Dos atacantes fueron abatidos hoy durante el asalto frustrado a un cuartel militar en Valencia, segunda ciudad en importancia de Venezuela, informó el presidente Nicolás Maduro. «Dos fueron abatidos por el fuego leal a la patria, uno está herido; de estos 10 atacantes que quedaron en las instalaciones del Paramacay, nueve son civiles y sólo uno es un teniente desertor», dijo el mandatario en su programa de televisión que realiza todos los domingos.

Más temprano, fue el dirigente chavista Diosdado Cabello quien anunció que las Fuerzas Armadas venezolanas resistieron «un ataque terrorista» contra una base del Ejército en Valencia, una ciudad ubicada a unos 170 kilómetros al oeste de Caracas, y ratificó la «absoluta normalidad en el resto de las unidades militares del país».

Más tarde, el comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el almirante en jefe Remigio Ceballos, informó que siete personas fueron detenidas tras el levantamiento, al que calificó como un «ataque terrorista, delictivo, paramilitar».

El vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Francisco Ameliach, publicó en Twitter que los detenidos “están aportando datos que los vinculan con varios dirigentes opositores en Carabobo”, pero no dio más detalles.

Los testimonios dan cuenta que en la madrugada del domingo atacantes entraron al Fuerte Paramacay, lo que activó los planes de defensa y el despliegue de tropas del ejército para garantizar la seguridad interna.

La agencia de noticias DPA, sostuvo que vecinos del Fuerte Paramacay informaron que los disparos dentro del cuartel continuaron mucho después del anuncio de «absoluta normalidad» del gobierno chavista, quien además publicó en internet un video de un grupo de hombres, vestidos de militares, que anuncian una sublevación y reivindican la legitimidad de la Asamblea Nacional, liderada por la oposición, en detrimento de la flamante Asamblea Nacional Constituyente.

En la grabación se puede ver a unos 20 hombres vestidos con uniformes castrenses con armas largas, liderados por el vocero del levantamiento, un hombre que se identifica como «capitán Juan Caguaripano» y «comandante de la operación David Carabobo».

«Nos declaramos en legítima rebeldía para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro. Esto no es un golpe de Estado, es una acción cívica-militar para restablecer el orden constitucional, pero más aún para salvar al país de la destrucción total, para detener los asesinatos de nuestros jóvenes y familiares», afirmó el vocero del levantamiento mirando a cámara.

Juan Carlos Caguaripano Scott, el jefe del alzamiento protagonizado hoy, es buscado por las autoridades judiciales desde 2014, cuando fue dado de baja de las Fuerzas Armadas por ser sospechado de participar de un complot por el cual fueron encarcelados otros militares. En 2014, Caguaripano era capitán de la Guardia Nacional Bolivariana y prestaba servicios en el Grupo Antiextorsión y Secuestros de esa fuerza armada en el estado Amazonas, en el sur del país.