El ministro de Ambiente, Juan Cabandié, afirmó este lunes que la Argentina «es acreedor ambiental ante el mundo» porque que «la naturaleza tiene valor y hay una deuda ecológica de los países ricos respecto de aquellos en desarrollo» y, en ese contexto, señaló que la propuesta del país es el «canje de deuda por acción climática». Así lo señaló en declaraciones formuladas a la radio online FutuRöck, en el marco del inicio de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), en la ciudad escocesa de Glasgow, en el Reino Unido.
«Nuestra posición es la que viene marcando nuestro Presidente desde abril en varios encuentros internacionales, bilaterales y en el G20: nosotros proponemos canje de deuda por acción climática», subrayó el ministro, quien forma parte de la comitiva que acompañó al mandatario en la ciudad de Roma, donde participó de la cumbre de líderes del G20, y que ahora se encuentra en el Reino Unido en la COP26. De esta manera, el ministro acompañó la posición del presidente Alberto Fernández ante el G20 en relación al «canje de deuda externa por acción climática».
Cabandié explicó que se trata de, «en lugar de pagarle la totalidad de los vencimientos de deuda al Fondo Monetaria Internacional (FMI) u otros organismos internacionales, discutir nuevas arquitecturas financieras». «De acuerdo con el país en cuestión, que los países en desarrollo que tenemos crisis de deudas, para trabajar en pos del cuidado del planeta y para mejorar las condiciones de vida, necesitamos discutir nuevas arquitecturas financieras, en donde en vez de pagar vencimientos financieros, los usemos para parques eólicos o solares, o para el cuidado de nuestros bosques nativos», puntualizó el funcionario.
Asimismo, destacó que Latinoamérica tiene un patrimonio de 800 millones de hectáreas y, respecto de la Argentina, resaltó: «Nosotros tenemos 53 millones de hectáreas, y el mundo no sería el mismo sin nuestras cuencas forestales». «Los países ricos, que son los que más contaminaron, y que se comprometieron a financiar con US$ 100.000 millones a los países en desarrollo en Copenhague (Acuerdo de Copenhague, 2009), algo que nunca sucedió, subieron la escalera del desarrollo sin pensar en el resto, ni en las próximas generaciones», sostuvo Cabandié, quien puso el acento en la necesidad de «financiamiento para la transición ecológica».
En esa línea, argumentó que «el Presidente viene marcando esta posición desde abril y en diferentes encuentros internacionales y bilaterales, y así lo manifestó también ante el G20». Fernández, en su exposición en el marco de la segunda sesión plenaria de la última jornada de la Cumbre de Líderes del G20, bajo la temática de «Cambio Climático y Medio Ambiente», defendió nuevamente la idea de «canjear deuda externa por acción climática», además de remarcar la necesidad de «menores tasas y plazos de pago más extensos».
En ese sentido, Cabandié aseguró que la propuesta «se plasmó de forma conjunta» y es apoyada por distintos países de la región, entre los que mencionó a Brasil y Uruguay, y refirió que algunos países, como Colombia, habían llegado incluso a plantear la idea de «condonación de deuda». «Hoy el mundo está consustanciado con las ideas de cambio climático y reducción de emisiones», afirmó el ministro, y explicó que implica además «un potencial en término de aquellos países que producimos gas, porque este tiene componentes menos contaminantes que el hidrocarburo».