El presidente Alberto Fernández encabezó este sábado en el Cabildo de Luján la firma del compromiso «Ni un pibe, ni una piba menos por la droga», una campaña impulsada por la Federación de Hogares de Cristo que preside el cura José María «Pepe» Di Paola, en el marco de las celebraciones por los 15 años de esa iniciativa que impulsan los curas de las villas y por la primera década de pontificado del Papa Francisco, que se cumple el lunes.
En ese marco, el presidente se mostró alineado con el mensaje del excardenal Bergoglio: «Los 40 años de democracia nos comprometen, nos obligan a ser parte. Argentina necesita terminar con los desencuentros y recuperar la paz. Se necesita terminar con los agravios, los insultos, las voces altisonantes para que volvamos a escucharnos y hablarnos. Terminar con el narcotráfico y ayudar a los caídos», dijo el presidente en su discurso.
Fernández destacó al Papa como «el mayor líder moral y ético que el mundo tiene». Y agregó: «Su sensibilidad nos conmueve y nos compromete. Estuve muchos años enojado con la Iglesia, la veía alejada de los pobres y sus necesidades. Algún día se lo dije a Francisco, cuando era Bergoglio, y luego hizo algo maravilloso. Francisco me hizo volver a creer en la Iglesia».
Entre los presentes en el Cabildo de Luján se encontraba parte del gabinete, como el canciller Santiago Cafiero; los ministros Eduardo de Pedro, Victoria Tolosa Paz y Gabriel Katopodis; el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el ministro bonaerense Andrés Larroque; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, la ministra de Desarrollo Social de la ciudad de Buenos Aires, María Migliore; y dirigentes como Federico Pinedo, Julio Piumato y Héctor Daer.
En ese contexto se emitió un mensaje en video de la vicepresidenta Cristina Kirchner –quien firmó el compromiso durante la semana en el Senado– en el que advirtió que «la adicción es un drama y una tragedia social» y destacó la importancia de que el Estado «recupere el territorio» en zonas como Rosario y otras del país, afectadas por la violencia del narcotráfico.
«Recuperar el territorio no es un concepto militar, sino recuperar el rol del Estado en esos lugares vulnerables», dijo la Vicepresidenta, luego de que esta semana el Gobierno nacional anunciara un paquete de medidas destinadas a la ciudad santafesina.
Los Hogares de Cristo –centros barriales que dan una respuesta integral a personas con consumos problemáticos de sustancias psicoactivas– fueron promovidos por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, cuentan con el apoyo de Cáritas Argentina y este año cumplen 15 años de existencia.
La campaña plantea la elaboración de políticas públicas que atiendan a todas las personas que están en consumo en sus propios barrios.
«Nos comprometemos a trabajar mancomunados por la libertad e independencia de las y los jóvenes esclavizados por el consumo problemático de adicciones en situaciones de vulnerabilidad», dice el compromiso firmado por el presidente y los demás dirigentes.
El padre Pepe le hizo un pedido a toda la dirigencia política: «No nos quedemos sólo con el ruido de las balas de los narcos, sino con las ganas de un pueblo que quiere transformar sus barrios. No nos quedemos sólo en el tema por un episodio en Rosario o el gran Buenos Aires. Está en juego la vida, la salud y el bienestar de la República y es tarea de todos», dijo. «