El líder del PRO viajó a Zurich para asumir en persona un cargo que podría haber ocupado en forma virtual. Se quedará en Suiza con una agenda concentrada en la gestión del organismo. Las justificaciones de su entorno.
Macri arribó este lunes a Zurich junto a su esposa Juliana Awada y su hija menor, Antonia, luego de pasar unos días en París y trasladarse a uno de los centros turísticos más costosos del Europa. Este martes se trasladó a la sede de la FIFA para asumir el cargo de presidente ejecutivo de la Fundación, que es una organización independiente del organismo. Su presupuesto para 2019 fue de 8 millones de dólares para donaciones y acciones dedicadas a la promoción del fútbol en poblaciones vulnerables que, hasta el año pasado, estuvieron enfocadas en África y Asia.
Aunque nadie pudo precisar la necesidad imperiosa de trasladarse a Zurich, Macri posó este martes para retratar la foto con la que asumió el cargo directivo en las oficinas suizas. Según explicaron sus voceros, el expresidente estará “dedicado un cien por cien a las tareas de la Fundación” durante las próximas dos semanas.
Sus críticos aseguran que la agenda que mantendrá podría haberla concretado en forma virtual, sin la necesidad de viajar a Francia para cursar la cuarentena previa a la realización de la puesta en escena que protagonizó este martes. Sin embargo, cerca de Macri aseguran que esa misión “será importante” en los próximos meses.
El viaje que el fundador del PRO llevó adelante todavía no encuentra justificaciones más sólidas que sus deseos, pero en términos comunicacionales le permitieron romper el silencio que se había autoimpuesto desde que dejó el poder. En rigor, uno de sus últimos actos como presidente fue trasladarse a Zurich antes de regresar de Francia para reunirse con el titular de la FIFA, Gianni Infantino, que poco después anunciaría su nombramiento como titular de la Fundación.
“A eso viajó a Europa, por más que hayan dicho otra cosa”, espetó una fuente del PRO para defender el segundo viaje que Macri realiza en plena cuarentena. El primero fue un vuelo privado a Paraguay, pagado por el expresidente Horacio Cartes, para reunirse con el anfitrión y con el mandatario Mario Abdo. También fue justificado como parte de la agenda de la Fundación.
En esta oportunidad viajó en un vuelo de línea y se hospedó en París por dos semanas para cumplir con los requerimientos sanitarios de Suiza. Si bien buscó mantener un perfil bajo, el jueves pasado le mandó una carta pública al difunto Sergio Nardelli, que fue CEO de Vicentin hasta que un infarto sorpresivo le quitó la vida. El texto póstumo no fue la única aparición que Macri buscó protagonizar desde la Costa Azul. Este lunes, antes de viajar a Zurich, utilizó su cuenta de twitter para respaldar la movilización organizada por Juntos por el Cambio para protestar contra el Gobierno.
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