Desde el regreso de la democracia hasta hoy la CGT ha sido uno de los actores que marcó a fuego las gestiones de los distintos presidentes. Ya sea por su indulgencia o su firmeza, por su razonabilidad o irracionalidad, los paros de la CGT sirven, entre otras cosas, como un parámetro para medir la fortaleza de los gobiernos.
Sin indagar en detalles ni razones y sólo hurgando en la estadística se puede concluir en que el gobierno de Cambiemos contó con el beneplácito de la CGT durante sus dos primeros años de gestión y eso lo convirtió en el gobierno no peronista al que la central obrera tardó más en hacerle un paro. Pese al deterioro del poder adquisitivo por la violencia la primera devaluación de su gobierno y de haber culminado su primer año de gestión con una inflación del 45%, Macri no sufrió ningún paro general durante 2016.
Recién el 6 de abril de 2017 la CGT convocó a su primera medida de fuerza. Es decir que el gobierno de Cambiemos gestionó 15 meses sin sufrir un paro general. Todo un record para un gobierno no peronista.
La comparación con otros gobiernos no peronistas realza aún más el dato. Raúl Alfosín soportó su primer paro general a los 9 meses de gobierno. En tanto, tan sólo 90 días le duró la paciencia a la central obrera con Fernando De la Rúa.
En cuanto a los gobiernos peronistas, el que más rápido tuvo que enfrentar el freno de la CGT fue el de Eduardo Duhalde. Aunque en aquella salida de 2001los días eran vertiginosos y el contexto crítico, el almanaque sentencia que fueron apenas cinco los meses de tregua entre los dirigentes sindicales y aquel breve e intenso gobierno.
La cima de la tolerancia de la CGT la alcanzó Cristina Fernández de Kirchner. 59 meses tardó la CGT en llevar adelante una medida de fuerza frente a la presidenta.
Por su parte, en un clima de crecimiento de la economía, expansión del consumo y recuperación permanente del poder adquisitivo, Néstor Kirchner se encaminaba a terminar su único mandato como presidente sin paros generales. Sin embrago, el asesinato del docente Carlos Fuentealba desencadenó el único paro general que se realizó en Argentina entre 2003 y 2007.
Carlos Menem tuvo en primer mandato tranquilo y casi sin enfrentamientos con la CGT, sobre todo hasta 1994. En este caso el primer paro general llegó después de 40 meses de gestión.
Por otra parte, los datos muestran que durante los tramos finales de los gobiernos la CGT suele mostrarse más activa y termina elevando el promedio de los paros a uno cada diez meses desde el retorno de la democracia hasta hoy.
La historia reciente marca que Raúl Alfonsín sufrió 13 paros, lo que da un promedio de una medida de fuerza cada 6 meses. Menem sufrió tres paros en su primer mandato, uno cada 24 meses. Sin embargo, durante el segundo mandato que duró 2 años menos, el riojano tuvo que enfrentar 5 paros, uno cada 11 meses. De la Rúa soportó nueve paros en dos años, uno cada tres meses. Por su parte, Duhalde en poco más año sufrió tres paros. Uno cada cinco meses.
Cristina Fernández de Kirchner solo tuvo que confrontar con la CGT en su segundo mandato. Durante el primero la central obrera acompañó sin reclamos. A partir del 10 de diciembre de 2011, luego de que Camioneros hiciera pública su ruptura con el Frente para la Victoria, la gestión de CFK soportó cinco paros generales, uno cada ocho meses.