A dos semanas de las elecciones, el segundo candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires del Frente de Todos, Daniel Gollán, asegura que hay “mucho temor” de los sectores populares a que vuelva a gobernar Juntos por el Cambio. “Realmente sienten espanto”, dispara.
En diálogo con Tiempo, el exministro de Salud bonaerense habla de la campaña puerta a puerta que está llevando adelante el oficialismo, analiza por qué perdieron las PASO y las razones por las que no fueron a votar 2,1 millones de electores en el Conurbano.
Apunta que la cantidad de bonaerenses que concurran a votar «será determinante» para saber cuántos puntos descuentan a la oposición el 14 de noviembre.
Además, critica a la oposición por negarse al control de precios. “Se opusieron a las medidas de cuidado, a las vacunas, ¿cómo no van a estar a favor de recortar el salario, el consumo interno?”, dice.
–¿Cuál es el análisis que hicieron del resultado de las PASO?
–El análisis tiene muchos componentes. Algunos más predominantes y otros secundarios, pero hay que considerar todos. Fue una elección en un contexto de pandemia porque todavía estábamos en un proceso de salida, pero con una situación muy extraña. No fue solo por lo que representaba el temor de mucha gente de ir a votar o movilizarse y decidió no ir, sino también en un contexto en el que para el sector más vulnerable de la población encontrarse con una pandemia –después de cuatro años de desastre de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal, que arruinó la vida de los bonaerenses– significó perder la posibilidad de mejorar el ingreso a partir de su trabajo, aunque fuera informal. Esa situación de inconformidad se trasladó a que no fueran a votar. Es un número llamativo porque son 2.100.000 personas, solo en el Conurbano, que habían ido en 2019 y no fueron ahora, principalmente, de los barrios populares en una proporción mucho mayor a lo que sucedió con las zonas que son más proclives a votar a la oposición.
–¿Qué le dice la gente en esta campaña puerta a puerta?
–Nos hablan de la situación delicada en la que han quedado después de cuatro años de destrucción del tejido económico y social por parte de Macri y Vidal en la Provincia, el debilitamiento del Estado en su capacidad de dar respuesta y, tras cartón, una pandemia que produjo un desastre económico a escala mundial. En general, hay una comprensión de que eso sucedió, de que la pandemia fue un freno para que no pudiéramos ir más rápido. Después hay otras cuestiones que tienen que ver con demandas locales y de otro tipo, como la inseguridad, que también aparece. Pero la inflación –a la que le estamos dando una respuesta muy fuerte con el congelamiento de precios–, el trabajo y los ingresos son los temas centrales que uno escucha.
–¿Los que no fueron a votar dicen que van a ir en noviembre?
–No hacemos tanto hincapié en la elección sino en escuchar y hacerles saber que estamos del lado de ellos. Los invitamos a ir a votar porque en la masividad de la votación se fortalece el sistema democrático y habiendo más votantes, proporcionalmente, esos votos deberían ser favorables a nuestro frente, pero el objetivo central es volver a revincularnos con un sector de la sociedad con el que no pudimos hacerlo durante un año y medio por la pandemia. Ese es nuestro fuerte: la diaria con la gente en el barrio, en el centro de jubilados, en el club, en los sindicatos. Ese vínculo se rompió y por eso es el objetivo inicial: revincularnos para sumarlos a un proyecto que les dé esperanza y que se vaya cristalizando con hechos concretos.
–¿Fue un error poner el peso de la campaña en la vacunación y no en lo económico?
–La gente en general reconoce y hasta agradece –aunque no haga falta– los cuidados y el proceso de vacunación, que es impecable. No es que una cosa obvia la otra, pero cuando uno tiene una situación complicada de vida en la que está viendo si puede o no comer, o depende de un comedor para alimentarse, necesita expresar esa situación. Y lo expresó no yendo a votar. Si hubiesen tenido la convicción de que había que votar a otra opción habrían ido y los habrían votado. Pero cuando uno habla con esos sectores, les menciona la palabra macrismo, Macri o Vidal y realmente sienten espanto. «No, no, para ese lado no», te dicen. A ese lugar no quieren volver. Expresan temor por lo que significó el macrismo y temor a que ese proyecto político los vuelva a gobernar porque lo sufrieron en carne propia brutalmente. Entonces, hay que analizar mucho ese tema: cuánta gente más va a ir a votar es determinante para saber si vamos a poder levantar mayor o menor cantidad de puntos. De todos modos, el objetivo central, repito, es escucharlos y prepararnos para la elección, pero fundamentalmente para lo que viene después. Todo el crecimiento que se va a dar en la Argentina necesita de una justa redistribución para que permee y llegue a todos y todas.
–¿Cree que se puede revertir el resultado?
–Muchos nos dicen “en esta voy a votar”, o “las PASO no son obligatorias”, o “en la otra, que es la más importante, vamos a ir”. De muchos escuchamos eso. Habrá que ver después a quién va a votar. Presumimos que si no fueron a votar a la oposición –mayoritariamente son barrios que han votado por el Frente de Todos hace ya muchos años– van a repetir ese voto. Pero queremos ser cautos, en el sentido de que estamos trabajando para recuperar la mayor cantidad de votos y ojalá podamos llegar a un número suficiente para que se revierta la elección.
–¿Qué opina de la oposición de Juntos al control de precios?
–Nunca vamos a encontrar a nadie de ese espacio político a favor de cuidarles el bolsillo a los sectores populares. Esto va de la mano de las expresiones que ya dicen a boca de jarro, como «vamos a privatizar todo lo que sea privatizable» o «vamos a echar a los trabajadores sin indemnización». Todo va de la mano de un proyecto que ya vivimos en los cuatro años anteriores. No es novedoso, así como no es novedoso que de 2003 a 2015 hayamos pasado de 2,2 millones de planes a 200 mil, once veces menos; se crearon 5 millones de puestos de trabajo genuino, la desocupación era casi nula porque era del 5,9%. Así como eso sucedió en nuestro gobierno y es palpable para la gran parte de la sociedad, es perfectamente palpable lo que propone la oposición. Se opusieron a las medidas de cuidado, a las vacunas. Estuvieron a favor del virus, ¿cómo no van a estar a favor de recortar el salario, el consumo interno, de abrir indiscriminadamente las importaciones? «