A pesar de sus intensiones, el presidente Mauricio Macri vivió el Mundial de Rusia 2018 por televisión y, obligado por la crisis económica que se desató en Argentina en los últimos meses, no pudo cumplir con su promesa de visitar a su par ruso, Vladimir Putin, durante la Copa del Mundo. El encuentro en los dos mandatarios se postergó hasta este jueves, cuando ambos se reunieron en el marco de la cumbre del BRICS, en Johannesburgo, donde ninguno de los dos dejó de lado la diplomacia del fútbol.
«Es una pena que usted no pudiese ir al Campeonato del Fútbol; pero hicimos todo para crear buenas condiciones para su selección», dijo Putin. Macri, por su parte, dijo que no pudo visitar Rusia por la situación en su país, y también destacó los logros de la selección rusa. Además, recibió la invitación para que los selecciones latinoamericanas disputen una copa organizada por Rusia en los estadios mundialistas.
Más allá de esto, que fue lo primero que comunicó Presidencia argentina, se supo que la reunión no se limitó a esto. De hecho, Moscú considera exitosas las relaciones con Buenos Aires y seguirá apoyando el desarrollo de la cooperación económica bilateral, declaró el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
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Por su parte, Macri aseguró que Argentina considera a Rusia como un socio clave en el ámbito internacional, y reveló que su país comenzó a recibir las primeras inversiones rusas. Y puso como ejemplo la labor de la compañía rusa Transmashholding, que ya comenzó su trabajo en una de las empresas ferroviarias del Argentina, y mencionó que Rusia participará activamente en la renovación de los vagones.
En mayo pasado, el embajador ruso en Argentina, Víctor Koronelli, anunció la reinauguración de los talleres ferroviarios de Mechita, que se pudo concretar a raíz de un acuerdo entre Trenes Argentinos Infraestructura (TAI) y la filial argentina de Transmashholding, compañía que desembolsó 3 millones de dólares.
Se desconoce si trataron el exabrupto del ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, quien había asegurado -antes de arrepentirse y pedir perdón- que Rusia había interferido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016.