filtrarse ningún detalle. La decisión se tomó a inicios de la gestión, luego de que se conociera que el entonces ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, filtraba a la prensa los detalles de los encuentros que la gestión libertaria decide celosamente mantener en secreto.
De la reunión ampliada participaron Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado); Diana Mondino (Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto); Luis Petri (Defensa); Sandra Pettovello (Capital Humano), y Mario Lugones (Salud). De quien ya no llama la atención su ausencia es de Victoria Villarruel. La vicepresidenta no sólo no participa de ninguna reunión con sus compañeros de espacio sino que además decide de manera tajante tener su agenda propia. Este martes, por caso, viajó a Neuquén para participar de un evento que aglomera a empresarios energéticos en un lujoso hotel y mantuvo una cumbre cerrada con el gobernador Rolando Figueroa. Todo juego propio.
Como ya se les volvió costumbre, después del encuentro de trabajo, todo el gabinete salió al mítico balcón de la Rosada. Allí, dispuestos a saludar a los curiosos que esperan ansiosos algún movimiento, el presidente y sus ministros mostraron los dientes dispuestos a recibir halagos. La sorpresa, sin embargo, fue mayor. Mientras dentro de la Casa de Gobierno se definía con ojo quirúrgico el futuro de las medidas libertarias, afuera la calle latía. Las organizaciones de estudiantes, docentes y no docentes de universidades nacionales, desplegaron un circuito de clases públicas en la Plaza de Mayo en reclamo de mejoras presupuestarias.
Por errores operativos, los agentes de seguridad dispuestos en los alrededores del edificio de gobierno para evitar que las manifestaciones se acerquen a la puerta no desplegaron a tiempo el vallado. De esta forma, en cuanto el Ejecutivo pisó el balcón, el malón de gente corrió a las puertas de Balcarce 50 para reclamar de frente al gobierno la precarización económica que padecen las instituciones educativas. “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”, coreaban los militantes. Los dirigentes volvieron sobre sus pasos y se refugiaron en la falsa calma que reina en la casa.
Minutos después, como si no hubiese pasado nada, todo el gabinete se dirigió al Salón Norte donde el presidente festejó su cumpleaños con otros cuarenta invitados. Allí, entre sánguches de miga, empanadas y corchos de champagne, el libertario fue agasajado por su grupo íntimo de gestión y algunos invitados especiales. “A Javier no le gusta festejar su cumpleaños, pero quería compartir con su equipo de trabajo, al que valora mucho, su festejo para agradecerles el esfuerzo”, dijo uno de los participantes del ágape a este medio.
El festejo cumpleañero del mandatario seguirá esta tarde noche en la Quinta Presidencial de Olivos, donde recibirá nuevamente a su gabinete y otros miembros de su círculo para tener una “meriencena”, como describió la hija de su pareja, Amalia González. La gira de celebraciones había iniciado horas antes del natalicio del libertario. El lunes por la noche, Milei recibió con un asado de por medio a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta); Raúl Jalil (Catamarca); Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones).