De a poco, y aunque resta un mes para el cierre de listas, comienza a palpitarse el clima de campaña en la provincia de Buenos Aires. En las últimas semanas se incrementaron las bajadas de Axel Kicillof y su gabinete al territorio, con actos y anuncios, y con especial foco en el interior, donde el objetivo es conseguir los votos para tener mayoría en el Senado bonaerense, hoy controlado por la oposición.
«No estamos en campaña. Estamos en campaña de vacunación», repite Kicillof seguido, para desmarcarse de Juntos por el Cambio. La última vez que lo dijo fue el viernes cuando pisó Tandil, un distrito clave en la quinta sección electoral que este año renueva senadores provinciales. Eligió ese distrito para anunciar el Plan Bonaerense de Desarrollo Rural, una batería de medidas económicas y productivas por 172 mil millones de pesos destinadas al sector rural, esquivo siempre al peronismo.
La elección de medio término, como ocurre con todos los gobiernos, servirá para plebiscitar la gestión nacional y provincial. Kicillof lo tiene claro y es por eso que estará al frente de la campaña –aunque no vaya en la boleta– para poner en valor su gestión de este año y medio, ocupada hace ya más de un año en el manejo de la pandemia. En ese camino, en el que resta aún la definición de las listas, el objetivo está puesto centralmente en las secciones electorales donde se dará la batalla por el control del Senado.
La Cámara Alta renueva 23 bancas, la mitad de su composición. Juntos por el Cambio tiene hoy la mayoría con 26 senadores y el Frente de Todos tiene 20. El objetivo es dar vuelta esa relación de fuerzas y obtener de mínima tres bancas más para garantizar la gobernabilidad en la Legislatura y transitar la segunda parte del mandato con más comodidad. Además de buscar aprobar las leyes impositivas y el presupuesto con más tranquilidad, el Ejecutivo tiene pendiente la designación de dos ministros de la Suprema Corte de Justicia, que como todos los cargos judiciales deben pasar por el Senado.
Las secciones donde se eligen senadores en noviembre son cuatro: la primera (Conurbano norte y oeste); la cuarta (noroeste), la quinta (costa y este bonaerense) y la séptima (centro de la provincia).
En las tres del interior, el Frente de Todos perdió en 2019. Y había perdido por una diferencia aun mayor en 2017 como Unidad Ciudadana –y con el Frente Renovador afuera de la coalición– cuando se eligieron los legisladores que en diciembre terminan su mandato. En esas secciones, la oposición tiene amplio predominio y además gobierna los distritos más importantes en volumen electoral como Mar del Plata, Tandil, Junín, Chacabuco, Olavarría y Azul.
En este marco, la campaña tendrá un fuerte anclaje en esos distritos difíciles para el oficialismo. El objetivo es capitalizar lo que se hizo hasta ahora y contrastarlo con la «pesada herencia» recibida del gobierno de María Eugenia Vidal. En La Plata marcan tres ejes centrales: el plan de vacunación, la obra pública y las medidas de ayuda económica que se otorgaron a los sectores más golpeados por la pandemia y las restricciones.
En el primer caso, el plan Vacunate ya está cerca de llegar a los 6 millones de bonaerenses: 5.887.587 fueron inmunizados con la primera dosis y 1.320.865 con la segunda. Actualmente se está vacunando a los mayores de 18 años con comorbilidades. Y desde ayer hay «vacuna libre», es decir, sin turno previo, para los mayores de 50 años y las embarazadas. Un dato que destacan en el Ministerio de Salud: en el interior hay distritos que ya vacunaron a toda la población inscripta y están por llegar al «efecto rebaño».
En el segundo eje, el oficialismo trabaja para mostrar las obras que habían sido abandonadas por la gestión de Cambiemos, y que se reactivaron y concluyeron pese a la pandemia con fondos provinciales y nacionales. Forman parte del ambicioso plan «Provincia en marcha» que fue delineado en el presupuesto 2021 y que incluye viviendas, rutas, caminos rurales, agua y cloacas, obras en hospitales, salitas sanitarias, escuelas y cárceles.
En ese plan, Kicillof se mostró hiperactivo en las últimas dos semanas e incrementó su presencia en el territorio, al igual que sus ministros. Sin actos masivos por la pandemia, esa será la impronta de esta campaña, que compartirán con Nación.
Tras el acto que compartió junto con la vicepresidenta Cristina Kirchner en La Plata inaugurando obras en el hospital Sor María Ludovica, comenzó una seguidilla de actividades: entrega de viviendas y de patrulleros, inauguración de una alcaidía, dos hospitales modulares y un jardín de infantes. En Junín y Tandil, distritos de JxC, además dejó en claro sus diferencias en público con los jefes comunales opositores. Esta semana seguirá en esa línea con actividades en Bahía Blanca y Patagones, dos municipios donde también gobierna la oposición.