Con la llegada de diciembre, la Legislatura bonaerense ingresará en sesiones extraordinarias para tratar el Presupuesto 2023 y la ley impositiva enviada por el gobierno de Axel Kicillof a fines de octubre. La negociación entre funcionarios y legisladores del Frente de Todos y de Juntos por ambas leyes se retomará este jueves, tras los cortocircuitos generados por la derogación de la ley jubilatoria del Banco Provincia aprobada durante la gestión de Cambiemos y que sigue trabada por falta de quórum.
La ley de leyes fue enviada el 28 de octubre y, aunque hubo dos reuniones, todavía no hubo avances concretos. Sin mayoría en ninguna de las dos cámaras, el oficialismo necesita sí o sí llegar a consensos con la oposición para aprobar los proyectos. El principal punto de discusión pasa por el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) y el Fondo de Seguridad que no fueron incluidos en el cálculo de gastos y recursos 2023. El FIM permite a los intendentes definir y ejecutar obras de pequeña escala en cada municipio, un punto clave en el año electoral.
En el arranque de la discusión, los legisladores e intendentes de Juntos reclamaron 82 mil millones de pesos: 52 mil para el FIM -el triple que este año- y otros 30 mil para seguridad -contra los 12 mil del ejercicio actual-, más una «compensación» de 4800 millones de pesos por la inflación de 2021 y 2022. Casi 87 mil millones en total. Además pidieron que la mitad del dinero sea depositado en el primer trimestre y que las obras puedan ser ejecutadas sin los requisitos administrativos actuales que retrasan la ejecución.
El jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, es quien lleva adelante la negociación con los interlocutores de la oposición: los jefes de bloque de Juntos en Diputados y el Senado, Maximiliano Abad y Cristian Gribaudo, respectivamente, y los intendentes Julio Garro, por el PRO, y Miguel Fernández por la UCR. En la última reunión, de la que participaron la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro de Hacienda, Pablo López, realizaron una contraoferta de 35 mil millones, alejada todavía del pedido de la oposición. Y aunque trascendió que el Ejecutivo había ofrecido estirarse hasta 50 mil millones en busca de acercar posiciones, en la Gobernación negaron esa versión.
Los dirigentes de Juntos se mantuvieron firmes en el reclamo y no hubo avances ni en la cifra ni en la modalidad de trabajo del FIM. «Fue una reunión insuficiente, sin grandes definiciones. Lo que estamos pidiendo es para los 135 municipios. No hubo grandes avances, se comprometieron a mantener el diálogo», explicó el intendente Garro a la salida. Este jueves habrá una nueva reunión a las 17 horas, según confirmaron fuentes legislativas a Tiempo.
El gobernador Axel Kicillof sigue de cerca la negociación y admite que «es difícil» llegar a consensos con Juntos. «El presupuesto, que está avanzando varios puntos, es un presupuesto inobjetable prácticamente en su contenido, pero hay un tema con el Fondo de Infraestructura municipal que es público. Estamos viendo, esperemos que llegue a buen término», dijo el martes y lanzó: «Hay varias cosas en las que está difícil alcanzar acuerdos».
El panorama en la Legislatura es complejo y viene atravesado por una ley clave para el oficialismo: la reforma jubilatoria del Banco Provincia. Desde comienzos de año, el FdT está intentando aprobar los cambios a la norma que se sancionó durante el gobierno de María Eugenia Vidal, que subió la edad jubilatoria y bajó el cálculo del haber del 82 al 70% con el argumento de resolver el déficit de esa caja. La ley, la 15008, generó un vendaval de 5 mil amparos que fueron resueltos a favor de los jubilados y que llegaron a la Suprema Corte de Justicia en busca de una resolución de fondo. El máximo tribunal le pidió por eso una solución política al gobierno, es decir una nueva ley que repare los derechos que fueron quitados. El proyecto espera ser tratado, pero se enfrenta a la negativa del PRO y de la Coalición Cívica. De hecho, hace dos semanas iba a tratarse en Diputados pero Juntos no dio quórum y se cayó la sesión. Lo mismo ocurrió en el Senado este martes aunque con los pliegos para cubrir vacantes judiciales que había enviado el Ejecutivo y que Juntos se negó a tratar.
Kicillof atribuye las dificultades en la negociación a la interna que atraviesa Juntos. «Hay fragmentación muy grande. Dentro del radicalismo, dentro del PRO, entre el radicalismo y el PRO. La alianza Cambiemos no cambió nada ni es alianza en estos momentos», disparó en las últimas horas para explicar por qué es difícil llegar a acuerdos legislativos con la oposición. Y los chicaneó: «Están en campaña. Nuestra oposición lanza un candidato por semana. No sé a dónde lo lanza, pero lo lanza».