Para justificar la decisión de no permitir las salidas de una hora a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno porteño aseguró que en los últimos días los casos diarios están subiendo «sustancialmente», sobre todo a partir de la autorización de nuevas actividades. Si bien la curva no es persistente (el domingo hubo menos casos que el viernes) empiezan a multiplicarse en lugares cerrados, o en sectores de trato directo como los médicos y los policías.
«En los últimos días en la Ciudad de Buenos Aires la curva es creciente; estamos subiendo sustancialmente el número de casos diarios que veníamos teniendo, y la apertura de la semana pasada es lo que se quiere analizar durante esta semana, para luego avanzar o no con medidas», afirmó en las últimas horas el vicejefe de gobierno, Diego Santilli. Y dio el ejemplo de lo sucedido este fin de semana en España, donde varios parques y plazas fueron atestados de familias, sin control de la cuarentena. La diferencia con Europa –acotó– es que «ellos ya atravesaron el pico de la pandemia, mientras que nosotros aún no. Por eso, tenemos que poner todas nuestras energías para que no incremente nuestra taza de contagios, para que no se sature el sistema de salud».
Hasta el momento, CABA cuenta con 1303 contagios confirmados: 1017 residentes, y 286 no residentes. En total hay 69 fallecidos en territorio porteño, 766 hospitalizados, 14 ambulatorios, y 406 altas definitivas. El criterio de alta es: a partir del séptimo día de inicio de los síntomas, con un mínimo de 48 horas sin fiebre, y dos pruebas PCR negativas. Otros 4551 permanecen como «casos sospechosos», y 414 son contactos cercanos de casos confirmados que se encuentran en seguimiento desde el Ministerio de Salud porteño.
Aunque la tendencia general es un alza, no todos los días el número superó a la jornada anterior. El pico fue el viernes, cuando se registraron 91 casos positivos, casi el doble de los 46 del sábado y de los 42 del jueves. Ayer la cifra de confirmados bajó a 32, en parte explicado por la menor velocidad de trabajo de los fines de semana. La clave será ver cómo evoluciona la curva entre este lunes y el viernes, sobre todo teniendo en cuenta que la cantidad de testeos en todo el país está aumentando considerablemente, y en una semana se pasó de una tasa de 720 pruebas por cada millón de habitantes a 1143,8 por millón.
«Se va a testear a los grupos de riesgo y los trabajadores de salud. Ya empezamos a ver casos de positivos en la policía, al menos cuatro, y se expande en los grupos familiares. Tenemos 70 sospechosos, que están en análisis», apuntó Santilli. El último Boletín Epidemiológico de CABA especifica que «los casos confirmados en los últimos días presentan una tendencia en aumento. Esto se relacionaría con el incremento de casos en instituciones semi-cerradas y agrupamientos de casos en barrios específicos de la ciudad».
También se verifica un cambio en la dinámica de la transmisión del Covid–19 en la Ciudad: «En las primeras semanas los casos son en su mayoría importados. A partir de tercera semana de aparición de casos confirmados, se inicia la transmisión por contactos y comunitaria. En las siguientes semanas y en la actualidad, comienza a visualizarse una mayor proporción de casos en trabajadores de la salud», destaca el Boletín.
A su vez, hay diferencias en los contagios por edades y regiones: «Si bien la mayor cantidad absoluta de casos se encuentra en los grupos de 20 a 39 años, la población más afectada en términos de tasas corresponde a los mayores de 70». De hecho, los 46 fallecidos presentaron una media de edad de 76 años. De ese total, 32 fueron varones. En cuanto a las regiones, con 108 casos confirmados es la Comuna 7 –Flores y Parque Chacabuco– la que encabeza el tope de contagios. Le sigue la 13 –Núñez, Belgrano y Colegiales– con 86 positivos, la 14 –Palermo– con 81 y la 3 –Balvanera y San Cristóbal– con 79 confirmados.
«Estamos estudiando cuál es la mejor manera de organizar la circulación de la gente, para cuando lo permitan desde el Gobierno. Puede ser por número de documento, para que un sector salga a la calle a la media mañana y otro, a la media tarde», sostuvo Santilli. Y agregó: «Estamos analizando que al delivery se le sume el take away, porque eso no aumenta sustancialmente la cantidad de trabajadores de la empresa, pero sí incrementa sus ingresos para poder hacerle frente a los salarios y deudas». Justamente ese fue uno de los cuestionamientos del presidente, Alberto Fernández, al remarcar que no se puede «mantener a la gente en un encierro eterno porque no resisten», mientras permiten otras actividades más riesgosas que salir a caminar una hora. Así mencionó la habilitación del take away en locales gastronómicos de la Ciudad de Buenos Aires. Preguntó con ironía: «¿Y eso qué es?».