El presidente busca liderar el grupo que defina la estrategia electoral para 2023. La vicepresidenta ya se recuperó del covid. La postergación para marzo del encuentro del Grupo de Puebla aplazó la reaparición pública de ambos.
Este lunes, Héctor Daer, el sindicalista que habla con Alberto Fernández, se acercó hasta el conciliábulo de los gobernadores y gobernadoras en el Consejo Federal de Inversiones a pedir un lugar para el propio presidente en la eventual mesa política que se llegue a armar después del renunciamiento de la figura política que más votos junta dentro del peronismo.
Dos días después, el miércoles, Fernández dio un paso más y pidió estar al frente de ese armado. Sin embargo, poca repercusión tuvieron sus palabras y nadie levantó el guante. Es que en ese mismo acto no estuvieron presentes «por temas de agenda”, según supo Tiempo, el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro y el ministro de Economía Sergio Massa, ambos posibles competidores en una hipotética PASO.
Por su parte, la Cristina Fernández de Kirchner ya se recuperó del covid, según informaron fuentes oficiales a este medio. El acto del Grupo de Puebla se postergó por lo menos hasta marzo. Ese encuentro iba a reunir a líderes latinoamericanos que también fueron víctimas del denominado lawfare, concepto que la vicepresidenta ya descartó por “ingenuo”, y que prefirió reemplazar por “mafia”. Para el encuentro iban a viajar Evo Morales, Pepe Mujica, Rafael Correa y Ernesto Samper; el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, el jurista Baltazar Garzón y la política española, Yolanda Díaz. Sin embargo, todo quedó en suspenso.
La última vez que hablaron Alberto y Cristina fue cuando la vicepresidenta lo llamó por teléfono cuando el mandatario se descompensó en Bali, durante su paso por la reunión del G20, hace un mes. Antes de eso, no se hablaban desde el día siguiente del intento de asesinato de Cristina. Este encuentro del Grupo de Puebla los iba a mostrar juntos de manera pública por primera vez desde junio, cuando compartieron el acto por los 100 años de YPF y en el que terminó eyectado Matías Kulfas de su ministerio.
Por lo pronto, si bien hay movimientos por abajo, reuniones de intendentes, gobernadores y sindicalistas, todavía no se termina de armar un dispositivo electoral, pero tampoco de gestión, al que se pueda sumar el presidente, y mucho menos, ponerse al frente.
Celeste López y Mariano Gorini serían los nombres de los agresores.
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