«La interna que tendremos en Córdoba es un ordenador para los pasos a seguir en el resto de los distritos». La evaluación, con un tono de resignación, pertenece a uno de los funcionarios de la Casa Rosada que buscó evitar la realización de internas dentro de Cambiemos en esa provincia, gobernada por el peronista Juan Schiaretti, pero que ahora admite la predisposición del gobierno para aceptar contiendas similares en otras provincias.
Si bien Córdoba no tiene PASO, el próximo 17 de marzo dos radicales se medirán en internas para definir al candidato a gobernador de Cambiemos, que disputará con el actual mandatario, en busca de su reelección, dentro de comicios desdoblados previstos para el 12 de mayo. La Rosada intentó por todos los medios evitar ese comicio dentro de la versión cordobesa de Cambiemos, pero finalmente será protagonizado por dos radicales: el intendente de la capital cordobesa, Ramón Mestre, y el titular del interbloque del oficialismo en la Cámara Baja, Mario Negri. La disputa, solicitada ante la Justicia local, fue habilitada esta semana, luego de la rúbrica del representante del PRO, Darío Capitani, que puso el gancho a pedido de Balcarce 50 «para evitar un papelón». Pero también como una señal de predisposición del Ejecutivo para aceptar el desarrollo de otras internas provinciales o, el menos, dejar de impedirlas.
El permiso del gobierno de esta semana para habilitar la interna cordobesa fue posterior al anuncio del gobernador mendocino y titular de la UCR Nacional, Alfredo Cornejo, para desdoblar las elecciones provinciales que tendrán PASO el 9 de junio y ejecutivas el 29 de septiembre. En esa interna Cambiemos también irá dividido, con una contienda entre el intendente de la capital provincial, el radical Rodolfo Suárez, y su par de Luján de Cuyo, Omar De Marchi, dirigente del macrismo, a través del Partido Demócrata del PRO, que también integra la alianza gobernante a nivel nacional.
A esa dupla de contiendas se suma otra interna en Santa Fe, entre el jefe comunal de la capital provincial, el radical José Corral y el titular del PRO de esa provincia, Federico Angelini, en una disputa que, hasta la semana pasada, incluía la posible postulación del actual embajador en Uruguay, Mario Barletta, que era promovido por Elisa Carrió.
Tucumán, gobernada por el peronista Juan Manzur, es otro territorio donde habría cambiado la predisposición que va desde lograr la unidad hasta realizar la interna. Cambiemos tiene cinco aspirantes en danza para medirse con el exministro de Salud de CFK. Ellos son tres radicales y dos peronistas: el exministro de Finanzas, Alfonso De Prat Gay; el exjefe de la Unidad Belgrano, José Cano; y la senadora nacional Silvia Elías de Pérez. Esas tres vertientes del radicalismo provincial tienen dos aspirantes de origen peronista que están cerca del PRO: el actual intendente de San Miguel, Germán Alfaro, y su antecesor, Domingo Amaya, que actualmente es funcionario del Ministerio del Interior, pero que dejó al PJ para aliarse con José Cano en 2015.
Desde Buenos Aires apuestan a ordenar a los competidores, pero si no hay acuerdo también habilitarían la interna. Un permiso que también podría extenderse a La Rioja, La Pampa y Río Negro. «