Axel Kicillof encabezó este miércoles una cumbre del Frente de Todos en la residencia oficial de La Plata. Hasta allí llegaron el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, ministros nacionales y provinciales, diputados e intendentes del Conurbano para comenzar a delinear la agenda política 2023.
El encuentro, que comenzó pasado el mediodía y se extendió por casi cinco horas, fue convocado por el mandatario para analizar el contexto social y económico, hablar de los avances en materia de gestión con Nación y repasar el proyecto de Presupuesto 2023 que está próximo a presentarse en la Legislatura bonaerense.
Además de Máximo Kirchner, llegaron a la residencia los ministros nacionales Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Jorge Ferraresi (Desarrollo Territorial y Hábitat), quienes además son referentes de peso en la primera y la tercera sección electoral, y los ministros bonaerenses Cristina Álvarez Rodríguez (Gobierno), Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Leonardo Nardini (Infraestructura), Pablo López (Hacienda y Finanzas) y el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.
También participaron de la cumbre el jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza, y sus pares de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y de Pilar, Federico Achaval; el diputado provincial Mariano Cascallares, el director del Grupo Bapro, Gustavo Menéndez, y el secretario de Economía del Conocimiento de la Nación, Ariel Sujarchuk, quienes son jefes comunales en uso de licencia de Almirante Brown, Merlo y de Escobar, respectivamente. Todos se retiraron de la Gobernación sin realizar declaraciones.
El cónclave se realizó a puertas cerradas y en total hermetismo. Comenzó pasadas las 13.30 y se extendió hasta las 18 horas en que todos los dirigentes se retiraron sin hacer declaraciones. Hubo un abanico de temas de gestión y política que se abordaron de cara al tramo final de 2022 y al año electoral.
En principio, según pudo saber Tiempo, se analizó la situación social y económica de cara a fin de año y, en particular, del Conurbano. El impacto de la inflación que ya acumula 66% en lo que va del año es la preocupación central de la dirigencia del FdT. Y de hecho, varios intendentes plantearon la necesidad de que que el Ejecutivo provincial los ayude a pagar la renegociación de la pauta salarial con los empleados municipales. Kicillof prometió evaluar cada caso y asistirlos, de ser necesario, como ocurrió en 2020 en medio de la pandemia.
También se habló de la posible suspensión de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) a nivel nacional y provincial, pero no hubo una definición. Lo que sí se definió fue el lugar del congreso del PJ bonaerense que había quedado en suspenso tras el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. Si bien los consejeros habían resuelto en la última reunión -que se realizó en el PJ de La Plata- que se realizará el 5 de noviembre restaba definir dónde se hará. Las opciones eran Merlo, donde iba a realizarse el sábado 3 de septiembre con la presencia de la ex presidenta, y Mar del Plata. Ganó La Feliz. No se sabe aún si CFK cerrará el evento partidario.
Durante el encuentro también se habló de la necesidad de reeditar la mesa política que funcionó en el segundo tramo de la campaña 2021, con referentes territoriales por cada sección, para afinar la estrategia electoral y la coordinación con el Ejecutivo bonaerense de cara a la elección del año que viene. Todos coincideron en la necesidad de reunirse periódicamente. La mesa del Frente de Todos, pese a la reunión y la foto de abril, no logró volver a juntarse en todos estos meses.
Otro tema central que se abordó fue el proyecto de Presupuesto 2023 que Kicillof enviará, junto a la ley impositiva, a la Legislatura bonaerense una vez que se apruebe la ley de leyes en el Congreso Nacional. Los intendentes plantearon la necesidad de acelerar las obras públicas que son ejecutadas a través del Fondo de Infraestructura Municipal y también el Fondo de Seguridad para poder mostrar los resultados en el año electoral. Ambos programas están fijados en el presupuesto.
Casi sobre el final de cumbre política, la atención se trasladó a metros de uno de los ingresos de la Gobernación, en 51 entre 5 y 6, donde apareció una «caja» sospechosa. El objeto abandonado, que era el baúl de una moto, generó alarma en la custodia de la Casa de Gobierno: ocurre que justo por ese portón debían salir los funcionarios. La división de Explosivos de la Policía se ocupó de detonar el baúl, que se encontraba vacío. Falsa alarma.