Uno de los hijos del empresario Lázaro Báez, Martín, quedó detenido en la mañana del jueves por disposición del Tribunal Oral Federal número cuatro, que está llevando adelante el debate por la causa denominada “la ruta del dinero K”.

Báez Jr. se presentó alrededor de las 7.20, ante el tribunal, que le había fijado un plazo máximo hasta las ocho para comparecer en Comodoro Py.

Pese a que Martín Báez cumplió con ese plazo, los jueces Néstor Costabel, María López Iñíguez y Adriana Palliotti consideraron que sus conductas en los últimos tiempos indican que existen “riesgos procesales” de fuga y de entorpecimiento de la investigación, por lo que ordenaron su detención.

El fiscal de juicio, Abel Córdoba, había pedido la detención por una razón central: un movimiento de dinero de unos cinco millones  medio de dólares pese a que todos los bienes de la familia Báez y de sus empresas estaban inhibidos y embargados.  El dato sobre ese movimiento fue aportado por la Unidad de Información Financiera (UIF), un organismo que depende del gobierno y no del Poder Judicial.

Según su página oficial, la UIF está dentro de la estructura del ministerio de Hacienda, pero es presentado como “el organismo con autonomía y autarquía financiera a cargo del análisis, el tratamiento y la transmisión de información a los efectos de prevenir e impedir el Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo”.

El reporte describe un entramado de cuentas y montos de dólares y euros en bancos del exterior, especialmente en el paraíso fiscal de las Islas Bahamas, que registran movimientos hasta agosto de 2018, cuando ya existía una orden judicial de inmovilizar todo el patrimonio de la familia Báez, lo que incluye a Martín y a sus tres hermanos.

Para el fiscal Córdoba, “ha sido Martín Báez quien a la luz de un análisis de dominio de los hechos surge con un protagonismo mayor, evidenciado sobre todo en la suscripción personal de documentos que instrumentan órdenes en el plano societario y financiero que se traducen en disposición de fondos de origen ilícito, en abierta disputa con  las decisiones jurisdiccionales dictadas».

Además de esa situación, Martín Báez debía estar presente el miércoles, en la reanudación del juicio oral, pero a la hora del reinicio del debate no se encontraba en la Sala de Audiencias. El presidente del tribunal, Néstor Costabel, intimó al abogado del hijo del empresario, Víctor Hortel, a que lo hiciera so riesgo de ordenar su detención.

Martín Báez estaba en Santa Cruz y se presentó ante el juzgado federal provincial, pero para el tribunal no fue suficiente.

El jueves, antes de las siete de la mañana, arribó al Aeroparque Metropolitano y desde allí se dirigió directamente a Comodoro Py 2002. Tras una espera que se prolongó durante varias horas, el tribunal por unanimidad dispuso su detención.