Continúan declarando familiares de las víctimas de los fusilamientos de José León Suárez. La masacre fue protagonizada por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires entre el 9 y 10 de junio de 1956. Este miércoles lo hizo Mónica Benavidez, hija de Reinaldo Benavidez, uno de los sobrevivientes.
El juicio se está desarrollando en el Juzgado Federal Criminal y Correccional N°2 del partido bonaerense de San Martín, a cargo de la jueza Alicia Vence. Los hechos sucedieron durante el gobierno de facto autodenominado “Revolución Libertadora” de Pedro Eugenio Aramburu, en ese tiempo el peronismo estuvo proscripto por decreto.
Reconstrucción del abogado querellante
Alberto Palacio es el abogado que representa a la Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia de San Martín. “Reinaldo Benavidez y Julio Troxler eran militantes peronistas”, subrayó el letrado. “Fueron juntos a la casa de Hipólito Yrigoyen, en Florida, cuando entraron -minutos después- llegó el camión de la policía, irrumpieron en la vivienda y se los llevaron a todos”, agregó.
“Mónica recordó que su padre le dijo que todo el momento Troxler -quien era de Policía Bonaerense- se había dado cuenta de que algo malo iba a pasar y a través de señas, le advirtió sobre la urgencia de saltar del camión apenas pare y salir corriendo”, reconstruyó Palacios. Continuó relatando que de esa manera “se salvaron de la masacre”.
“La mujer indicó que Reinaldo intentó darle esa alerta a Carlos Lizaso, a quien intentó tomar de la mano pero no pudo sostenerse y se cayó”, aseguró el abogado. Apuntó que ahí quedó tendido “en el piso y fue asesinado en el basural de José León Suárez”.
“Reinaldo siguió sintiendo el peso de estar vigilado y perseguido, porque después de los asesinatos del ’56, allá por el ’72 volvió a sufrir un secuestro, fue interceptado por policías en la estación Pablo Nogués del tren Belgrano Norte”, repasó el letrado. Siguió relatando que en ese momento “el militante peronista volvía del trabajo que tenía en Los Polvorines”.
“Fue secuestrado por cinco policías que primero intentaron tirarlo del tren, pero después lo bajaron y lo llevaron a la comisaría de Pablo Nogués, donde -luego de recorrer varias dependencias- fue encontrado y retirado por la mamá de Mónica”, aseguró Palacio. Su esposa se lo llevó con ella, “el hombre estaba golpeado, picaneado, quemado con cigarrillos y en muy mal estado en general”.
“La madre de Mónica se enteró que estaba ahí por el testimonio de un vecino que casualmente viajaba en el mismo tren y conocía a Reinaldo”, dijo el abogado. Este hombre cuando llegó al barrio “contó lo que había visto, pero como en esos tiempos hacer una denuncia era inútil, lo dejaron así sin efecto, porque sabían que no iba a prosperar e incluso podría generar más represalias”.
“El terrorismo de Estado tiene un inicio en el ’55 con el bombardeo a Plaza de Mayo, fue la falta de justicia y la impunidad de estos hechos que luego se tradujo en algo muchísimo más cruel con el golpe en el ’76”, reconstruyó Palacio. “Culminó con 30 mil compañeras y compañeros secuestrados y posteriormente desaparecidos”, concluyó.
Testimonio de la hija de un sobreviviente
Luego de la masacre de José León Suárez, Reinaldo Benavidez fue al exilio en Bolivia, donde conoció a su mujer y se casaron. Después volvieron a la Argentina y, en el ’58, nació Mónica. Ella pudo reconstruir todo lo que sucedió a través de lo que percibió en su seno familiar.
“Mi papá sobrevivió a los asesinatos que se produjeron en los basurales junto a Julio Troxler, que era de la Policía Bonaerense, ellos eran militantes peronistas y muy amigos de la infancia”, recordó la mujer. “Mi papá falleció en 2002, por lo cual tuvo el tiempo suficiente para contarme en forma detallada todo lo que sucedió aquellas noches del 9 y 10 de junio del ‘56”.
“Se los llevaron en un camión de la policía cuando estaban en la casa de Hipólito Yrigoyen 4519, en la localidad de Florida, donde estaban a la espera de una orden del general Juan José Valle”, aseguró Mónica, de 64 años. También aclaró que estaban reunidos ahí porque pretendían “salir a retomar el país para devolverle la presidencia a Juan Domingo Perón, porque lo había votado el pueblo, ellos querían sacar al gobierno de facto”.
“Fueron llevados a la comisaría de San Martín y después los asesinaron en el basural, Julio Troxler y mi papá se escaparon”, dijo la mujer. Se conocían y eran amigo desde chicos, “Julio se fue por un lado y mi padre corrió hasta alcanzar un colectivo y le pido que lo llevara, porque los policías les habían quitado todas sus pertenencias, en ese momento no se fue para su casa, corrió a lo de un amigo”, agregó.
“Lo que nunca se pudo saber es cómo fue que los policías se enteraron que estaban en esa vivienda de la calle Yrigoyen, quizás fue por algún infiltrado, por escuchas telefónicas o algo así”, opinó Mónica. Todo lo que pasó no fue casual, “estuvo planeado muy estratégicamente por la fuerza de seguridad, ellos eran militantes peronistas y esperaban una orden”, reiteró.
“En el Juzgado, la secretaria me pidió que reconstruya con claridad lo que sucedió aquellas noches del 9 y 10 de junio del ‘56, si bien yo nací en el ‘58, lo sé por todos las conversaciones familiares”, aseguró la mujer. Estos hechos están muy presentes “en toda mi familia, fue algo que nos marcó para toda la vida, haber declarado para mí fue muy emotivo y movilizador, sabemos toda la verdad porque mi papá fue un sobreviviente y nos contó todo”, finalizó.
Fusilamientos de José León Suárez
Cabe destacar que los fusilamientos de José León Suárez fueron una masacre de militantes políticos ocurrida el 9 de junio de 1956 en los basurales de esa localidad en el partido bonaerense de San Martín. En esos tiempos se imponía el gobierno de facto autodenominado «Revolución Libertadora» de Pedro Eugenio Aramburu.
Ese día resultaron asesinados Mario Brión, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez, Carlos Lizaso, Nicolás Carranza. Juan Carlos Livraga milagrosamente sobrevivió y hoy tiene 91 años. Siete de sus compañeros que también fueron detenidos en la localidad de Florida pudieron escapar.
La dictadura produjo en tres días 18 asesinatos de militares y de 13 civiles. Además, algunos de ellos eran parte de un levantamiento encabezado por los generales Juan José Valle y Raúl Tanco, quienes pretendían que vuelva a la presidencia el peronismo
Esta masacre quedó plasmada en la literatura argentina por distintos autores: Operación Masacre de Rodolfo Walsh, publicada en Arts. en 1957 y luego fue editada como libro. Mártires y Verdugos, de Salvador Ferla. Y por el propio hijo del asesinado Mario Brión, Daniel Brión, con su obra El presidente duerme – Fusilados en junio de 1956, la generación de una causa.